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Los críticos señalan una obviedad: la eutanasia mata. No sirve para evitar el sufrimiento, es irreversible, empuja a la muerte y deteriora la confianza médico-paciente. El objetivo, añaden, debe ser lograr unos buenos cuidados paliativos para el conjunto de la población, no matar por las buenas. Y se preguntan si el Estado puede establecer el momento a partir del cual una vida puede ser desechable.
La cultura de la muerte y del descarte, una prioridad para el Gobierno de España
La ley, fruto de una obsesión liberticida por regular el comportamiento de las familias ante el final de la vida de un ser querido y por posibilitar que otros decidan sobre la existencia ajena, cuenta con la oposición del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), que ya reafirmó su compromiso con la vida humana y la dignidad de la persona, y pidió una Ley General de Cuidados. En este sentido, recordó que el Código de Deontología Médica establece que “el médico tiene el deber de intentar la curación o mejoría del paciente siempre que le sea posible”.
El Comité de Bioética de España (CBE) también la rechaza. El pasado mes de octubre aprobó por unanimidad un informe que considera que la eutanasia no es un “derecho subjetivo”, razón por la que no debe articularse como una prestación pública. Así, aseveró que “la efectiva universalización de los cuidados paliativos y la mejora de las medidas y recursos de apoyo sociosanitario (…) deberían constituir el camino a emprender de manera inmediata”.
Los críticos señalan una obviedad: la eutanasia mata. No sirve para evitar el sufrimiento, es irreversible, empuja a la muerte y deteriora la confianza médico-paciente. El objetivo, añaden, debe ser lograr unos buenos cuidados paliativos para el conjunto de la población, no matar por las buenas. Y se preguntan si el Estado puede establecer el momento a partir del cual una vida puede ser desechable.
En pleno debate VOX ya ha anunciado que la recurrirán ante el Tribunal Constitucional. Para la diputada Lourdes Méndez Monasterio esta es una “ley eugenésica maquillada de bonhomía” y el plan del Ejecutivo es “implantar la cultura del descarte y de la muerte”… y la apuesta por los cuidados paliativos es un “sí a la vida”. Y obispos españoles han llamado a una jornada de ayuno y oración para pedir respeto a la vida humana. El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, ha tildado la ley de “perversa e inicua”. “No a la eutanasia y sí a los cuidados paliativos, expresión de la compasión y de la caridad que debemos a la persona y a las familias ante esa fase final de la vida”, ha zanjado.
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