
Desde este medio, 'Del toro al infinito', lamentamos profundamente la pérdida irreparable de un amigo y paisano, Paco López, sumándonos al pesar de los ubetenses que siempre le demostraron sentido de amistad, respeto y admiración, y cuya ejemplaridad, como persona dotada de nobles virtudes y su magnánimo ejercicio de altos valores, honró el buen nombre de la ciudad de Úbeda, contribuyendo igualmente a la promoción y defensa de la tauromaquia.
Expresamos a su familia nuestros profundos sentimientos de pésame y elevamos una oración por el eterno descanso de su alma. Descansa en paz, querido amigo.
Juan Lamarca López
Madrid, 27 de Julio de 2025
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Se nos fue una gran persona y aficionado taurino
Fernando Sánchez Resa
Ha sido muy sentida la muerte en Úbeda del conocido aficionado a los toros, Francisco López Expósito, el 26 de junio de 2025. Tenía 71 años, pues había nacido, en la misma ciudad, el 26 de enero de 1954.
Paco López fue presidente de la Peña Taurina Paco Delgado (quien fuera famoso torero ubetense, siendo ahora empresario taurino. Su hijo también es torero, aunque aún no ha despuntado como su padre). Era muy aficionado a los toros, ya que, junto a su junta directiva, ayudó a Paco Delgado, organizando su mencionada peña taurina, que quedó establecida, primeramente, en un bar del barrio de San Pedro; luego, en un local de la calle Alaminos y, finalmente, en un piso de la calle Gradas del que era propietario un tío del torero.

Paco López en "su" Peña Paco Delgado y Juan Lamarca

Paco López y Juan Pablo Jiménez Pasquau
Debido al entusiasmo que Paco López tenía por él, organizaba viajes de los aficionados para asistir a las corridas de toros fuera de Úbeda. Como uno de sus hijos trabaja con Enrique Ponce, éste vino desde Navas de San Juan para dar el pésame a la viuda y sus hijos. El ex matador se enteró del deceso gracias a su hijo y a Eduardo Jiménez Torres. Paco Delgado lo lamentó mucho y recordó -con agradecimiento- todo lo que le ayudó cuando él era torero, por lo que va a crear un festejo taurino en su memoria.
Paco López, en su época activa, fue trabajador de Construcciones Guadalquivir y últimamente, antes de que su enfermedad le hiciera sufrir estoicamente, trabajó en el estanco de su suegro (Salido), que estaba situado en la plaza de D. Pedro Sola.
Tuve la suerte de hablar por teléfono y comunicarme por WhatsApp con su hija Irene, quien me contó múltiples detalles interesantes de su amado padre, transmitiéndome su admiración y amor incondicional hacia él, pues ha sido una figura muy importante para su vida y la de toda su familia. En la cabecera de su WhatsApp, así lo proclama, con una foto de ambos, bastante más jóvenes, y una frase que lo dice todo: “Te quiero papá” (y un corazón rojo), así como en su cabecera con un lindo sentimiento: “Ahora estoy muy unida a ti. Mi trocito de mar, te has quedado con una parte mía…”.

Me comentó que hace un par de años le dio un ictus del que se estaba recuperando lenta y ostensiblemente, pero Dios se lo quiso llevar para arriba, pues allí siempre son bien recibidas las personas humildes y bondadosas, como era Paco, que lo daba todo por nada, como siempre lo hizo en vida. Irene me confidenció que ahora se está enterando, tras la muerte de su padre, de las muchas acciones buenas que ella desconocía, puesto que se las están contando terceras personas que lo llevaban en secreto y estarán siempre agradecidas, ya que Paco callaba siempre, llevando a rajatabla, en su vida cotidiana, la regla evangélica “que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha” (referido a las acciones buenas o limosnas, claro está).
Paco lo hacía todo por el prurito de sentirse bien en su interior -cada noche- cuando hacía su examen de conciencia, sin más alharacas. Seguro que Dios ya lo tiene a su diestra, disfrutando de su merecido descanso eterno, en compañía de toda la corte celestial, incluidos sus familiares, amigos y antepasados fallecidos. Con la falta que hacen personas así en la Tierra, cuando lo que prima actualmente es el egoísmo puro y duro y el dárselas por todo, no haciendo paradójicamente nada por los demás…
Paco López y el matador de toros Juan Mora

Paco López preside un acto de la Peña Paco Delgado
Gracias a Eduardo Jiménez Torres, buen amigo suyo (y mío) que me lo comunicó y me puso en contacto con su hija Irene me enteré de que, como buena madre, sabe recordar y ponderar, una y otra vez, a sus dos hijos que su abuelo Paco tanto quería y el buen ejemplo que les dio siempre en vida a toda su familia, amigos y conocidos, habiéndoles dejado tantos buenos y bonitos recuerdos y una estela de bondad y cariño para que, cuando sus nietos tengan descendencia, sepan orientarlos en la dirección acertada recordándoles la bonita huella dejada por su querido abuelo Paco López en Úbeda, que siempre es bueno que se sepa.
Paco López y su familia
Al ser él y yo de la misma edad y generación, nos rifaron juntos en la Caja de Reclutas de Jaén para hacer la mili con 21 años. A él lo mandaron a Cerro Muriano (Córdoba) y a mí a Viator (Almería), Melilla y las islas Chafarinas. Él siempre comentaba a su esposa, hijos y nietos que, en ese período de la vida, los muchachos se hacían hombres de provecho al tener que enfrentarse solos a lo desconocido y las adversidades de la vida.
Viendo la primera foto que me envió su hija para ilustrar este obituario, al momento, supe que habíamos sido compañeros de clase en los Salesianos de Úbeda, cuando hicimos el bachillerato y, luego, de verlo cotidianamente por nuestra patrimonial ciudad. Incluso coincidimos ambos en una intervención que tuvimos en la plaza de toros de Úbeda, no recuerdo ahora exactamente por qué motivo.
En todo momento fue una persona dispuesta a hacer el bien por los demás desinteresadamente. Siempre se le recordará, con mucho cariño, como un gran hombre: bondadoso, buen marido, buen padre, buen abuelo y amigo de sus amigos; o sea, una persona humilde con un gran corazón.
D. E. P.
Fernando Sánchez Resa
Torre del Mar, 19 de julio de 2025.
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