Pero, el Girona, ¿quién es? ¿Qué es, en realidad, el Girona? Bueno, yo lo voy a decir: una mentira.
Ítem más: el Girona es el primer caballo de Troya del dinero del petróleo árabe en España, una sucursal del holding empresarial que controla desde Abu Dhabi el Manchester City.
¿Qué es, en realidad, el Girona?
Antonio Valderrama
La Galerna/9 enero, 2024
Alcanzado el ecuador del torneo, lo que antes se venía llamando el “campeonato de invierno” (cada vez quedan menos términos así, del fútbol antiguo, que ya sólo vamos recordando los, ay, que vamos para pollaviejas), queda más o menos claro ya que el título de Liga, este año, estará entre el Madrid y el Girona. La eclosión del Girona, hasta esta temporada un equipito, está agitando el devaluado producto tebano, un año ya cociéndose en el jugo del caso FC Barcelona-Negreira. Los poetas de la corte logran el inopinado ascenso de la cenicienta gerundense y lo comparan con el Leicester que ganó la Premier en 2016 o con la Real Sociedad de Raynald Denoueix que quedó segunda a un punto del Madrid en el año 2003.
Lo cierto es que, a simple vista, la historia contiene todos los ingredientes necesarios para la fábula moral: equipo pequeño y sin historia que jugando como los ángeles se planta en el umbral de la gloria, etc. El perfecto cuento de hadas que, naturalmente, halla en el Madrid al Goliath ideal contra el que levantar un David más bonito que un San Luis. Una bicoca narrativa para todos los aedos que, en este país en demolición, permanecen siempre ávidos de material para apuntar contra el Madrid, último de los pilares sobre los que se sostiene la gran casa común de España.
Ítem más: el Girona es el primer caballo de Troya del dinero del petróleo árabe en España, una sucursal del holding empresarial que controla desde Abu Dhabi el Manchester City. O sea, una de las manifestaciones del Mal absoluto, uno de los brazos del Leviatán que está corrompiendo el viejo refugio de las clases trabajadoras europeas y no sólo está también reduciéndolo a pasatiempo de sheiks con dinero infinito, sino además transformándolo en otro tipo de negocio, en una turbia e inquietante prognosis del futuro que nos espera a todos en Occidente.
PERO, EL GIRONA, ¿QUIÉN ES? ¿QUÉ ES, EN REALIDAD, EL GIRONA? BUENO, YO LO VOY A DECIR: UNA MENTIRA
Contando la presente, el Girona, fundado en 1930 por un nacionalista de izquierdas vinculado al origen de Esquerra Republicana, ha jugado sólo cuatro veces en Primera División. La mayor parte de su irrelevante historia como club de fútbol la ha pasado en Tercera. Establecido sobre las bases de la extinta Unión Deportiva Gerona, club que no superó el paso al profesionalismo, el nuevo equipo nace bajo el nombre, en español, de Gerona Football-Club, que no cambia al catalán hasta 1980.
Toma los colores del Athletic de Bilbao, por entonces el club más poderoso del fútbol español y responde, en realidad, a un esfuerzo colectivo patrocinado por el ayuntamiento de la ciudad, que coordina a businessmen locales para que Gerona no se quede sin equipo de fútbol. Pensemos, por un instante, en la creación del Madrid, fruto del esfuerzo independiente de un puñado de jóvenes modernos y soñadores. ¡Todo está ahí desde el principio!
Hay que pensar que España está llena de calles Gerona porque un día, hace doscientos años (en realidad, parece que hace doscientos millones de años luz), en otro país que pertenecía a otro mundo, sin duda, Gerona fue blasón de hispanidad y orgullo patriótico por su heróica resistencia a Napoleón. Hoy es una de las capitales del independentismo catalán y por supuesto su club de fútbol tiene que ser “el segundo equipo de Cataluña” en palabras de Roures, el Gran Postor.
A base de dinero y voluntad política todo es posible, bien lo sabe Dios, y el Girona FC es un magnífico ejemplo de ello. El Real Club Deportivo Español, al que ni siquiera adaptar su nombre, catalanizarlo, abjurar de la eñe, le ha valido para ser considerado allá otra cosa que un submarino del enemigo, o sea de la siniestra Espanya, está viviendo en sus carnes la experiencia del reemplazo. Los videoarbitrajes que sufrió al final de la pasada campaña, dirigidos por Puigdemont desde el salón de su chateaux en Waterloo, son la prueba de que lo que en Cataluña se llama “hacer país” es una acción colectiva y premeditada que lo alcanza todo. Hoy el Girona es colíder de Primera y el Español mama en Segunda, y esto no ha hecho sino comenzar.
EL GIRONA ES EL PRIMER CABALLO DE TROYA DEL DINERO DEL PETRÓLEO ÁRABE EN ESPAÑA, UNA SUCURSAL DEL HOLDING EMPRESARIAL QUE CONTROLA DESDE ABU DHABI EL MANCHESTER CITY. O SEA, UNA DE LAS MANIFESTACIONES DEL MAL ABSOLUTO, UNO DE LOS BRAZOS DEL LEVIATÁN QUE ESTÁ CORROMPIENDO EL VIEJO REFUGIO DE LAS CLASES TRABAJADORAS EUROPEAS
Hasta 2009, sin embargo, el Girona fue de sus socios. Convertido en sociedad anónima deportiva, en 2015 estaba en concurso de acreedores, de donde sale gracias a TSVE Futbol, un grupo francés dirigido por exdirectivos de Canal Plus. Los franceses se compraron casi el 90% de su accionariado y pusieron de CEO a Ignacio Mas-Bagà, un tipo cuya bio, según Palco23, es la siguiente:
“graduado en Empresariales por el Instituto Químico de Sarriá (IQS Barcelona), el joven ejecutivo trabajó seis años en Media Sports Marketing, una de las filiales de Mediapro desde la que participó en la asesoría y organización de giras internacionales de grandes clubes europeos, así como en acciones comerciales vinculadas a la Fórmula-1. En 2014 fichó por La Liga para asumir la dirección de eventos deportivos de la LFP World Challenge, programa para la internacionalización del fútbol español”.
En esta venta, que salvó al club, ya intervino Pere Guardiola, el Hermanísimo. Resulta que el otro Guardiola, que también quiso ser futbolista, creció como tiburón de los despachos junto a Sandro Rosell en Nike. Allí, en doce años, trabajó en la gestión de los patrocinios de casi todas las grandes figuras de la edad de oro del fútbol español, estudió un master de Marketing y Administración y Dirección de Empresas en ESADE y gestionó los contratos de la marca con Ronaldinho y Ronaldo, por ejemplo.
En 2009 dejó Nike y fundó con, ¡tachán!, Mediapro, la empresa de consultoría deportiva (representación, hablando en plata) Media Base Sports, con la que llevó a Luis Suárez al Barcelona. Le tuvo que ir bien porque en 2016 le soltó a Roures 50 millones para quedarse con la mayoría de las acciones de la empresa. Ya llevaba un año de asesor deportivo “externo” del Girona. En 2017 el Hermanísimo dio el salto y compró el 48% del paquete accionarial del club: el otro 48% se lo quedó el City Football Group.
El City Football Group es un consorcio cuya propiedad mayoritaria corresponde al Abu Dhabi United Group for Development and Investment, o sea, el fondo de inversión privado de Mansour bin Zayed bin Sultan Al Nahyan, el emir de Abu Dhabi. Lo preside Ferran Soriano, el vicepresidente económico del Barcelona en los años de oro de Laporta y actual director ejecutivo (o CEO) del Manchester City y pieza clave de la trama catalana que, desde Manchester, está pervirtiendo la Premier.
EL GIRONA ES EL ESCALÓN MÁS VALIOSO DE UNA CADENA QUE TERMINA EN LA PREMIER; UN FILIAL DE LUJO PARA EL GRAN DOMINADOR DEL CAMPEONATO INGLÉS EN LA ÚLTIMA DÉCADA Y VIGENTE CAMPEÓN DE EUROPA, PUES NO ES LO MISMO FOGUEARSE EN EL CASTILLA QUE LUCHANDO POR LA LIGA CONTRA EL MADRID
El City Group tiene clubes en la MLS, en la liga uruguaya, en Australia, Japón, China, la India, Francia, Bélgica, Brasil e Italia. Desde 2020 el Girona es, también, pionero en el concepto de multipropiedad, al menos en España: Pere Guardiola vendió el 35% de sus acciones a Marcelo Claure, un boliviano, magnate de la telefonía en América, que fundó el Inter de Miami y se lo vendió a Beckham en 2021 para comprarse el Club Bolívar, en su país, y afiliarlo al City Group. En todos estos años, el chico de Roures, Ignacio Mas, ha seguido siendo el CEO.
Aunque el Girona cuenta con uno de los presupuestos más bajos de la Liga (60 millones), su rol en el entramado global del City Group no sólo es el de cabeza de playa en uno de los campeonatos más importantes del mundo, sino además el de pieza esencial en su red de scouting: una base de datos que cuenta, según Goal, con medio millón de futbolistas dentro de un “sistema” en el que los jugadores, que ya no firman ni con un club ni con un agente, sino con un holding, van “ascendiendo” de categoría en función de su valía, con el Manchester City de Guardiola como paraíso final con el que soñar.
De este modo, el Girona es el escalón más valioso de una cadena que termina en la Premier; un filial de lujo para el gran dominador del campeonato inglés en la última década y vigente campeón de Europa, pues no es lo mismo foguearse en el Castilla que luchando por la Liga contra el Madrid. El City Group le está haciendo una ciudad deportiva al Girona por valor de 25 millones, además de reformar Montilivi con vistas a jugar la Champions el año que viene. Todo esto gracias a la visión de Soriano y del Hermanísimo, al que en un perfil que le hacen en Relevo tildan poco menos que de genio de la lámpara. La verdad es que tiene la pinta, aunque todos sabemos que algunos catalanes son muy listos, la tasa de linces allí es mucho más alta que en cualquier otro lugar de la península ibérica.
Aunque el presupuesto no es de los más altos, esta ingeniosa y “global” (es importante recalcar mucho este adjetivo, una de las keywords del mundo moderno) política de gestión de clubes en todo el mundo ha dado lugar a que el Girona, hoy, tenga, según Transfermarkt, una plantilla valorada en casi 224 millones de euros, la sexta de España tras los cuatro equipos que participan en la edición en curso de la Copa de Europa y el Bilbao. El Girona ascendió en el año II de la pandemia y esto es importante subrayarlo: su afiliación al City Group le permitió absorber 19 millones de euros de pérdidas, una cifra que a cualquier otro club de su entidad, historia y tradición, habría mandado al basurero del fútbol profesional. ¿Acaso no es esto una forma de adulterar la competición?
SU AFILIACIÓN AL CITY GROUP LE PERMITIÓ ABSORBER 19 MILLONES DE EUROS DE PÉRDIDAS, UNA CIFRA QUE A CUALQUIER OTRO CLUB DE SU ENTIDAD, HISTORIA Y TRADICIÓN, HABRÍA MANDADO AL BASURERO DEL FÚTBOL PROFESIONAL. ¿ACASO NO ES ESTO UNA FORMA DE ADULTERAR LA COMPETICIÓN?
Es gracioso porque en El Periódico, en noviembre, se escribía esto:
“Si hay algo que levanta sarpullidos en el Girona FC es cuando se asegura que es un filial del Manchester City, o que parte con ventaja por formar parte del City Football Group. Como si el equipo de Michel estuviera plagado de futbolistas enviados de la ciudad inglesa (en realidad, solo hay dos cedidos, Yan Couto y Savinho); como si pudiera fichar indiscriminadamente gracias a un dinero regalado desde Abu Dhabi (el coste del once inicial oscila de los 15 a los 20 millones); como si no estuviera sujeto a las estrictas reglas del límite salarial de LaLiga”.
Las mismas estrictas reglas que permitieron al Barcelona de Xavi ganar la Liga del año pasado inscribiendo jugadores pagados con dinero del Monopoly avalado por la venta ficticia de activos inventados. En fin, lo del Girona es un milagro que se sustenta en base a “sinergias de todo tipo” según dice el Hermanísimo, para las cuales “la marca City es un imán”. Nos ha jodido. Lo bueno, lo realmente atractivo de algunos catalanes, es su extraordinaria capacidad para tomar a los demás por gilipollas con un arte y una gracia que ya quisieran para sí los argentinos. Son los mejores: merecen su Champions particular, como diría el Pep.
Dice Mas-Bragá que el Girona tiene que “destacarse como una plataforma de generación de talento”, que esa es, digamos, su misión dentro del entramado internacional del City Group. O lo que es lo mismo, para que nos entendemos todos, sobre todo los que no somos tan listos: servir para que el Manchester City siga saltándose todo tipo de reglas del fair play financiero, de una manera menos obscena que de costumbre, formando futuras estrellas en una Liga hipercompetitiva sin asumir el coste directo de una ficha en su propio primer equipo. Por ejemplo.
El Girona es “la joya de un imperio global” y es la nueva punta de lanza de la AntiEspaña en su guerra de exterminio, eterna, incansable, contra el Real Madrid, al fin y al cabo lo último tangible que queda del hecho fenomenológico español en el siglo XXI. Un imperio contra otro, aunque uno sea de plástico y al otro lo llamen directamente luciferinol. Como el Girona es todo lo que está mal de un fútbol que no tiene pinta de que pare de ir a peor, el Madrid tiene la incontestable misión de ganar esta Liga. Para que no la ganen ellos. Para que el Mal tarde un poco más en campeonar.
LA MISIÓN DEL GIRONA ES SERVIR PARA QUE EL MANCHESTER CITY SIGA SALTÁNDOSE TODO TIPO DE REGLAS DEL FAIR PLAY FINANCIERO, DE UNA MANERA MENOS OBSCENA QUE DE COSTUMBRE, FORMANDO FUTURAS ESTRELLAS EN UNA LIGA HIPERCOMPETITIVA SIN ASUMIR EL COSTE DIRECTO DE UNA FICHA EN SU PROPIO PRIMER EQUIPO
Hay dos cosas de un artículo de Javier Izquierdo en 2Playbook, de finales de año, que son esclarecedoras. Y estremecedoras. Copio entero el parrafazo: “La otra clave del impulso del CFG en Girona está en la financiación y la generación de recursos. En plena pandemia, los accionistas acordaron inyectar hasta 20 millones de euros en el club para paliar los estragos económicos causados por la Covid-19. Esta operación, en Segunda División, no es sencilla de encontrar. Lo más cercano y similar se podría encontrar en el Real Zaragoza tras la llegada de Jorge Mas. Casualmente, la persona que le compró a Claure el Inter Miami de la MLS. De un plumazo la tesorería del club respiró y pudo continuar con su objetivo —conseguido— de ascender, asumiendo 19 millones de euros de pérdidas sólo entre 2020 y 2022. Ahora, en Primera División y con una plantilla competitiva, el objetivo es sumar por comercial y “ser relevantes en nuestro territorio”.
Con el coliderato de LaLiga como mejor escaparate, ha firmado en esta primera parte del curso dos grandes patrocinios: Hylo, para la manga, y Marlex para la trasera de la camiseta. Además, ha renovado con el patronato de turismo de la Diputación de Girona y con Estrella Damm. Ahora bien, ¿ayuda comercialmente estar en el City Football Group? Pues también. El patrocinio técnico (Puma) forma parte del macroacuerdo de 700 millones por una década firmado por el holding para la amplia mayoría de sus equipos, con el Manchester City en cabeza. Además del know-how del grupo, en la parcela de patrocinios: funcionamos como una agencia. Es un servicio bidireccional en estos aspectos, reconocía el CEO del Girona en la entrevista. Una gama de ofertas mucho mayor para las marcas que si el club navegara solo en su travesía”.
Las inversiones de la familia real de Abu Dhabi, directas o a través de testaferros vinculados al City Football Group, van desde CEPSA (socio mayoritario) a cortijos inmensos valorados en 55 millones de euros, donde cazaban el rey Juan Carlos o el antiguo presidente del Banco Santander. Las relaciones con el poder político español son inmejorables, como no podía imaginarse de otra manera: acuerdos por doquier con el actual gobierno y colocaciones de lujo para Froilán en petroleras de los Emiratos. Desde luego que, como nos mostró Berlanga en 'La escopeta nacional', algunos catalanes, aunque aficionados a votar en referéndums de chichinabo, siempre saben moverse estupendamente en las alturas de quien mande en España. Pase lo que pase ellos siempre ganan. Contra todo eso, por la pureza, como un antiguo caballero de las novelas que leía El Quijote, ha de luchar el Madrid, que es en esencia la última y verdadera cruzada de los justos.
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