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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

lunes, 8 de marzo de 2010

OLIVENZA, UNA FERIA AMABLE Y SIN COMPROMISO / Por José Ramón Márquez


OLIVENZA, UNA FERIA AMABLE Y SIN COMPROMISO


José Ramón Márquez
Olivenza es un municipio de la provincia de Badajoz. Forma parte de la comarca de Llanos de Olivenza y es cabecera y sede del Partido judicial de Olivenza. Tiene una población de 11.852 habitantes, cuyo gentilicio es oliventinos.
La feria taurina de Olivenza, acogedora y generosa, se ha ido abriendo paso a lo largo de los últimos veinte años como sosegada cita de inicio de temporada para aficionados de diversa procedencia, para toreros del momento y para ganaderías de las llamadas comerciales. Es una feria sencilla y sin compromiso, donde se puede estar relajado en un ambiente propicio y entretenido, tal y como corresponde a un pueblo y a una cita amable y festiva. No cabe duda de que esta feria es un gran motivo de promoción para Olivenza y sin duda es un buen método de atraer clientes a la hostelería oliventina. Y punto. Una gran iniciativa, en suma.
Lo que no se puede, porque no es decente, es tratar a esta humilde feria como si fuese la referencia del mundo taurino. No es serio que algunos periódicos de difusión nacional destaquen allí a sus críticos y cubran esta feria como si fuese algo relevante. No es serio el planteamiento que desde todo el stablishment del taurineo se está dando a esta insignificante reunión festivalera, como si en esa feria amable y sin compromiso se estuviese ventilando algo real a efectos de la temporada taurina.
A todos los efectos Olivenza no es más ni menos, taurinamente hablando, que Guadarrama, y no debería tener una cobertura estelar de feria grande y de compromiso grande, porque no lo hay. ¿Duelo entre Perera y Tomás? Una porra. Si quieren duelo que lo hagan donde importa, es decir en Sevilla, en Madrid o en Bilbao, y además con esa especie en extinción que se llama toro encastado –nótese que no pongo bravo-. Lo demás, si nos ponemos burros, es lo de siempre, monerías, posturitas ante los chotos claudicantes y sin pitones, incapacidad de torear hacia adelante ni siquiera con esos bichejos y mucho figuroneo. No tengo nada en contra de tomar los toros desde un planteamiento festivo, es algo que viene de perlas para pasar una tarde divertida, después de un grato almuerzo, pero no es decente extrapolar lo festivo a lo serio. Ir a Olivenza es ir a pasar un día entretenido y a gozar de la hospitalidad de sus gentes y no se debería sacar de ahí.
Además, ¿qué feria importante es ésa en la que no han contado con el que la propia crítica desplazada a Olivenza nos anuncia como el crack de 2010, el treintañero Leandro (antes Marcos)?
Fuente: Blog Salmonetes ya no nos quedan

1 comentario:

  1. Estimado autor de este análisis. Me a jodido usted, la bucólica siesta de esta feria oliventina a la cual no asistí, (por no conseguir entradas) ...Tendré que rendirme a la evidencia constatada, (sigo siendo todo un caballero) Pero esta reflexión es tan veraz que nadie encontrará la vuelta de la hoja…Olivenza es una ciudad a la que amo, desde hace mucho tiempo, y amigo fui de Marceliano Ortiz Blasco, (Q P D) Como ahora de sus hijos y su hermano Pablo: Precursores anímicos, y de base, de esta feria, por su afición desmedida y acaudalada. Así como las autoridades, que dan el respaldo político, que se ofrecen gentiles, y boyantes, a esta ávida empresa, que con estos mimbres, se atusan los alamares, y hacen el paseillo arropados por los que después matan la borregada. Casi siempre de los amiguetes Domecqsitos, que se dan un baño glamuroso en estas agradecidas “Termas” Extremadura necesitaba una feria a modo, pero el calor tan sofocante que tiñe y acojona a sus alberos de verano, no dejó cuajar ninguna feria. Vertiéndose aquí en Olivenza todo el Cuerno de la abundancia, para ella solita. De esta forma sale a relucir su sabia y dulce mezcolanza, que tanto juego da, llenado sus soleadas calles, (en esta ocasión un tanto cárdenas) pero que imagino abarrotadas, como sus flamantes hoteles, restaurantes, bares y tabernáculos, así como los tendidos de su sabrosa y coqueta plaza de toros “Granate de Extremadura) De suspiros maestrantes…Pero de esto a una feria seria (Taurinamente hablando) Ya no pongo la mano en la candela ni por Sevilla ni por tantas otras que le ronden por su cabeza al aficionado más cabal…La seriedad, se acicaló de verde, y la política asnal la engulló!... solo nos queda la seriedad de esta corniveleta crisis, cuyos “acartelados” maestros no salen del Burladero…

    Fernando naranjo

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