la suerte suprema

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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

jueves, 2 de abril de 2020

Manolo Navarro en el recuerdo / por Paco Mora



Navarro devino en un torero recio y de sólida técnica, no exenta de cierta gallardía, que solía formar parte de los carteles de la Feria de la Virgen de los Llanos en septiembre, alternando con las figuras del momento. Recuerdo haberle visto salir en hombros por el Paseo de la Feria en sus tardes de triunfo.


Manolo Navarro en el recuerdo

Paco Mora
AplausoS / 2 de Marzo de 2020
Manolo Navarro, uno de los primeros matadores de toros que dio Albacete, en realidad solo Mancheguito le antecedió, pertenecía a la generación de Luis Miguel y Paquito Muñoz. En realidad Manolo no se apoyó demasiado en su ciudad natal, en la que en sus tiempos no existía apenas ambiente taurino, por lo que se forjó como torero en la zona de Madrid, y en la capital manchega se presentó ya con picadores. La época de efervescencia taurina en Albacete vendría años después con Montero, Pedrés y Chicuelo II. No obstante, Navarro devino en un torero recio y de sólida técnica, no exenta de cierta gallardía, que solía formar parte de los carteles de la Feria de la Virgen de los Llanos en septiembre, alternando con las figuras del momento. Recuerdo haberle visto salir en hombros por el Paseo de la Feria en sus tardes de triunfo.

Manolo Navarro era muy amigo de Ángel Luis Bienvenida, y solía torear una becerra en el festival a puerta cerrada con el que éste celebraba el aniversario de su alternativa. El albaceteño pasó parte de los años de su retiro conduciendo un taxi. Pertenecía a una conocida familia albaceteña. Su padre era mayorista de pescado, y tenía una pescadería en la Plaza del Mercado, ubicada donde hoy se levanta la barriada de Puerta Cerrada. Recuerdo a aquel hombre amplio y de buen porte al que nombraron algo así como director general de Pesca y Salazones con sede en Madrid. Por aquel entonces circuló por Albacete la especie de que el hombre se había fugado con su secretaria y la caja a América, y que desde allí le puso un telegrama a su hijo que decía: “Hijo mío, esta es una faena y no las que tú haces”. Verdad o bulo, la cosa no se puede negar que tiene su gracia.

Como dato más reciente cabe señalar que cuando se homenajeó a los matadores de toros más antiguos de Albacete, él excusó su asistencia por motivos de salud.

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