"..Analizo esta cuestión a tenor de toda la tinta que ha hecho correr Fernando Adrián ante su ausencia en Madrid. A saber, y de ahí viene lo de medir el riesgo. El pasado año, según han dicho las lenguas de doble filo que casi siempre dicen la verdad, al diestro le pagaron en Madrid veinte mil euros por tarde y, en esta misma ocasión, las mismas voces han dicho que le ofrecieron cuarenta mil euros por tarde, oferta que el matador ha declinado.."
Medir el riesgo
Pla Ventura
Toros de Lidia/23 enero, 2024
Para los toreros medir el riesgo frente al toro es una tarea complicadísima que, para desdicha del diestro no siempre da los resultados que uno proyecta, de igual modo, asumir el riesgo, medirlo o como le queramos llamar fuera de los ruedos es una labor difícil de llevar a cabo para que la misma culmine con éxito. Y es que toda labor artística empieza a desfallecer cuando entra en escena el vil metal como su propio nombre indica.
Analizo esta cuestión a tenor de toda la tinta que ha hecho correr Fernando Adrián ante su ausencia en Madrid. A saber, y de ahí viene lo de medir el riesgo. El pasado año, según han dicho las lenguas de doble filo que casi siempre dicen la verdad, al diestro le pagaron en Madrid veinte mil euros por tarde y, en esta misma ocasión, las mismas voces han dicho que le ofrecieron cuarenta mil euros por tarde, oferta que el matador ha declinado.
Por supuesto que yo no estaba presente en las negociaciones entre la empresa y el diestro pero, si lo de los cuarenta mil euros es cierto y tiene todo el fundamento de ser así por aquello de que el chaval fue el triunfador absoluto de Madrid el pasado año, el error lo ha cometido el diestro que, no ha sabido medir sus fuerzas, ha querido ser martillo sin antes haber sido yunque y ha fracasado por completo.
Son muchos los toreros que actúan en la feria de San Isidro y todos sin lugar a dudas hubieran firmado el contrato con los cuarenta mil euros, lo digo porque un elevado número de matadores no verán esa cifra ni de broma. Eso de hacerte valer a ti mismo como metáfora resulta bellísimo, lo duro es llevarlo a la práctica. Cada cual tiene que saber el momento que ocupa en su carrera, en el escalafón; dicho en cristiano, la fuerza que pueda tener de cara a los aficionados, más que a los aficionados, a las empresas que tienen que contratarle porque, insistimos, cuarenta mil euros son mucho o son poco, depende de cada plaza. ¿Qué cobrará Fernando Adrián en Valdemorillo? Lo digo por citar una plaza de pueblo de las muchas que él tendrá que pisar. No hace falta ser docto en materia para comprender que, ni por asomo se llegará a la mitad de la cantidad que le han ofrecido en Madrid.
Y es en ese riesgo que aludo donde una inmensa mayoría de toreros han fracasado con estrépito. Insisto que, los toreros deben de saber hasta dónde pueden apretar o ceder, depende de ellos pero, como quiera que no hay nadie imprescindible y las ferias se pueden montar incluso sin El Juli. Al que se le resbala un pie por defender su honor o dignidad, se queda sentado en su casa para una temporada larga. Y en el caso de Fernando Adrián, al que todos diremos que es una injusticia que no esté presente en Madrid y es él, el que tenía que haber gestionado su contratación para Madrid y hacer lo imposible antes de quedarse en la calle por una cuestión de dinero. Otra cosa es que no te llamen, ahí no puedes hacer nada, pero mientras exista el diálogo, siempre será mejor acudir a Madrid dos o tres tardes en su feria antes que ver los festejos desde el tendido.
-La cámara del maestro Andrew Moore nos muestra la torería de Fernando Adrián, en esta ocasión, ausente en la feria de Madrid.
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