La religión cristiana ha sido objeto de innumerables ataques e insultos provenientes de la izquierda española desde hace mucho tiempo; podríamos decir que desde siempre, aunque desde la transición se han hecho más frecuentes, la mayoría de las veces ataques e insultos pagados con dinero público, por políticos despreciables, cobardes que amparándose en la, mal llamada, libertad de expresión ofenden a quien no piensa como ellos en algo tan intimo, tan sagrado como deben ser las creencias religiosas de cada cual.
Insultos a la Religión cristiana
Rafael Comino Delgado
Catedrático de la Universidad de Cádiz
La religión cristiana ha sido objeto de innumerables ataques e insultos provenientes de la izquierda española desde hace mucho tiempo; podríamos decir que desde siempre, aunque desde la transición se han hecho más frecuentes, la mayoría de las veces ataques e insultos pagados con dinero público, por políticos despreciables, cobardes que amparándose en la, mal llamada, libertad de expresión ofenden a quien no piensa como ellos en algo tan intimo, tan sagrado como deben ser las creencias religiosas de cada cual.
Winston Churchill decía, acertadamente, que "donde hay un gran margen para la libertad de expresión hay siempre una cierta cantidad de opiniones estúpidas", pero en este caso las estupideces son ofensivas cuando no agresivas para todos los cristianos (unos 2180 millones en el mundo). Confunden la libertad de expresión con la libertad para ofender y agredir, lo cual no es propio de personas mínimamente civilizadas, pero si es propio de la izquierda radical, montaraz, que siempre actuó así, por considerar que todo lo que no coincida con sus ideas debe ser prohibido cuando no eliminado del mundo.
Olvidándonos, aunque no nos podemos olvidar, de la quema de Iglesias y asesinato de fieles se puede relatar, solo refiriéndonos a los últimos años, una larga lista de estos ataques y aun nos quedaremos cortos. Sirvan como ejemplos: Los titiriteros contratados por el ayuntamiento de Madrid, el asalto a la capilla gritando "arderéis como en el 36", con Rita Maestre al frente, el padre nuestro blasfemos de Ada Colau, el Carnaval con la Drag de las Palmas, la exposición sacrílega de Pamplona, la cabalgata de Reyes de Carmena, el blasfemo pregón de Carnaval de Santiago de Compostela, etc.,
La doctrina cristiana, lo que Jesucristo dijo, puede resumirse en "que todos somos iguales ante Dios, que todos somos libres, que debemos amarnos los unos a los otros, y no hacer a los demás lo que no nos gustaría que nos hicieran a nosotros".
Ante tal doctrina y viendo lo que está pasando en España no hay más remedio que preguntarse:
a)¿Qué hay de malo en ella? b)¿Por qué nos insultan y agreden si no les hemos hecho mal alguno? Pues vamos a tratar de contestar de la forma más clara que sabemos.
a) Nada hay de malo en considerarnos a todos iguales ante Dios y libres, más bien al contrario. Pero ellos, los que atacan (digamos Pablo Iglesias, Carmena, Colau, el alcalde de Santiago, etc.) no aceptan la igualdad, pues se consideran superiores, y tampoco aceptan la libertad, pues consideran que todo el mundo debe hacer lo que ellos dicten. Por tanto están en contra de los principios fundamentales del cristianismo. Por otra parte no pueden aceptar a un Dios, pues eso significaría aceptar que hay alguien o algo superior a ellos, que se consideran los verdaderos dioses. Pero al mismo tiempo predican la igualdad, en la que no creen ("el doble pensar de Orwell"), para esclavizar a las masas, pues en verdad los dirigentes de la izquierda radical desprecian, aunque utilizan, al pueblo. Solo ellos se consideran capaces de pensar, los demás solo de trabajar como burros. "Nadie en el mundo explota al pobre con más desprecio que los señoritos comunistas y socialistas", dijo, muy acertadamente, el capitán Alejandro Trujillo.
El propio Carlos Marx nunca trabajó, fue un borracho que jamás se lavaba, y olía mal según decían sus amigos. Nunca se mezcló con la clase trabajadora, ni siquiera visitó una fábrica textil, a la que fue invitado. Tuvo una sirviente a la que solo daba comida y cama. La dejó embarazada y el hijo se lo endosó a Engels que, dicho sea de paso, le había dado una pensión anual de 350 libras para que pudiera vivir y escribir "El capital".
En definitiva atacan a la religión, atacan y niegan a Dios porque, como decíamos, admitirlo supondría aceptar alguien por encima de ellos.
b) Además, atacan y ofenden precisamente porque en el fondo saben, aunque no quieren reconocerlo, que los cristianos y sus principios son infinitamente superiores moralmente a ellos. Su reacción es ofender, aunque se quedan con ganas de agredir, o incluso eliminar físicamente, y de hecho muchas veces lo hacen.
Hay quien no duda de que cualquiera de los que atacan e insultan a la religión cristiana, eliminaría físicamente, si pudiera, a todos los cristianos y a todos los que pensasen diferente.
Y también hay quien no duda de que Pablo Iglesias, Monedero, Alberto Garzón, etc., entusiastas admiradores de Lenin, Stalin, Castro, Maduro, todos ellos reconocidos asesinos, serían felices si en España fueran encarcelados, torturados y ... todos los católicos que cada día van a misa.
Algo llamativo es que todos ellos tienen una característica muy bien definida, tanto los ofensores (muchas veces pobres desgraciados que hacen cualquier cosa para poder comer sin trabajar) como aquellos que les pagan, es decir, los políticos (como la Sra. Carmena en Madrid, Ada Colau en Barcelona, el alcalde de Santiago de Compostela, etc.) que contratan a los que ofenden, y es que son muy cobardes, miserablemente cobardes como asquerosas ratas de alcantarilla. Prueba de ello es que no atacan e insultan al Islam , si bien en privado le desprecian (les he oído hacerlo a algunos ), aunque en público le ensalzan, le adulan e incluso se humillan ante ellos, les felicitan el comienza del Ramadán, como hizo el estulto Alberto Garzón.
Hablando claro, y como hemos expuesto, todo ello nos lleva a tener que considerarles seres viles, miserables, despreciables moralmente, que no respetan a nadie que piense distinto a ellos. Faltan el respeto a miles de millones de personas (cristianos), sin el más mínimo sonrojo, lo cual indica que desconocen el concepto "respeto", y que no han evolucionado intelectual, ética y moralmente pues todavía pretenden imponer sus ideas y deseos por la fuerza.
Si analizamos detenidamente a los responsables de los ataques contra el cristianismo, nos damos cuenta de que todos ellos tienen un nivel intelectual, cultural (creen que ser culto es haber leído a Marx y Engels, aunque no les hayan entendido) y moral más bien bajo, por no decir paupérrimo, según se deduce de sus declaraciones y actuaciones, y no solo en este aspecto. Así ha actuado siempre la izquierda radical, y viendo lo que vemos no se espera que puedan evolucionar en los próximos años o siglos
.
Los principios del cristianismo, se sea creyente o no, representan la verdad, el bien (no hacer mal a nadie) y los suyos la mentira y el mal. Todo lo que predican saben que no es verdad, por eso recurren al "doble pensar", para siempre poder decir que llevan razón y engañar a sus incautos seguidores.
Don José María Carrascal, hombre muy culto, que ha vivido fuera de España, tanto en Europa como en América, y por ello tiene una visión amplia del mundo, escribió recientemente un artículo en el ABC de Galicia, en el que venía a decir, muy acertadamente, que el verdadero problema de España no es ni la economía ni Cataluña, sino la extrema izquierda. Nosotros añadimos que el problema de España, desde primeros del siglo XX, tampoco es la corrupción, con ser mucha (pero todos los países la tienen por ser inherente al ser humano), ni el paro, ni los nacionalismos en general, ni la indisciplina, ni la escasa productividad, es "la izquierda radical", es decir casi toda la izquierda (pues la moderada es muy reducida en nuestro país) porque no respetan las leyes, no creen en la libertad ni en la democracia, solo pretenden imponer sus ideas por la violencia.
Ya don Pablo iglesias Posse, el fundador del PSOE, dijo en el parlamento, "que solo respetarían las leyes que les fuesen favorables" (¡Qué gran demócrata!), y así siguen.
Winston Churchill pensaba, con razón, que "El socialismo es la filosofía del fracaso, el credo a la ignorancia y la prédica a la envidia; su virtud inherente es la distribución igualitaria de la miseria", por eso sería bueno que recapacitasen, que dejaran de odiar, se civilizasen un poco y admitiesen que en pleno siglo XXI sus ideas no sirven, de hecho nunca sirvieron por la sencilla razón de que no creen en la persona, ni en la libertad, ni en la democracia y así es imposible respetar al otro.
¿En qué mente medianamente ordenada se puede admitir no respetar las creencias religiosas en pleno siglo XXI? ¡En ninguna! Por eso dudo mucho de que ello ocurra, es decir que recapaciten, porque sus mentes, sus almas, hoy por hoy, son verdaderas letrinas.
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