El autor José Luis Ramón y el editor Vidal Pérez Herrero (Temple SL)
Este jueves 5 de junio se presentó en la Sala Bienvenida, de la plaza Monumental de Las Ventas, el libro La perla tetuaní, nueva obra de José Luis Ramón, que recoge la historia y el contexto histórico de la plaza de Tetuán de las Victorias, de Madrid, inaugurada en 1900 y destruida en 1936 durante la Guerra Civil.
Además del autor, en el acto intervinieron Miguel Ángel Martín, director-gerente del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid, los matadores de toros y apoderados Curro Vázquez y Raúl Galindo, el fotógrafo e historiador de la fotografía Manuel Durán, además de Vidal Pérez, de la editorial Temple.

Miguel Martín, Dtor. Gerente del Centro de AA. TT. de la CAM
Las intervenciones de todos ellos abundaron en el "descubrimiento" de la histórica plaza de toros con el relato por trasmisión oral que les llegó a través de familiares y profesionales taurinos de aquella época, o por labor de investigación de Manuel Durán de archivos fotográficos, y siendo el autor de la obra, y prestigioso periodista taurino, José Luis Ramón el que ofreciera una magnífica descripción de La Perla Tetuaní.
La Legendaria plaza de toros de Tetuán de las Victorias (Madrid) cumple 125 años desde su inauguración. Abierta en 1900 y destruida en 1936, de aquel histórico coso ya solo queda el recuerdo del millar de toreros de todas las categorías que, con mayor o menor suerte, pisaron su ruedo. La plaza tuvo una particularidad esencial: considerada administrativamente como un coso de pueblo, que es lo que era Tetuán en esos años, distaba tan sólo siete kilómetros de la puerta del Sol, circunstancia que le dio un carácter propio, pues si las ganaderías y los toreros eran casi siempre de segunda fila, los críticos y los aficionados fueron muy madrileños en su exigencia.
Desde el primer paseíllo, encabezado por el trianero Antonio Montes, la plaza adoptó una función definida: para los novilleros modestos de convirtió en la perfecta puerta de entrada a la gran plaza de la capital, situada primero en la carretera de Aragón y luego en la calle de Alcalá. La Antesala de Madrid, la llamaban. Ese fue su cometido, y lo cumplió a la perfección.
De todos los diestros que allí torearon, muchos alcanzaron la gloria: de su ruedo salieron Rodolfo Gaona, Domingo Ortega, Fortuna, Silverio Pérez, Saleri II, Celita, Victoriano de la Serna, Antonio Márquez, Fernando Domínguez, El Estudiante, Mazzantinito, Antonio Sánchez, Carnicerito de México, Alberto Balderas y un largo etcétera; también fue el coso en el que Manolete se presentó en el extrarradio de la ciudad de Madrid.
Y concluye José Luis Ramón que el estudio de la plaza tiene como punto de partida la información y las crónicas publicadas en los diarios y semanarios del momento, escritos por más de doscientos revisteros taurinos que, sentados en los tendidos, libreta y pluma en mano, reflejaron el imborrable día a día de ese mítico recinto taurino. Esta es la historia de La Perla Tetuaní.


.jpg)

No hay comentarios:
Publicar un comentario