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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

domingo, 2 de noviembre de 2025

RECUERDO A JOSÉ GÓMEZ “GALLITO” / por Francisca García


'..En un día como el de hoy de recuerdo a los seres que se fueron, ha ido también mi recuerdo para el torero venerado que quedó inmortalizado y “Parece que está dormido en su capote de brega” como reza la canción de Quintero, León y Quiroga..'

RECUERDO A JOSÉ GÓMEZ “GALLITO”

Francisca García
Estos días primeros del mes de noviembre son visitados los camposantos de toda España. Hay Cementerios monumentales, como el de la Almudena en Madrid que es, según se dice, el mayor de Europa y son auténticas obras de arte las que se muestran en cementerios de Cataluña, de Galicia, de Castilla la Vieja, de Andalucía, sin excluir ninguna región, porque donde menos se espera hay un monumento funerario digno de admirar. Prácticamente en toda la península se pueden encontrar estatuas y panteones artísticos de singular belleza.

Los cementerios españoles son en buena parte museos de escultura al aire libre. Obras que van del neogótico al renacentista o al modernista, neoclásico o vanguardista, según las épocas y los gustos de los arquitectos o escultores de cada momento. Obras que han firmado artistas y arquitectos reconocidos, pero ninguno me despierta mayor emoción y admiración como el mausoleo que Mariano Benlliure creó para envolver la cripta donde se hallan los restos de Joselito el Gallo, en el cementerio de San Fernando, de Sevilla. Si son muchas las obras magistrales del escultor valenciano, el mausoleo del que hablo, creo que supera a todo cuanto salió de la mente del gran artista del realismo decimonónico.

Solo un gran aficionado a los toros y con total dominio de la materia, bronce y mármol, podía haber plasmado en una obra como esta, la minuciosidad en el cortejo fúnebre que acompaña y lleva a sus hombros al diestro sevillano caído y muerto en la plaza de Talavera de la Reina. La maestría de Mariano Benlliure que acogió el encargo de la familia del diestro en el año 1922 se superó a sí mismo para retratar a gente del pueblo, niños, gitanos y representantes de hombres del toro. Allí están identificados con verosimilitud, la gitana María, su esposo el cantaor Curro el de la Jeroma, el ganadero Eduardo Miura y el cuñado del diestro, Ignacio Sánchez Mejías y hasta la Esperanza Macarena en miniatura, imagen que es portada por una gitanilla en traje de faralaes y que viene a significar la devoción que por ella tenía el pequeño de los Gallos. Todo en bronce, excepto la figura blanca de José muerto, cubierto por un capote de paseo, esculpido todo en mármol de Carrara.

Tres años se llevó la consecución del monumento. Este año se cumple el centenario de esta obra cumbre de la escultura española pues se concluyó en 1925, exponiéndose en el edificio que hoy alberga el museo arqueológico de Sevilla, antes de que al año siguiente se colocara sobre la cripta de San Fernando.

Si el cementerio de San Fernando es para muchos aficionados taurinos, visita motivada en cualquier época del año por la contemplación del tal monumento fúnebre, ahora no es posible porque el deterioro del mausoleo y la cripta en la que reposan los restos del torero y parte de su familia está reparándose por el mal estado de la última y la restauración que ha de hacerse al grupo escultórico. El ayuntamiento de Sevilla en connivencia con los herederos, se hace cargo de dicha restauración que será, por otra parte, acogido el monumento como patrimonio cultural sevillano. Será costoso y largo el proceso. Las obras empezaron ha realizarse hace un año pero es una labor muy meticulosa y llevará tiempo el recuperarla en su esplendor.

En un día como el de hoy de recuerdo a los seres que se fueron, ha ido también mi recuerdo para el torero venerado que quedó inmortalizado y “Parece que está dormido en su capote de brega” como reza la canción de Quintero, León y Quiroga.

1 de noviembre de 2025

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