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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

martes, 15 de julio de 2025

SAN FERMÍN - 10° DE FERIA.- PAMPLONA, MIURA Y COLOMBO, ¡QUÉ ARREBATO! / por Juan Miguel Núñez Batlles


'..además de los atributos del valor y la entrega, claves para andar con este tipo de ganado, también Colombo sacó a relucir las cualidades propias de torero largo, ni más ni menos que el mando y el poderío que le dan capacidad para cuajar toros de diferentes características, adaptando su técnica para aprovechar las condiciones de cada uno, a los que saca faena ya sean mansos, débiles o exigentes..'

PAMPLONA, MIURA Y COLOMBO, ¡QUÉ ARREBATO!

Por Juan Miguel Núñez Batlles
Podía no haber sido tanto. De hecho la corrida de Miura no fue la esperada. Apuntes de una nobleza que terminaría manifestándose en indolentes e indiferentes embestidas, claro está que estos toros tampoco admiten distracciones. Y una  evidente falta de fuerzas en la mayoría de ellos que restaba vigor y emoción a las faenas. 

Así se hubiera zanjado la tarde en blanco. Pero había que contar con un torero exaltación del valor y la entrega, también del dominio y la torería, capaz de suplir esta vez todas las carencias del ganado. 

Se trata del venezolano Jesús Enrique Colombo, ídolo y héroe de Pamplona en su Feria por la conexión con las Peñas, que, más allá del colorido ambiental que aportan, son parte esencial del carácter y personalidad de la Plaza. 

Colombo, todo corazón, le tiene cogido el aire a Pamplona, tanto que ahora puede pensarse que la plaza y el torero se complementan, una para el otro y viceversa. Naturalmente que Miura estará también siempre por medio. 

Y antes de entrar en harina con el comentario detallado de las faenas, conviene advertir que, además de los atributos del valor y la entrega, claves para andar con este tipo de ganado, también Colombo sacó a relucir las cualidades propias de torero largo, ni más ni menos que el mando y el poderío que le dan capacidad para cuajar toros de diferentes características, adaptando su técnica para aprovechar las condiciones de cada uno, a los que saca faena ya sean mansos, débiles o exigentes. Y una última deducción que necesariamente da valor a todo lo anterior: la espada. Colombo entra siempre a matar con una bomba en la mano. Y ahí están los resultados.

Su primero, abanto de salida, muy suelto en el capote, traía una embestida desigual, con cierta nobleza y empujando lo justo en varas. Banderillas al alimón con Escribano, variados los dos en la ejecución aunque poco ortodoxos. Paradito durante la faena, y de viaje corto. Se dejó más por el lado izquierdo, y hubo naturales sueltos de mucha enjundia. Más que suficiente para encandilar a los del jolgorio "al sol" y a los más reposados que se sientan enfrente. Digamos que todos de acuerdo, no se diga después de la estocada, marca Colombo, atacando en corto. Toro patas arriba, y primera oreja.

Variado saludo con el capote al último de la tarde y de la feria, mezclando verónicas con chicuelinas. El toro, distraído y de embestida desigual. Se quedó a medias un quite por zapopinas porque el toro, manso, se iba suelto del lance como había hecho antes en el caballo. Y otra vez banderillas a dúo, ahora con mejor  aptitud y más valor. 

Brindis a las peñas, una manera de buscar el efectismo que podría suplir la falta de colaboración del toro, que llevaba la cara alta y empezaba a pararse. Y ahí, los fuegos de artificio a base de molinetes, rodillazos y un circular interminable. Incansable antes del acostumbrado golpazo y explosión de la espada. Un cañón Colombo. Se pidieron con fuerza las dos orejas, pero, cosa rara y contrariamente a lo que ha ocurrido muchas tardes esta Feria, la presidencia se echó atrás. Una sola oreja, aunque ya estaba asegurada la salida a hombros. Y el grito unánime de su nombre, ¡Colombo, Colombo!, el último favorito, héroe e ídolo de las Peñas sanfermineras. Que no en balde ésta ha sido su tercera Puerta Grande, en las tres con toros de Miura. Se dice pronto.

Escribano saludó a los dos de su lote con sendas largas cambiadas en la puerta de toriles. Su primero, que abrió plaza, el más claro del emvío, tuvo un buen pitón derecho, pero pocas fuerzas, perdiendo las manos antes y después de pasar por el caballo.  Desigual tercio de banderillas compartido con Colombo. Toro noble y soso en la muleta; más complicado por el pitón izquierdo, por donde también se puso para sacar una tanda limpia aunque sin ligazón. Faena lo que se dice meritoria, aunque no tuvo el eco suficiente. También el fallo del puntillero enfrió los ánimos en el tendido para una petición de oreja. contra pronóstico.

En el cuarto, de nuevo banderillas compartidas. No fue un tercio muy logrado dado que "el miura" venía "enterándose" en cada carrera. En la muleta fue mironcete, de poca raza y cada vez más aplomado. Escribano trató de justificarse, pero ya sin toro. Le sonó el aviso antes de entrar a matar.

El debutante Castaño resolvió cuerpo a tierra la larga con la que pretendió saludar al segundo frente a toriles. Nada sobresaliente en el caballo, y quite por navarras de Colombo en su turno. Al toro, que esperaba en banderillas y tardeaba también en la muleta, le faltó franqueza. Cada vez más remiso, muy corto de embestida, no se lo puso fácil al salmantino, que, no obstante, le robó muletazos espaciados y limpios por ambos pitones, aunque sin terminar de armar faena. Imposible con un toro tan parado.

Con el quinto, muy flojo de remos, de poca fuerza y escaso celo, aquello tuvo poco o ningún interés. Y bien que trató Castaño de suplir las carencias del "miura", incluso con un llamativo desplante que tampoco caló en el ánimo del personal. 

  • FICHA DEL FESTEJO

Toros de Miura, grandes y con romana, unos más altos que otros, pero todos largos y con cuello, no obstante, con menos fuerzas de lo habitual en esta ganadería. Toros mansos y "listos", aunque sin las vioiencias que acostumbran.

Manuel Escribano: estocada trasera y tendida (aviso y ovación); y pinchazo y media trasera y tendida (aviso y ovación).

Damián Castaño: media estocada (ovación); y pinchazo hondo y descabello (ovación).

Jesús Enrique Colombo: estocada ladeada (oreja); y gran estocada (oreja y fuerte petición de la segunda).

La plaza se llenó en tarde soleada y agradable.

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Galería Gráfica: Jesús Garzaron-Diario de Navarra














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