"...y, como paradoja del destino, nadie se acuerda, porque nadie lo ha referido para ser el sustituto cabal y auténtico del diestro herido y, al torero que me refiero se llama Curro Díaz pero, como los carteles que tenía escriturados el gran torero de Extremadura se circunscribían con las figuras, esos huyen todos despavoridos de Curro Díaz porque saben que, en un momento determinado puede ponerles contra las cuerdas..."
Sustituciones
Pla Ventura
Toros de Lidia / 9 mayo, 2022
Mal que nos pese a todos, la desdicha de uno, caso de Emilio de Justo, ha sido el éxito de los demás. Me explico. De Justo dejó vacantes más de cincuenta puestos en las corridas que tenía contratadas que, como ya dije en su momento, más de uno se frotará las manos en silencio, pero con la algarabía interior al saber que, esa desgracia del citado diestro beneficiará a muchos de sus compañeros pero, ante todo, a los empresarios que le habían contratado. ¿Es lógico que esto ocurra? Por supuesto. Pero esas sustituciones que deja Emilio de Justo deberían de ir en consonancia con lo que ha sido la épica y brillantísima carrera de este diestro admirable y, por lo que vemos, más de uno hará el agosto en pleno mes de mayo.
En el peor de los casos, dichas interinidades deberían de estar rociadas de la más auténtica verdad; digamos, algo que se pareciera mucho a la verdad inmaculada del diestro que cayó herido o lesionado en Madrid, como lo queramos denominar. Pero no, en estos casos se tira por la calle de en medio, se contrata a muchos mediocres que tienen su nombrecillo y todos contentos.
Por lo que he visto ningún empresario se ha estrujado la cabeza pensando en aquello de que el sustituto de De Justo debería ser un hombre tan cabal como el caído en acto de servicio. Nada de eso. Se contrató, por ejemplo en Brihuega, a Ginés Martín como suplente del gran Emilio de Justo, aunque luego se suspendiera la corrida. La diferencia es abismal. Se trata de un pueblo, es verdad, pero todos aquellos que anhelaban ver al diestro extremeño se encontrarán con el “enterrador” de turno como si trabajara en una funeraria porque, Ginés Marín, el pobre, parece que le persigue la guardia civil por aquello de su carita triste que nos muestra a diario.
Emilio de Justo dejará de ganar cientos de miles de euros pero, su figura herida y maltrecha, para los demás, será un negocio redondo. Hasta el momento, todos los que le suplen tienen menos caché que él, caso de Paco Ureña en Sevilla que no le quisieron ni gratis y, ahora le han dado esa oportunidad para reemplazar al héroe caído. Si no le querían ni gratis, ¿se imagina alguien qué dinero le dará ahora Ramón Valencia? Vamos que, si viésemos la liquidación nos echaríamos a llorar. Ponemos el mismo ejemplo en Madrid en que, será Miguel Ángel Perera el afortunado que le suplantará. Otro negocio redondo para la empresa.
Otro ejemplo sangrante es el de Arlés en el que Emilio de Justo compartía cartel con El Juli en un mano a mano que así ha quedado, solo con la alteración de que fue Daniel Luque el que se enfrentó al de Velilla de San Antonio. Pongámonos la mano en el corazón y respondámonos la pregunta que todos nos hacemos. ¿Se pude hacer un cartel más vulgar que el citado? En el primitivo, era De Justo el que tenía vitola de torero auténtico, pese a la categoría de figura del toreo de El Juli pero, en la actualidad, más de uno, tras el festejo, más de uno quiso echarse de cabeza al Ródano que por algo pasa junto al coliseo romano arlesiano.
A muchos les ha tocado la lotería con las sustituciones a las que aludo, entre ellos, Tomás Rufo puede tener muchas papeletas para ser el suplente del diestro referido, amén del citado Ginés Marín, Daniel Luque, quizás alguna para Álvaro Lorenzo y, como paradoja del destino, nadie se acuerda, porque nadie lo ha referido para ser el sustituto cabal y auténtico del diestro herido y, al torero que me refiero se llama Curro Díaz pero, como los carteles que tenía escriturados el gran torero de Extremadura se circunscribían con las figuras, esos huyen todos despavoridos de Curro Díaz porque saben que, en un momento determinado puede ponerles contra las cuerdas y, como el de Linares no tiene entorchado de figura es por ello que molesta más que un clavo en un zapato, de ahí que todos se marchen de su lado y, para su desdicha, desde aquí aseguro que no le darán ni una sola suplencia. Ahí está el caso de Manolo Escribano, un héroe donde los haya que, con toda seguridad, tras su épica en Sevilla, no le darán ni un solo pitón para sustituir a De Justo.
O sea que, en esta ocasión, como siempre ha sucedido, los beneficiados siempre serán los mismos, en primera instancia unos toreros que torearán mucho más de lo que pensaban a un precio de risa y, todos los empresarios que, con unos costes mucho más baratos, de tener la suerte de que entre la misma gente en una plaza de toros –cosa que dudo mucho- el negocio puede ser interesantísimo.
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