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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

domingo, 2 de diciembre de 2018

MÉXICO. ¿Robotización? / Por Bardo de la Taurina



¿Robotización?

El Bardo de la taurina
Me preguntan ¿Por qué antes se veían más concurridos  los festejos?, y creo que esto obedece en buena parte al desinterés que existe desde que algunos ganaderos estén vendiendo   kilos tiernos, con plátanos dominicos y amor y paz en sus embestidas,  ante ello uno pensaría que esos aficionados que antes iban a la plaza ven las corridas por  ‘la tele’ pero a nivel calle la opinión es que tampoco las ven,  y me voy a saltar el comentar, porque  no me consta  que hay personas que solo miran la pantalla,  y respecto a las ofertas radiofónicas  cómo son varias, es probable que en global el rating se haya mantenido.

Y como estamos en tiempos de cambios, este lunes a través del programa de Ruiz Healy, escuche que “Tere” Vale comentaba que se acababa de inaugurar la primera ‘Casa de citas’ en la que en vez de prostitutas quienes propiciaban el placer ahora son robotinas, (por cierto recomendaron no excederse en la apasionada entrega pa’ evitar un corto circuito, producto de un sobre calentamiento) esto me remitió al libro de ‘Sálvese quien pueda’ de Andrés Oppenheimer y en automático pensé que en el improbable caso de que las corridas de toros continúen en la capital, no habría que descartar que en algunas áreas la fiesta se podría robotizar.

Y es que pienso,  si una computadora es capaz de verificar un automóvil y por ende certificar si está apto pa’ circular o no, ¿Cuál sería el impedimento pa’ que esto no funcionara en la fiesta?, veamos un caso que sería el de los toros, los cuales una vez que llegasen a la plaza, pasarían por una banda como esas maravillosas que con tecnología de vanguardia, fabrica la confiable marca alemana de SIEMENS, ya sobre la banda al toro en automático se le pesaría con una exactitud digital que no admite una milésima de duda, también la pantalla daría el estimado de los kilos que por día va a recuperar el animal en los corrales, la banda seguiría avanzando hasta detenerse a un costado de un escáner que mediría la dentadura,  los anillos que se encuentran en la sepa de los cuernos, y  checaría si la bajada de los testículos concuerda con la  fecha de nacencia del toro, y sin que intervenga la mano (negra) del hombre,  en automático, se cotejarían los datos con los de nacencia que el ganadero mando pa’ alimentar la computadora, otro paso sería el analizar  el estado en que llegan, de los pitones pa’ saber si  fueron  manipulados ventajosamente, y por último sin problema se conocería el estado de salud en que se encuentra el toro, incluyendo la masa muscular, y al final saldría la luz verde de verificación aprobada, o la roja de rechazada. O sea ha llegado la época del ‘verifitoro’.

Como esto no va suceder de inmediato, lo que si buscamos es que se sepa que la fiesta está navegando en un pantano de dudas, y por eso la inquietud para prevenir que esto termine de desvielarse, tratando de salvarle algunos  pistones, y al decir salvar, así como los toreros hace muchos años perdieron el control del ‘mango y del sartén’ y ahora son mangoneados por las empresas, que quieren por conveniencias económicas  hacerlos parte mecánica de su engranaje, a ese, al que ya han logrado meter en su redil a varios hierros,  a los que les están comprando  reses bajo un estándar, y digo reses, porque eso son  y no toros de lidia, ganaderías que permiten que a sus animales los traten como productos de vulcanizadoras y les parchan las corridas a como se les da la gana, y subrayo estar consciente que todavía existen excepciones.

Esa ética y lugar lo deben de recuperar los agraviados que  son los toros y los toreros, a los que por citar un ejemplo del poco respeto que les brindan, se sabe que en ocasiones los toreros se enteran que van a torear por medio de las redes sociales, sin siquiera haber negociado  los toros que van a lidiar, los nombres de los alternantes y hasta sus honorarios, ¿o que acaso ya les tienen un arancel predeterminado?, y respecto al tendido o a la afición ésta tiene que recuperar también su lugar, mandar al carajo la sumisión y alzar con estruendo la voz, porque esto es una fiesta donde no cabe la blandenguería, y recurro nuevamente a unos ejemplos calientitos, que se han registrados dentro de los tres primeros festejos que se han dado en la temporada de invierno de la CDMX, donde varios animales debieron de ser rechazados por su pobre trapío, ¿y qué ha pasado?, nada se ha permitido que se lidien sin pitos y ya no digamos con una bronca, y en lo referente a los toreros,  indiscutiblemente en todos los festejos se debió de haber abierto la Puerta Grande, ¿y qué ha pasado?, nada,  conformarse con una orejita que no tienen en algunos casos más valor que el de una consolación o alegoría.

Y todavía permitimos o nos quedamos tranquilos con que la prensa  fru-fru porque en el toro no hay fi-fi, nos diga que todo va bien, bueno como ha estado la cosa que hasta al poderosísimo  Sebastián Castella se le permitió su displicencia y todavía le agradecieron el gesto de regalar un burel,  ¡señores esto es de contundencia!, por eso la gente al salir de la plaza  el domingo decían que el segundo y el sexto  eran llaves maestras pa’ abrir la Puerta del Encierro’, ¿y qué pasó?, ¡yo que sé! Si solo soy una oreja y un amplificador de la voz del tendido, ¿o del cemento de la ausencia?, que es el que está haciendo las ‘grandes entradas’…y no sin razón.

Y como puedo estar equivocado y sé que los extranjeros hayan hecho lo que hayan hecho, están más allá del bien o del mal, recurro al pasatiempo de moda la  Consulta Popular, ¿Volvería a pagar por ver a alguno de los mexicanos que ya actuaron?, (si) o (no), y como de todas maneras a los del poder su respuesta les vale pinole, no conteste, que allá y aquí todo esto, es una farsa.

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