Dicho en cristiano, Alcalde no le hace ningún favor al toreo que, si ya tenemos bastante con lo que soportamos a diario, solo nos faltaba un bisexual para terminar de embrollar el asunto. Para colmo, Alcalde, aspira a montar una peña taurina en Chueca, el barrio de los maricones por antonomasia, al tiempo que confiesa que el gremio al que se ha apuntado todo son contrarios a la fiesta de los toros. Igual, quién sabe, él los convence a todos y a partir de estos momentos se llenan las plazas de toros al morbo propiciado por Alcalde.
Pobre Alcalde, lo digo porque como fuere lo tiene muy crudo en todos los sentidos y, si declarándose bisexual piensa que va a sumar contratos lo tiene crudísimo. Eso, entre los taurinos ya no cuela; no coló nunca pero, en la actualidad mucho menos. Lo digo porque el diestro, ha hecho unas declaraciones a lo “macho” diciendo que había salido del armario, pero ¿quién le ha dado permiso para ello? Cuidado, que con su vida pude hacer lo que le venga en gana pero, eso de querer mancillar una profesión donde por regla natural la ejercen tíos machos, su actitud me parece ridícula.
Dejemos el tema como una anécdota, una triste parodia de una persona que, sin saber qué hacer con su vida ha optado por el camino de la sensibilización con el mundo donde las mujeres son odiadas por los hombres por el hecho de ser mujeres, el dislate no puede ser mayor. Es más, pobrecito el chico que, en su pecado llevará su penitencia.
No le demos mayor importancia al asunto puesto que, Mario Alcalde seguirá el hombre trabajando como lo hace a diario porque, si tiene que vivir a la espera de que le lleguen contratos como torero lo tiene complicadísimo. Tras muchos años como novillero, incluso creo que se retiró, el pasado año toreó en Madrid, no pasó nada, se doctoró, es decir, tomó la alternativa por tomar algo reconfortante pero, ahí quedó todo como una anécdota más.
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