"Tras una intenso y triunfal campaña de 1962 -en la que ya es apoderado por el viejo torero Antonio García Maravilla-, junto a los meses de 1963 previos a la alternativa, la empresa de Madrid lo acartela para ese momento tan especial el 19 de mayo, con el toledano Gregorio Sánchez de padrino y Mondeño, el testigo de una tarde de postín. El toricantano salda el enorme compromiso con un gran éxito al desorejar a Irónico, de Benítez Cubero, el sexto toro de la corrida y que le supone entrar en el escalafón superior con los máximos honores..."
Justo 60 años atrás, un veterano novillero del pueblo zamorano de Villalpando, Andrés Vázquez, al que muchos llamaban El Nono –apodo desde su infancia- tomaba la alternativa en plena feria de San Isidro. Lo hacía a lo grande después de completar una triunfal campaña novilleril el año anterior, en la que varias veces triunfó en Las Ventas, sirviéndole para ganar una alternativa de lujo. Al igual que ocurrió al año antes con su admirado y casi coterráneo Santiago Martín El Viti. En esa época novilleril, Andrés Vázquez había compartido muchos carteles con Manuel Benítez El Cordobés y el vizcaíno Rafael Chacarte -excelente torero, aunque pronto queda apeado del triunfo y se hace banderillero-.
El toricantano está punto de cumplir los 30 años, por lo que accede al nuevo escalafón en una edad ya pasada, excesivamente veterano, porque en su momento le faltó continuidad para sumar triunfos que lo pusiera en el camino y haber tomado al alternativa con los mozos de su generación –El Litri, Aparicio, Pedrés, Ostos, Ordóñez, Jumillano…-. Por esa razón buscó refugio en las capeas, donde transcurrieron largos años, que le dieron experiencia y conocimientos para afrontar la oportunidad en el momento que llegase. Y esta vino de la mano de un viejo taurino aragonés radicado en Salamanca llamado Primitivo Lafuente, conocido como el señor Primi, padre de dos hijos banderilleros –Victoriano y Adolfo- que puso en el camino para funcionar a aquel Nono de Villalpando que pronto pondría a todos de acuerdo tras los primeros y contundentes éxitos en la madrileña Victa Alegre.
Tras una intenso y triunfal campaña de 1962 -en la que ya es apoderado por el viejo torero Antonio García Maravilla-, junto a los meses de 1963 previos a la alternativa, la empresa de Madrid lo acartela para ese momento tan especial el 19 de mayo, con el toledano Gregorio Sánchez de padrino y Mondeño, el testigo de una tarde de postín. El toricantano salda el enorme compromiso con un gran éxito al desorejar a Irónico, de Benítez Cubero, el sexto toro de la corrida y que le supone entrar en el escalafón superior con los máximos honores. Y estrenó, además, la llamada puerta de Madrid, la puerta grande de Las Ventas, con la primera de la decena de salidas en hombros logradas desde su alternativa, junto a las tres conseguidas en sus días de novillero.
Pocos días después, el 23 de mayo, vuelve a Madrid para cumplimentar su segunda corrida de San Isidro. En esta ocasión lidiándose toros de Atanasio Fernández compartiendo cartel con Julio Aparicio y Jaime Ostos. De nuevo el éxito se alía al firmar una gran actuación y desorejar a su primero para salir lanzado del ciclo madrileño, camino de todas las ferias.
Hoy, en esta fecha tan especial vaya este recuerdo para el gran torero zamorano que hace 60 años tomaba al alternativa. Para una persona tan querida y cercana que siempre dignificó el arte de torear. Para aquel Nono que, con el nombre de Andrés Vázquez, sería figura del toreo para honrar y dar categoría durante tantos años a la Tauromaquia, a la que puso fin el día que cumplió ¡80 años con un Victorino!
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