Brandon Campos con dos acompasadas faenas emociona y triunfa. Juan Miguel bravea frente a un lote adverso, y Andrés Bedoyafracasa con el bueno y con el malo. Dispar encierro de Salento.
Así, con más afición que público, empezó la feria de Cali, habrá un receso de tres días y el jueves 26 reanudará con la esperada corrida de Mondoñedo.
Jorge Arturo Díaz Reyes
Cali, Colombia.- Justos de raza y fuerza, diversos de facha y peso, disparejos de talante y fondo, los quindianos también genéticamente se repartieron entre santacolomeños y murubeños. En esta gran variedad brillaron el pequeñín tercero que se arrancaba de largo y repetía con franco celo, y el noble y templado cuarto cuyo son era una dicha, los dos de la primera sangre. Por lo demás, menudearon los blandeos, gazapos, escarbes, recules, tardeos, renuncias y soserías. Se picó poco, se mató mal, y se banderilleó a trancas y barrancas las más de las veces.
El queretano Brandon Campos, se llevó la tarde, y con dos utreros de contrario carácter. Al primero, un bello cárdeno, salpicado, revoltoso, buscacosquillas, lo recibió con cinco gaoneras y revolera conectando de una. Tras el picotazo de rigor, capturó las desapacibles arremetidas primero doblando y luego tragando a lo mero macho, hasta ligar tandas de alto mérito, más por la izquierda que por la otra. La seria resolución de los problemas entusiasmó a entendidos y legos, los circulares invertidos alborotaron, y aunque la igualada por tablas fue larga y laboriosa la estocada levemente contraria fulminó para pelo.
Con el buen cuarto, cuya modosa tesitura ya hemos encomiado, interpretó un faena izquierdista de virtuosa pulcritud y lento compás iniciada con dos cambios por pecho y espalda en los medios, y signada por la templanza, la ligazón y el embroque. La concurrencia toda con él, a ritmo de pasodoble, mientras el natural reinaba. Molinetes y bernadinas antecedieron al pinchazo y la estocada descentrada pero eficaz que dio lugar a la complacida petición de oreja y al ovacionado arrastre. Lo demás fue lo de menos.
El colmenareño Juan Miguel Benito, tuvo más deseos que suerte, y más entrega que tino. Su lote, carente de alegría y acometida le obligó a ofrecer la piel a cambio de arreos. A uno le pinchó y le puso el acero caído. Al otro, le falló dos veces y antes de matar oyó un aviso. La gente quiso consolarlo con palmas pero no pudo.
El manizalita Andrés Bedoya, que llegó sorpresivamente a un puesto prometido y anunciado para el triunfador de la prefería, en la cual no participó, dejó ir con las orejas y dos avisos un muy noble y repetidor novillo al cual incluso le pidieron la vuelta, una pena. El sexto lo sumergió en su espesa sosería, cerrando la tarde con un piadoso y resignado silencio.
Así, con más afición que público, empezó la feria de Cali, habrá un receso de tres días y el jueves 26 reanudará con la esperada corrida de Mondoñedo.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de Cañaveralejo. 1ª de feria. Nubes. Menos de media entrada. Con picadores. Seis utreros de Salento (en Santacoloma y Murube), justos de raza y fuerza, dispares de presencia y juego. Destacaron 3o y 4o, nobles.
Brandon Campos, oreja y oreja.
Juan Miguel Benito, palmas y palmas tras aviso.
Andrés Bedoya, silencio tras dos avisos y silencio.
Incidencias: Saludaron "Chiricuto" y "El Calima" tras parear al 3o, y Ricardo Santana tras parear al 4o.
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