Hoy compartimos otra anécdota recogida en una publicación taurina. Una anécdota que hemos titulado “Así se pica a un toro” y que se desarrolla en una tertulia taurina de las muchas que se llevaban a cabo antaño en nuestra piel de toro. Dice así esta anécdota, así se pica a un toro:
«Allá hacia mediados del pasado siglo XIX se hablaba en una tertulia de toreros y aficionados de la suerte de picar, que entonces gozaba de gran predicamento, y uno de los segundos le dijo a un famoso varilarguero allí presente que le gustaría recibir una buena lección sobre dicha especialidad.
Y el referido picador, dispuesto a complacerle, se expresó en estos términos:
— Eso es muy fácil, y basta que osté me escuche para que sepa cómo se realiza la suerte: Va osté a la cuadra y saca er mejó potro; lo amonta osté con salero; procure tener buena mano izquierda; se reúne osté con aplomo y va osté con sereniá ar cuerno derecho del morito; saca osté er palo, alegra ar toro y espera que acometa, osté siempre con er palo en ristre. Y aluego de esto, lo demá lo jase er toro».
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