Procesión de Nuestra Señora de Gracia. / ROMÁN
Por las calles ubetenses procesionaron Nuestra Señora de Gracia y el Santísimo Cristo de la Pasión
Lunes Santo de contrastes en Úbeda
ALBERTO ROMÁN
Publicado, el Martes, 16 abril 2019
La noche del Lunes Santo ubetense fue de fervor y recogimiento, dos ambientes de contraste que se vivieron gracias a las procesiones de dos cofradías, la Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestra Señora de Gracia y la Hermandad de Costaleros del Santísimo Cristo de la Pasión. Congregaron a miles de personas por las calles y plazas del casco histórico de la ciudad Patrimonio de la Humanidad durante una noche apacible y tranquila.
La primera cita fue en la Basílica Menor de Santa María de los Reales Alcázares, donde se repitió una estampa que se viene viviendo con gran fervor desde hace 32 años. A las nueve y media, mientras el guión de penitentes y la tradicional orquestina salían pausadamente frente a una abarrotada plaza Vázquez de Molina, en el interior los costaleros tomaban posiciones entre abrazos y gestos de ánimo tras rezar en grupo ante la imagen de su titular. Al frente de ellos su capataz, Rafael Martínez Redondo, en un año muy especial para él pues el pasado sábado fue el encargado de pronunciar el pregón de la Semana Santa de Úbeda en el que, además, reservó un capítulo muy especial a sus vivencias del Lunes Santo.
Los pocos metros que el paso recorrió por el claustro de Santa María, antes de cruzar el umbral, cobraron solemnidad gracias a la presencia de la Agrupación Coral Ubetense y a su interpretación del 'Ave María' de Javier Busto. Después, la Virgen de Gracia, obra de Ramón Cuadra sobre un paso de palio de Orovio de la Torre con bordados de Francisco José Perales Perales, cruzó la puerta poco a poco entre los sonidos de la preciosa marcha 'Nuestra Señora de Gracia' de Manuel Antonio Herrera Moya. Los aplausos premiaron el esfuerzo de los costaleros, que deben cargar a media altura hasta que traspasan el arco y el capataz puede gritar «¡al cielo con ella!».
Novedades
Como novedad, en el paso se estrenaron dos ángeles que dieron luz a la Virgen, bendecidos recientemente en la fiesta de la cofradía. Se tiene en mente llevar a cabo la reforma completa del paso de palio, añadiendo una imagen de Santa Teresa en el centro del respiradero frontal y bustos de los apóstoles en los de los laterales. Algunos de estos detalles se iban a estrenar este año pero finalmente no ha dado tiempo.
Cerró el desfile la Sociedad Filarmónica Nuestra Señora de Gracia acompañando el paso de la Virgen. Muy emotivo fue el discurrir por por la Puerta de Granada, de nuevo entre multitudes, para encarar la recta final de su recorrido. En ese momento, por Prior Monteagudo, se añadió la Agrupación Coral Ubetense para poner voz a la 'Salve' compuesta por Cristóbal López Gándara. Destacó la gran presencia de niños en las filas de esta hermandad, que apuesta decididamente por la juventud. No en vano, su grupo Jóvenes con Gracia realiza una gran cantidad de actividades a lo largo de todo el año.
Costaleros
Respecto a la segunda cita de la noche, a las diez y desde el Real Monasterio de Santa Clara, realizó su salida procesional la Hermandad de Costaleros, cofradía de gran trayectoria (fundada en 1984) aunque procesionó por primera vez por las calles de Úbeda hace diez años. Previamente, en el interior del templo y con todos los enseres de la cofradía presidiendo en el altar, hubo un acto con lecturas del evangelio, oraciones de las clarisas y música.
Por cuarto año el desfile contó con el acompañamiento de la Banda de Tambores y Timbales del Perdón, con más de tres décadas de trayectoria, pero desde el pasado año integrada definitivamente en la cofradía como Banda de la Pasión o Esclavos de la Pasión, luciendo la túnica estatutaria aunque con capirucho en lugar de la capucha.
La talla del Cristo de la Pasión es una imagen realizada en el taller Arte y Restauraciones Moreno por las ubetenses de adopción María Esther y Laura Moreno. Representa a Jesús sentado en el Gólgota, con el cuerpo lacerado por las torturas previamente recibidas y presenciando la preparación de la cruz en la que será ajusticiado. Respecto al trono es de Alfonso Ruiz Esteban.
Como novedad, a la cruz guía estrenada el pasado año se le ha hecho una pequeña capilla en cuyo interior portó un frasco con arena de tierra santa. Y un hermano portó las reliquias de Santa Clara, ambas cosas prestadas por las clarisas. También se estrenaron un par de faroles de plata acompañando a la cruz parroquial.
El cortejo estuvo identificado un año más por la sobriedad, la sencillez y el silencio, el cual se rompió con la música interpretada a la salida y con algunas saetas ofrecidas junto a Santo Domingo y a San Pablo. En este último lugar, ante la Puerta de los Carpinteros, hubo un encuentro del Cristo de la Pasión con Nuestra Señora de la Fe de la cofradía de la Humildad. Asimismo, en cinco punto del itinerario se rezaron los cinco misterios del rosario.
Los elementos característicos fueron el hierro y el barro, ya que muchos de los atributos y enseres que portaron los hermanos han salido de los talleres de forja y de los alfares de la ciudad. El desfile fue precedido de una cruz de guía y ciriales, recorriendo las callejuelas situadas entre el barrio de Santo Domingo, la plaza Primero de Mayo y la plaza de San Pedro.
Cristo de la Pasión. / ROMÁN
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