'..La libertad mundial, como la conocemos, depende en esta hora crucial de las levas que puedan organizar Alsina y los de la COPE…'
Te arranco la cabeza
HUGHES
Perdonen ustedes que empiece, otro día más, con mis amigos los liberalios, que están ahora descubriendo América (qué si no) y andan sublevados no solo por la posibilidad de paz en Ucrania sino también por la voluntad norteamericana de explotar los recursos ucranianos.
Los liberalios, suaviter en los periódicos y terribles en Internet, pensaban que Estados Unidos estaba dando a Ucrania millones y millones y millones y armas y armas y armas solo por la causa de la Libertad. Que todo era a fondo perdido por el ideal democrático.
El disgusto que se están llevando es enorme, y no se lo van a perdonar nunca a Trump, Manuela Carmena. Ahora además sabemos que los franceses y los ingleses iban también detrás de los recursos de Ucrania. Su apoyo, al parecer, no era del todo desinteresado…
Y ando de verdad muy preocupado, no sea que los del club de Los Margaretianos, con sus calcetines de union jacks hasta la corva, descubran a estas alturas el colonialismo y se les caiga encima el Imperio Británico. ¿Y si todo ese tiempo los ingleses no estuvieron solo enseñando críquet y libre comercio? Yo no deseo el mal a nadie y los desengaños pueden ser de sanatorio.
El único apoyo desinteresado a Ucrania ahora mismo, y esto lo tienen que saber en Kiev, el único que no quiere tierras raras ni tierras para sembrar patatas, nada, está en España: la España de Abel y la España de la FAES, los liberales españoles de pierna o parné y los que han leído «Mi libro del comunismo». Esos solo quieren zumbar a Vox aprovechando que el Dniéper también pasa por Valladolid.
Con ellos terminaría la civilización occidental (sus valores, que son como los valores de Montoya: únicos) y lo demás ya sería barbarie (salvo quizás la Koalitionen). Zelenski, que esto debería saberlo, no puede apresurarse a firmar acuerdo alguno sin preguntarle antes a Cayetana.
Porque al este, putinejos; al oeste, trumpistas; arriba, iliberales; y abajo, mahometanos. ¡Es que no hay más!
La libertad mundial, como la conocemos, depende en esta hora crucial de las levas que puedan organizar Alsina y los de la COPE…
El despliegue de insensateces y acusaciones de estos días asombra aunque no sea nuevo. Este irse las cabezas lo vivimos en el Covid con los no vacunados. Los filósofos que entonces pedían código penal ahora piden guerra y los periodistas radiomacuto que querían pinchar a todo el mundo diecisiete veces ahora vigilan los niveles de putinasio en la atmósfera.
Hace unos días, en una entrevista televisiva, el actor Antonio Resines, modelo de majeza y campechanía, contaba que si se le presenta un no vacunado «lo arranco la puta cabeza». Ese «te arranco la cabeza», primo hermano del «te parto la crisma» es lo que llevamos dentro. Ese arranque decapitador, ese bestiajo de viñeta de Hermano Lobo.
–No le des más puñaladas, hombre.
–Pues que deje de llamarme asesino.
Además de mucha jeta, mucha impostura y mucho tonto, tonto como de Inteligencia Artificial, tonto que no te lo terminas de creer, asoma estos días el primigenio bestiajo español al que le han dicho tantas veces que es liberal y le han puesto tantas veces Los Cañones de Navarone que se ha quedado solo, embiste que te embiste, a defender Occidente.
28 de febrero de 2025
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