Mucho se dice, mucho se escucha y mucho se escribe sobre las tragaderas del Príncipe Felipe de Borbón respecto a los caprichos, usos, costumbres, frivolidades.... y otras hierbas de su agnóstica esposa Leticia Ortíz Rocasolano, Princesa consorte por causa de matrimonio con Felipe de Borbón, príncipe heredero de la Corona española.
Sorprendente resulta ¿o no? la felicitación LAICA de una fiesta cristiana como es la NATIVIDAD DEL SEÑOR por el descendiente de Monarquía Católica encarnada por su padre, Juan Carlos I, que ostenta el título tradicional heredado de El Rey Católico o que también puede ser llamado Su Majestad Católica.
Parece que larga es la mano de la plebeya y anchas las tragaderas de un príncipe. Inasequible al desaliento... y lo que nos queda por ver.
La Cruz de la cristiandad sobre el Escudo Real
Muchos somos los tontos que por unas cosas o otras estamos en candelero, unos en la puerta de la Administración de lotería como los 3 Sudamericanos en versión española, Soraya Sáez de Santamaría en el papel de Alma María, Cristóbal Montoro en el papel de Casto Dario, y Mariano Rajoy en el de Johnny Torales. Y es que este año el 20% del “gordo” es para la pobre y necesitada Hacienda.
ResponderEliminarO por otra parte el Príncipe de España, tragando laicismo plebeyo.
Tenemos a otros tontos como los abogados de Madrid votan si retiran a Franco y José Antonio el título de decanos honorarios.
Francisco Franco y José Antonio Primo de Rivera fueron designados en marzo de 1939 decanos honorarios del Colegio de Abogados de Madrid, por su participación en el golpe y posterior alzamiento militar de 1936. La distinción se ha mantenido durante 74 años, pero para aguar sus tres cuartos de siglo de aniversario, la Asociación Libre de Abogados ha planteado la retirada de tales honores tanto al dictador como al fundador de la Falange, en una propuesta que examinará en breve la Junta General del Colegio.
Todo apunta a que la distinción de Franco será retirada. Sin embargo, la de José Antonio amenaza con desencadenar un debate en el seno de la Junta General, ya que los actuales rectores del Colegio se inclinan por mantenerla.
Según explicó Miguel Ángel Muga, uno de los promotores de la propuesta de la Asociación Libre de Abogados, no hay razón para no despojar a José Antonio de su título, ya que no le fue otorgado para ensalzar sus virtudes como abogado -que lo era-, sino en su condición de "mártir de la revolución".
Para Muga, es obligado retirarle su título de decano honorario ya que fue "un golpista y el creador de una organización fascista como Falange". El abogado añadió que la Junta de Gobierno les ha manifestado que ya ha acordado quitársela a Franco, pero que pretende mantener la de Primo de Rivera, que la obtuvo a título póstumo ya que fue ejecutado en noviembre de 1936.
La Asociación Libre de Abogados define a Franco como "militar golpista y posterior dictador", y a José Antonio, como "fundador y máximo dirigente del partido golpista Falange Española, activo partícipe para llevar a cabo el golpe militar que conllevó la guerra, la represión y posterior dictadura".
Otro que no descansa por sus “tonterías” es Alberto Ruiz Gallardón (para muchos “Gallardín-Fachardón”) por su “anteproyecto de Ley Orgánica para la protección de la vida del concebido y de los derechos de la mujer embarazada”.
En resumen, sin marear ya más la perdiz, la única solución que le queda a la mujer que quiera abortar, será tirar por la calle de en medio, es decir, optar por el aborto clandestino como hace treinta y cuarenta años, con todos los riesgos sanitarios y legales que eso conlleva, o volver a pedir dinero prestado a amigos y conocidos para ir a abortar a Londres o Portugal. La otra opción, la de acabar pariendo el bebé que no quieres tener, volverá a infestar de familias traumatizadas un tejido social ya de por sí depauperado, puteado y machacado, y que solo encuentra dificultades para sobrevivir por culpa de las leyes peperas que van haciendo fosfatina todos los derechos laborales y sociales que teníamos hasta hace poco.
Gallardón y la iglesia católica lo respalda y aplaude.
No importa que ya en toda Europa no exista ningún país que se planteen las cosas así, no importa que eso nos devuelva cuarenta años atrás en el túnel del tiempo, no importa que eso traiga tristeza y tragedia a muchas familias. Lo que importa es que la iglesia esté contenta y que la caverna se anote un notable triunfo. Sometidos a los designios de Merkel como están, ahora redondean la faena sometiéndose a la voluntad del sector más retrógrado e intolerante de la iglesia española. A los que son más papistas que el papa.
Enrique Castillo
P. D. Más adelante escribiré sobre los “sociatas”.
Otros que tienen todas las papeletas adquiridas para proclamase TONTOS con mayúscula son esos “sociatas” que desde los primeros tiempos de la Transición hasta hoy, han mantenido una actitud profundamente ambigua, cuando no de absoluta complacencia, hacia las reivindicaciones nacionalistas. Esa constante ambigüedad les ha permitido, en muchas ocasiones, llegar a pactos con los nacionalistas y, lo que para los socialistas es muy importante, alcanzar y conservar el usufructo del poder.
ResponderEliminarPoco o nada les ha importado a los socialistas españoles hacer suyas las reivindicaciones nacionalistas, incluso cuando esas reivindicaciones eran radicalmente contrarias al internacionalismo que inspiró a los fundadores del socialismo en España y en el resto de países del mundo.
Quizás fuera la Guerra Civil el momento en que los socialistas y comunistas españoles, por el afán de unir a todas las fuerzas contrarias a Franco, dejaron de considerar a los nacionalistas como epígonos retrógrados del carlismo y empezaron a buscar pactos y colaboración con ellos, que siguieron durante los años de la dictadura.
Así se produjo el curioso fenómeno de que los herederos de la tradición marxista, es decir, los comunistas y los socialistas, unían sus fuerzas y sus reivindicaciones a las de los nacionalistas, sin importarles que, en algunos casos, hubieran incorporado concepciones racistas, como las de Sabino Arana.
Estas alianzas tan contra natura pueden darse en situaciones anómalas, como lo son una guerra civil y una dictadura. Lo que ya tiene más difícil explicación es que perduren después de 35 años de régimen democrático.
La diligencia con que comunistas y socialistas españoles han secundado a los nacionalistas en estas décadas y han traicionado sus raíces internacionalistas tiene difícil justificación. Una posible explicación a esa actitud colaboradora de la izquierda española con los nacionalismos la podríamos encontrar en los restos de su antifranquismo por medio de un curioso silogismo: si el franquismo ponía el acento en la unidad de España y el franquismo era intrínsecamente malo, estar contra todo lo que sea la unidad de España será intrínsecamente bueno. Puesto que los nacionalistas están contra la unidad de España, estar junto a ellos es un deber de todo el que se considere antifranquista, aunque sea un antifranquista retroactivo.
Este silogismo no tiene en cuenta que España no es un invento de Franco y sí que es una realidad histórica, cultural, afectiva, familiar, comercial y económica que tiene muchos siglos de existencia.
Pero sea por las razones que sea, la realidad es que nadie puede negar que el crecimiento de las tensiones nacionalistas y separatistas ha contado con esa complacencia hacia ellas de los partidos de izquierda españoles. Y ahí está el claro ejemplo de Zapatero pregonando que aceptaría cualquier Estatuto que saliera del Parlamento de Cataluña, como acabó haciendo, como si la soberanía nacional, que reside en el conjunto del pueblo español, se pudiera trocear.
Así, la complacencia de las izquierdas españolas ante los nacionalismos se ha convertido algunas veces en plena identificación con sus reivindicaciones, y en otras ocasiones nos hemos encontrado con que eran los partidos de izquierda los que encabezaban esas reivindicaciones.
Hasta llegar a la situación que acaba de crear el desafío independentista de CiU, ante el que los socialistas catalanes ya no saben qué hacer porque no quieren aparecer como separatistas pero tampoco quieren quedarse atrás ante la anticonstitucional propuesta de que la soberanía pueda residir en Cataluña y no en el conjunto del pueblo español. Un dilema que no tiene solución y que está arrastrando al PSOE, al resto de los socialistas españoles, a un callejón sin salida. A no ser que alguno de sus líderes se deje de complejos, levante la bandera de España, reivindique la E de sus siglas, y ayude a todos sus militantes a redescubrirse como lo que tiene que ser: un partido nacional español.
Enrique Castillo
Menudos pájaros....
ResponderEliminarQue el nacimiento del Niño Jesús les ilumine y encuentren la verdad en el Evangelio que les ayude a reinar con arreglo a ´los valores de la Monarquía Católica que hizo grande a España y creó la Hispanidad llevando fe, sangre y cultura a u Nuevo Mundo..
Felices pascuas.
María Molono Vicent.