la suerte suprema

la suerte suprema
Pepe Bienvenida / La suerte suprema

jueves, 30 de abril de 2020

Simón Casas: «En la tauromaquia ya había otros virus»


El empresario de Valencia, Madrid, Nimes y Alicante analiza la situación de la tauromaquia con la crisis del Covid-19: «Todos somos damnificados, desde empresarios a ganaderos, toreros y subalternos»


Simón Casas: «En la tauromaquia ya había otros virus»

Madrid. 29/04/2020 
Llegó a España en autostop, si más equipaje que una afición desmedida y una pasión desde la cuna: la tauromaquia. De la nada hasta ser el productor que dirige ruedos esenciales de España y Francia. Presidente de Anoet, Simón Casas está al frente de plazas de la talla de Madrid -junto a Rafael García Garrido-, Valencia, Nimes y Alicante. La crisis del Covid-19 le ha golpeado de lleno con la suspensión de este trébol de ferias de cuatro hojas. «Todos somos damnificados, desde empresarios a ganaderos, toreros y subalternos», advierte.

-¿Saldrá adelante la tauromaquia tras este antes y después?

-Estoy convencido de que así va a ser. Considero que las graves crisis tienen una virtud: obligan a tomar conciencia del estado de la nación taurina. Ha llegado este virus, pero ya había otros virus en la producción de la tauromaquia. Es el momento de tener la mente y el corazón abiertos. Hay que darle al coco, trabajar con capacidad para venirnos arriba. No es momento de guerrillas y daños, es el momento de pensar en el interés general.

-Eso del interés general parece una utopía en este mundo. Ya se dijo tras la crisis de 2008 y apenas se hizo nada.

-Esta crisis es mucho más grave, aquí hay una pandemia. Debemos pensar en el bien general para sacar adelante la producción de la tauromaquia.

-¿Qué rama del árbol taurino es la más dañada?

-Todas, desde empresarios a ganaderos, toreros y subalternos. Algunos no tienen ni para comer. Y el ochenta por ciento de matadores también lo sufrirán. Muchos son valores emergentes, y este era el año de la recompensa. Tampoco hay que olvidar a todas las familias que viven del toro.

-En su caso particular, ¿cómo le ha afectado?

-Valencia supone casi 500 mil euros de inversión, porque una empresa tiene que trabajar con una estructura de comunicación y gestión. Fallas tendría ganancias, aunque en la de Julio se pierde por los pliegos inadaptados. En el caso de Nimes, con dos tardes de José Tomás, íbamos a vender el cien por cien; toda esa inversión en la gestión se pierde. En Madrid, igualmente hemos gestionado todo el invierno con una plantilla de trabajo. Teníamos San Isidro casi rematado y no se podrá celebrar. Nos afecta muchísimo a todos: en Sevilla había una inversión que rondaba el millón de euros, en Castellón de 400 mil. El empresario sostiene en gran medida la economía de la Fiesta y nos dan por todos lados. Entre unas feria y otras, en mi caso, calculo un millón y medio de pérdidas. Todos hemos perdido.

-Algunos aseguran que Simón Casas está en la ruina.

-No estoy arruinado ni muerto, estoy muy vivo. Si yo estuviese arruinado no podría haber concursado este año y ganar plazas como las de Nimes. Si estuviese arruinado, no llevaría 40 años en Nimes, 12 en Valencia o 12 en Alicante. Quien me ataca con falsedades es por intereses. Los arruinados no pueden concursar porque piden certificados de Hacienda y Seguridad Social. No debo nada, pero he antepuesto mi pasión a la especulación. Antes que tener quince millones de euros, tengo lo que no se puede comprar, que es ser fiel a mí mismo y a mi amor por la Fiesta. Yo soy hijo de la tauromaquia. Y si llevo muchos años en las principales plazas y si he contratado este año a José Tomás por algo será. O a todas las figuras en Valencia, menos a una, El Juli. ¡Qué casualidad! Que diga su apoderado si yo le debo dinero.

-¿Y qué hay de los pagarés?

-Como todas las empresas del mundo, hay un pago en diferido según las maneras contractuales más tradicionales. Si yo no gozara de la confianza de ganaderos y toreros y no tuviese una gestión transparente, no podría contratarlos. Ni tampoco ganar concursos. Tenía algunos pagos que hacer de Fallas, pero cuando pasó lo del coronavirus me llamaron las figuras y me dijeron que no me preocupara, como ha sucedido en todas las actividades.

-¿Cuándo podrán recuperar los aficionados el dinero de sus entradas?

-Ahora están prohibidas las aglutinaciones en taquilla, y aquí se formarían colas que ahora no están permitidas. A la espera de lo que digan las instituciones públicas, empezaré primero a devolver el dinero a los que hayan pagado por transferencia. Estamos así todos, Valencia, Castellón, Sevilla... O abonos de tele.

-Hablando de la televisión, ¿es usted partidario de retransmitir toros sin público?

-Dar toros sin público es una pregunta conceptual muy importante. Se trata de actuar para el bien de la Fiesta, y ya que le hablaba antes de El Juli, en este caso, como en muchos otros, estoy de acuerdo con las declaraciones de esta gran figura. Él no ve las corridas a puerta cerrada. Yo pienso lo mismo. La muerte del toro tiene que ser ritualizada, y lo que ritualiza la muerte es el fervor popular. El público es un actor imprescindible de la dramaturgia de la Fiesta, sin público nos acercamos más a un matadero que a la grandeza de la escenografía de la Fiesta. Soy respetuoso con todas las opiniones, pero tengo mi legítimo derecho a expresar mi pensamiento.

-Hay rumores sobre su posición en Las Ventas. ¿Qué papel desempeña exactamente?

-Soy socio al 49 por ciento de Plaza 1, soy director general taurino de Plaza 1, además de presidente. Me llevo perfectamente con don Rafael García Garrido, estamos en cercanía y solidaridad a favor de Las Ventas y la Fiesta, aunque esta unión moleste a alguien. Yo no tengo ningún problema con mi socio; al contrario, lo aprecio mucho. Hemos cumplido un contrato de una plaza que casi no se puede explotar en lo extrataurino, con tres grandes ferias y la última llena de triunfos y emociones.

-¿Qué pasa con las obras? ¿Se «perdonará» el canon de esta temporada?

-Los temas con la Comunidad de Madrid los lleva Rafael García Garrido. Apoyo totalmente las gestiones de mi socio y soy respetuoso con el trabajo de cada uno.

-¿Qué impresiones ha tenido en sus reuniones con el Ministerio de Cultura?

-Buenas. Era de ley que nos tomaran en cuenta, porque la tauromaquia es una industria cultural. Nuestra postura ha sido clara: no queremos ni más ni menos que los demás sectores culturales.

-¿Ha estado el Gobierno a la altura de la gestión de esta crisis?

-No me gusta criticar en momentos tan difíciles como estos. Soy solidario con todos los Gobiernos de Europa al cien por cien, ya sean de izquierdas o de derechas. Yo tengo unos valores y unas convicciones políticas. Toca luchar juntos.

-Cayetano ha recibido gravísimas amenazas de los antitaurinos y una red social ha censurado que lo comparta con sus seguidores. ¿El mundo al revés?

-Es inadmisible. Soy solidario con Cayetano, y si alguien quiere matar a Cayetano, que me mate a mí también.

-¿Cree que habrá toros esta temporada?

-Francamente no, hasta que no haya vacuna. Estoy deseando que se celebren corridas, pero hay que ser realistas: tenemos un enemigo que nos ha declarado la muerte, y no solo física, sino social, sin posibilidad de concentraciones y con mucha gente en el paro. Es una tragedia mundial, una guerra. Hasta que no haya vacuna, no creo que haya nada.

-¿A qué dedica el tiempo libre en el confinamiento?

-No paro de trabajar. Y me encanta escribir novelas de ficción: dejo corer mi imaginario para inventarme otro mundo paralelo al de la vida cotidiana, donde en cualquier momento puede aparecer gente muy mal. Prefiero imaginar gente buena, donde los valores imperen. Soy un romántico, un artista y humildemente digo que la vida me ha permitido acercarme a gente admirable. Admiro a los grandes toreros, a los grandes filósofos, a los grandes músicos. Y al toro bravo y noble, con todas sus enseñanzas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario