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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

sábado, 12 de julio de 2025

La democracia lombrosiana / por Sertorio

 
¡Que no, Ábalos, que no, que ésta no es Jessica!

'..El poder de la patulea de chulos, furcias, cretinos y saltimbanquis es una consecuencia de la misma naturaleza del régimen borbónico que padecemos; la selección de los peores, la degradación moral, el cataclismo educativo y la burricie endémica de una buena parte del paisanaje sólo pueden conducir a esto..'

La democracia lombrosiana

Sertorio
Se puede comprobar a simple vista, no hay que ser un experto criminólogo, profesión hoy tan de moda (y no faltan razones para ello): basta con ver la catadura de los encausados por los cargos de corrupción para incorporarlos al elenco de cualquier película de la saga “Torrente”, testimonio imperecedero de la España del Régimen del 78 y de la degradación moral del país, antes conocido como España. ¿No son Cerdán, Ábalos, Koldo y Leticia Hilton dignos de la cámara de Torbe o de cualquier otro jornalero del porno más casposo? ¿No se percibe en su perfil antropométrico que son sinvergüenzas natos? ¿Cómo puede estar un país dirigido por unos especímenes tan típicos, tan evidentes, de galeotes, de presidiarios, de chusma de taberna y mancebía? ¿Cómo puede dirigir una nación europea un semiletrado que “encargó” a oscuros amanuenses una tesis doctoral y cuyo suegro regentaba burdeles para bujarras? ¿Qué compañeros de aventura puede elegir un sujeto que carece del mínimo pudor moral y que miente con el aplomo que da la total indiferencia por la verdad? ¿Qué se podía esperar de semejante tropa?

Pues eso lo ha votado la gente. Esta banda ha pisoteado el decoro de las instituciones. Y las altas dignidades del Estado, desde los fiscales y los jueces hasta los diplomáticos, se han ofrecido como escabel para reposo de sus borceguíes. Y así está el prestigio de las instituciones, tan destrozado como la habitación del parador de Teruel donde esta pandilla organizó su celebérrima orgía. Y así se arrastra por el fango de la historia el régimen actual, en el que ya no hay alternativa, sino sólo alternancia de bandas de saqueadores del presupuesto. Pero casi ocho millones de españoles votaron a estos sujetos en 2023, pese a que estaban vendiendo el país por parcelas y se habían rendido con sin igual ignominia ante el separatismo catalán y vasco. En las encuestas, la intención de voto para esta garduña de trileros es del 27% del electorado, punto más, punto menos. Y es a esta cohorte de gañanes a la que el PP (el Partido Panoli) corteja y pide una repugnante cohabitación en la Moncloa. ¿Es qué los leguleyos de Génova no tienen estómago? ¿Quieren superar a las mesalinas profesionales? ¿Tantas tragaderas hay?¿Qué le pasa a este país?

El poder de la patulea de chulos, furcias, cretinos y saltimbanquis es una consecuencia de la misma naturaleza del régimen borbónico que padecemos; la selección de los peores, la degradación moral, el cataclismo educativo y la burricie endémica de una buena parte del paisanaje sólo pueden conducir a esto. Como señaló Burke hace más de dos siglos, los buenos se retiran con asco de la cosa pública y dejan el campo libre a estos mastuerzos, que viven de servir a los peores parásitos de la vida española: los partidos políticos y sus redes clientelares, origen y fin de toda la corrupta trama de chanchullos semipúblicos y semiprivados que sostienen la república coronada (y bien coronada) del marido de Letizia Ortiz. El peor enemigo de España no es Marruecos, sino los partidos que la dividen, la corrompen y la envilecen: las banderías que han olvidado la noción del bien común y sólo sirven a la voluntad de los caciques que los dominan. Sólo nos cabe esperar que el caos que fomentan estos tribunos de lupanar acabe por devorarlos y que de las ruinas del régimen actual pueda surgir la nación o lo que de ella quede. Pero nada bueno saldrá de esta Constitución, de esta dinastía y de esta partitocracia. La única solución es el derribo completo de todo lo edificado desde 1977.

Un buen amigo mío, hombre cabal y ya mayor, me contaba que allá en los sesenta, en sus años mozos, pensaba que la gente como él —un técnico— nunca podría llegar a ministro de nada; aquello era un empleo reservado a hombres como Gonzalo Fernández de la Mora, Manuel Fraga, Federico Silva Muñoz y demás personas de muy altas capacidades y de conducta pública y profesional irreprochable. Ese mismo amigo me dice que hoy no aceptaría ser ministro porque quedaría como un golfo, un ignorante, un putero y un sinvergüenza delante de sus conocidos. En esta simple comparación podemos hacernos una idea de lo que va de 1975 a 2025, ahora que estos bergantes quieren celebrar el año de Franco.

1 comentario:

  1. *La plutocracia lambrosiana*

    Es tan acertado el artículo de *Sertorio* que prácticamente hoy sobra comentario alguno y solo cabe una llamada a la reflexión objetiva tras su lectura.
    No debemos engañarnos. El *PP* del siempre inquietante *Feijóo* no es la solución, sino simplemente la alternancia en nuestros males que nos brinda este *fallido Régimen del 78*.
    De poco servirá echar al psicópata de la Moncloa si con ello se pretende la continuidad del nefasto sistema plutocrático imperante. Hoy vivimos en una cloaca en la que el hedor ya resulta insoportable, fruto de una nefasta Constitución y de una casta política corrupta hasta el tuétano.
    En consecuencia todo lo que no sea una *reforma en profundidad de la Carta Magna* y una regeneración de la degradada casta política que padecemos, solo servirá para paliar la velocidad de nuestro rumbo a la decadencia como Nación.
    Echar al psicópata de la Moncloa sin duda será una gran satisfacción para la buena gente que aún queda en nuestra depauperada Patria. Pero, no nos engañemos, la alternancia en el poder político sin abordar la urgente y drástica reforma que pide a gritos este fallido Régimen, solo habrá sido *un espejismo en nuestra agonía como Nación*.
    ¡¡Dios salve a España!! 🇪🇸
    Luis Ibáñez

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