EL ÚLTIMO MOHICANO DE LA FIESTA / Por Aquilino Sánchez Nodal

                      EL ÚLTIMO MOHICANO DE LA FIESTA

 Aquilino Sánchez Nodal

 

     Existen excelentes escritores en temas taurinos entre los que impera cierta moda despectiva hacia José Tomás. Econtra, una corriente de aristócratas de la tecla, sobrevenidos que muestran una clara condición para elogiarle en interés personal de ellos mismos. Lo realmente importante es mantener la competencia entre “anti y pro” José Tomás para cumplir sin esfuerzo su cometido y mantener un lugar en la actualidad taurina. Los fijos en diarios y emisoras, los eventuales feroces, los veteranos modorros y los becarios con ambición, han desbordado los espacios destinados a los comunicadores del asunto. Escribir de toros resulta fácil, divertido y lo que es mejor, no se exigen responsabilidades, “así es, si así me parece”. 

     No dudan en inventar ataques comparativos hacia las demás figuras de importancia. Pero únicamente escriben en letra negrilla, si uno de los competidores es el de la triste figura de Galapagar. El siempre reconocido y bien tratado Enrique Ponce. En la última temporada, Julián López “El Juli”. Un poco menos Miguel Ángel Perera . . . todos muy importantes pero . . .  los tres acartelados en un mismo festejo no logran llenar la plaza de Santa María la Real de Nieva. Este es el Siglo de José Tomás. ¿La razón?, no la sabemos. Si realmente comparamos la forma de realizar las suertes de éste torero con cualquier otro de los mencionados, seguramente perdería en técnica J.T. Alegamos con cierta intención, que el “divino”, no se arriesga a jugar sin ventaja ganadera. Quizás de esta anómala situación provenga el fervor de los aficionados, que se dispara con el atractivo poder del cartel de, “no hay billetes”, que precede a sus actuaciones.

     Al fin y al cabo los empresarios suman lo que cobran tres matadores para media plaza y lo que gana uno a plaza llena y no lo dudan, José Tomás con otros dos, no importan nombres, es más rentable.

     En este último San Isidro, 2.010, han sido, casi la totalidad de los carteles, repudiados por la mayoría de los sufridos abonados. Es curioso el comentario escuchado a un asiduo de Las Ventas:

-          Si entre tanto cartel sin rematar, en uno se hubiera  anunciado al frágil y “noño”

matador  en la presentación de la Feria, nadie se hubiera quejado de los carteles.

      En el toreo, y es algo que todo el mundo sabe, no hay mejores o peores en forma absoluta. Solo existen los que deseamos ver torear y a los que nos da igual. Queramos o no, pese a quien le moleste, nos gusten sus formas o no, José Tomás es la última columna que sostiene la Fiesta y lo que es peor, con la situación a peor, tardará mucho tiempo en aparecer otro matador para unirse a “Paquiro”, El Guerra, “Manolete, Manuel Benítez “El Cordobés” y el mismo José Tomás que mantenga el interés de los aficionados y “turistas” a las corridas de toros.