"..El código que sor Del Bosque no tuvo empacho en aplicar a Arbeloa y que ahora acabará con la corta trayectoria de Costa en la selección (que a nadie le quepa la menor duda de que éste es un primer paso con la vista puesta en la lista definitiva) no cabe ser aplicado bajo ningún concepto, por ejemplo, a Piqué, que no sólo se escapa del convento como Diego sino que además pintarrajea los lavabos y se mofa de sus compañeros. Es todo una gran mentira..."
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Costa, cero en moralidad y buenas costumbres
Sor Del Bosque, que también tiene sus satélites de confianza, que son precisamente aquellos a los que no suele llamar "tío" por la calle, ha empezado a filtrar con tiempo suficiente que este próximo viernes no convocará a Diego Costa para los partidos amistosos contra Italia y Rumanía. El problema con el delantero del Chelsea no es deportivo (ha marcado cinco goles en los últimos ocho partidos) sino moral, ético, espiritual... Es lo que tiene haber convertido a la selección nacional de fútbol en un convento de clausura. Costa, que cuando está enchufado se viene arriba y que cuando se viene arriba pierde el oremus, escupió el otro día al árbitro y después amagó con pegarle un mordisco a Gareth Barry, centrocampista del Everton, lo que acabó ocasionando su expulsión del campo.
Diego ya era así cuando sor Del Bosque le convenció para que eligiera entre España y Brasil, de hecho fue precisamente su carácter el que acabó convirtiéndolo en uno de los mejores 9 del mundo, pero la diferencia entre aquel 5 de marzo de 2013, día de su debut con nuestra selección nacional, y este 15 de marzo de 2016 es sólo una: hace tres años sor Del Bosque no tenía relevo para él... mientras que ahora sí lo tiene. El seleccionador llamará a Aritz Aduriz por aclamación popular, porque el jugador del Athletic ha echado abajo su puerta, porque ha derribado el prejuicio de la edad y por el insignificante detalle de que lleva treinta goles, justo el doble que Costa; por todo eso y, lo que es aún más importante para sor Del Bosque, porque Aduriz eludió siempre ir al choque contra él cuando podría haberlo hecho perfectamente; al contrario, Aritz siempre contestó de un modo angelical.
Lo que ha pasado es que sor Del Bosque no sabía cómo cortar su relación con Costa y un escupitajo y un amago de mordisco le han servido como excusa. Al seleccionador le viene de perlas ese código moral intermitente, interpretable según el día, la hora y el jugador, un código absolutamente subjetivo. A Diego no le dejará fuera este viernes porque su comportamiento sobre el terreno de juego sea más o menos intenso sino porque existe una corriente de opinión desfavorable de cotillas dispuestas a afirmar bajo juramento que Costa se escapa por las noches del convento. El código que sor Del Bosque no tuvo empacho en aplicar a Arbeloa y que ahora acabará con la corta trayectoria de Costa en la selección (que a nadie le quepa la menor duda de que éste es un primer paso con la vista puesta en la lista definitiva) no cabe ser aplicado bajo ningún concepto, por ejemplo, a Piqué, que no sólo se escapa del convento como Diego sino que además pintarrajea los lavabos y se mofa de sus compañeros. Es todo una gran mentira.
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