Pese a que la situación, mires donde mires, casi en todos los ámbitos, es complicada y difícil, sin que la tauromaquia acierte a salir del atolladero al que, entre otras causas, la ha llevado la pandemia, y con nuestra sociedad caminando sin rumbo, hay que hacer un alto y recordar que es Navidad.
Abrámos un paréntesis
Paco Delgado
Y eso que sobran los motivos para la preocupación y hasta el miedo -esas amenazas de muerte, intolerables en lo que pensamos una democracia respetable y digna, a Eneko Andueza por haber cometido el terrible delito de escribir un libro sobre toros y reconocer su afición; esas descalificaciones de gente de su propio partido, pidiendo su salida del mismo al considerarle indigno por el mero hecho de reconocer que una de nuestras más emblemáticas y reconocibles tradiciones forma parte de su identidad, de su forma de ver y entender la vida; la desvergüenza, caradura y miserabilidad de los responsables de solucionar y solventar las ayudas, subsidios y subvenciones a que legalmente tienen derecho los profesionales del toro, a los que siguen engañando y dando largas desde… ¡marzo! y demostrando que la palabra de un ministro -qué decir de la del presidente del gobierno…-, ahora mismo y en nuestro pobre país, no sirve de nada y para nada; el encono de una muy significativa parte de nuestra clase política por acabar con las corridas de toros y todo lo que las rodea y tenga relación, negando y tergiversando la historia, nuestra historia; la situación de los ganaderos, que se ven obligados a llevar al matadero sus productos por que no se pueden celebrar festejos y sin que en muchos puntos de nuestra geografía -la Comunidad Valenciana, sin ir más lejos, epicentro de los festejos populares- la Consellería de Agricultura haya consentido dar ni un euro para paliar el desastre, habiendo recibido sólo lo que buenamente han podido dar las Diputaciones de Valencia y Castellón..; la tradicional y nefasta desunión de los distintos estamentos taurinos, que siguen yendo cada uno por su lado, dejando un nuevo sainete con los concursos de arrendamiento de las plazas de Málaga y Albacete, cuestionados no se sabe muy bien por qué motivo por la patronal empresarial y la FTL y, sin tiempo siquiera a terminar de leer la recomendación ya un empresario, haciendo oídos sordos a lo que decían sus compañeros, presentaba su solicitud para dirigir el coso manchego…
No son pocos, ya se ve, los frentes en los que el taurinismo debe pelear, rodeado de un enemigo que le supera en medios (nunca mejor dicho) e inquina. Pero hay que echar la vista a nuestro alrededor y nos percatamos de que somos muchos, de que hay mucha gente a favor, mucha gente que, sin estar dentro del negocio, gusta del espectáculo y no ve con buenos ojos este ataque ni ese afán destructivo.
Se ha visto en los últimos meses, cuando en los festejos que se han podido organizar este año la gente ha respondido. Y hay gente que pelea por que esto no muera: sólo hay que fijarse en la gran cantidad de jóvenes han tomado parte en los muchos certámenes y concursos organizados por escuelas y entidades públicas no contaminadas. Hay base, hay materia prima. Tenemos cantera, tenemos toros y tenemos público ¿qué falta? unión, como siempre se ha dicho. Unión total y sin fisuras,. Y con esa unión, organización. Un sistema fuerte y sólido que sea capaza de contrarrestar los movimientos en contra.
Y esto, que parece que sea una milonga, se puede hacer. Se puede conseguir. Sólo se precisa, como en todo, ganas y trabajo. Y buena voluntad. Y eso es lo que desde estas líneas pedimos ahora: buena voluntad. A fin de cuentas estamos en Navidad. Hay que hacer un paréntesis y pedir eso, buena voluntad. Hagamos ese esfuerzo, no cuesta tanto.
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