LA INSURRECCIÓN DE LOS AFICIONADOS ESPAÑOLES / Por Aquilino Sánchez Nodal

  LA INSURRECCIÓN DE LOS AFICIONADOS ESPAÑOLES

 Por Aquilino Sánchez Nodal

El toreo, al igual que el presunto suicida permanece inmóvil sobre las vías y con las manos cruzadas sobre el pecho, el corazón palpitante y el alma aterrada por el miedo y la impotencia.

     ¡Atención, han vuelto los socialistas! Y ésta vez los acompaña la turba  de los extremos y los nacionalistas. ¡Que Cristo coja confesados a todos los españoles de bien!. Las gentes del toro estamos labrando nuestra propia desgracia por habérsenos ocurrido una cosa tan vergonzosa, confiar ciegamente en los que se proclaman defensores de la cultura taurina y soportarles tanto tiempo sin lanzar un alarido de libertad para ejercer el derecho de conservar y perpetuar nuestras tradiciones. ¡Vaya un espectáculo que estamos dando! ¿Qué ha pasado con el orgullo español? ¿Nos vergüenza nuestra identidad y cambiamos nuestras costumbres para parecer más europeos?  ¿Aceptamos lo que nos imponen unos políticos que están, mal de la cabeza?. Las tropelías para dividir a España de estos “asaltatrenes” de izquierdas y la vagancia de la derecha pretenden enterrar las corridas de toros pero son perros flacos ante la fuerza de las urnas y estas son del pueblo como los toros. Confiemos que este gobierno inútil no utilice la tragedia o el “pucherazo” para el resultado final como otras veces. Vaya usted a saber.

     Los aficionados aceptamos sin pestañear nuestra exclusión social y el adjetivo de “casta desagradable” sin perder la esperanza de que nos devuelvan nuestra extraordinaria identidad, harto difícil, si lo dejamos en manos de los que nos la quieren quitar. Todo depende de nosotros mismos. La indiferencia y el abandono de nuestros derechos solo llevan a la esclavitud física y moral. Están en “eso” de evitar la difusión de la marca España por el partido en el poder con mayor interés en abolir los toros. ¡Necios canallas sin rastro de cordura!. Su triunfo está en conseguir el caos que tape su incapacidad, corrupción, robos e injusticia y convertir la Nación en tierra quemada y dividida. Como siempre, la izquierda odia España. Incluso quieren terminar con el turismo que nos visita pero es más difícil. Los “guiris” buscan nuestro sol y nuestros toros y estos no son de izquierdas, son de Dios, más que les pese.

     La afición y el pueblo llano son la última fortaleza para defender todo lo español incluidas las corridas de toros y la libertad, para ello no podemos tumbarnos en el suelo y dejar que nos apaleen, utilicemos las uñas y los dientes si es necesario para defendernos de esta secta invasora y unos “garzoncillos” que quieren a una parte de España sometida y en campo de concentración.

     Los defensores de las corridas de toros estamos solos. Los profesionales no dudan en pasarse al enemigo cuando les interesa. Los directivos mentirosos de las asociaciones, les basta con la foto y el poderoso. Los empresarios ricos a “por la pasta” aunque sea vendiendo la plaza de toros. Los modestos que organizan el 90% de los festejos, al “sálvese quien pueda”. Las subvenciones, gastadas en propio beneficio por los municipios, como el cernícalo han desaparecido para no volver. Las más puras castas de bravo, por deseo de los matadores y mafiosos ganaderos, emprenden su huida al matadero. 

     ¡Ay … pobre toro bravo! De no evitarlo terminará, para diversión de “tolis” y hasta su muerte, encerrado en un zoológico. ¡Ni “Artauro” Mas se lo cree!. 

     Que no lo piensen los traidores, los toros y los festejos taurino siempre existirán en España aunque sea en vida oculta hasta que recobren la razón los ignorantes que los quieren prohibir.