"...Un atentado suicida en un parque de Lahore, Pakistán, ha causado este domingo al menos 65 muertos –muchos de ellos, niños– y más de 300 heridos..."
- costará encontrar en alguno de los titulares de la Prensa occidental el pequeño detalle de que las víctimas son cristianos y que han sido atacadas, precisamente, por serlo.
Cruda realidad: Matar cristianos, un deporte de (escaso) riesgo en todo el mundo.
Un atentado suicida en un parque de Lahore, Pakistán, ha causado este domingo al menos 65 muertos –muchos de ellos, niños– y más de 300 heridos, un balance provisional que puede aumentar a medida que avancen las tareas de rescate en la zona cero de la explosión.
Las víctimas son, en su inmensa mayoría, cristianos que celebraban la Pascua. Una facción talibán, Jamaat-ul-Ahrar se ha atribuido la autoría. Su portavoz señaló que “el objetivo eran los cristianos” y amenazó con nuevos atentados.
Todo lo que se sabe, a la hora en que te escrito esta nota, lo tienes en esta crónica de Actuall, con datos verificados y puestos en orden por France Press, testimonios, imágenes –te advierto de la crudeza de algunas–, contexto para entender el ataque y primeras reacciones. Nuestra Redacción irá incorporando a la pieza nuevos datos, en cuanto se confirmen.
Sin embargo, te costará encontrar en alguno de los titulares de la Prensa occidental el pequeño detalle de que las víctimas son cristianos y que han sido atacadas, precisamente, por serlo.
Fíjate en esta pieza de PBS [en inglés]: tienes que llegar al cuarto párrafo para que te informen de que, “aparentemente”, el objetivo del atentado han sido las familias cristianas que celebraban la Pascua a esa hora en el parque Gulshan-Iqbal de Lahore. Esta otra edición de Libertad Digital destaca que “el parque estaba lleno de gente”. Y así, en este plan, la inmensa mayoría de los medios occidentales, particularmente los de lengua española.
Los mismos diarios europeos que este domingo destacaban el cariz islamófobo y ultra de los energúmenos que reventaron una concentración de duelo por las víctimas de los atentados de Bruselas, sacaban fuera de los titulares que lo de Lahore ha sido una matanza de cristianos en el contexto de las revueltas islamistas para conseguir la ejecución de otra cristiana, Asia Bibi, encarcelada desde 2010 bajo la ley anti blasfemia.
Sin estos dos datos fundamentales, el atentado de este domingo aparece como otra masacre exótica más, frente a la mirada narcicista de la clase ilustrada en Europa. Como observa en su cuenta de Twitter Javier Torres, periodista de información política de Actuall: “No perdamos la perspectiva: tres gritos y dos empujones de ultras belgas merecen una portada antes que ¿65 cristianos asesinados, dice usted?”
Al menos, Facebook volvió a activar el Safety check tras el atentado de Lahore. Se trata de un servicio para ocasiones excepcionales de catástrofes naturales y actos terroristas, en los que la plataforma envía una notificación a los usuarios que viven en la zona afectada, preguntándoles si están bien e invitándoles a tranquilizar a sus amigos con un mensaje de que no han sufrido daño alguno. La iniciativa ha recibido críticas, por un supuesto sesgo. ¿Por qué se activó tras los ataques de París y no tras cualquiera de los atentados de Ankara, dicen los guardianes de la corrección política? Probablemente, la activación por la matanza de cristianos en Pakistán tampoco les habrá gustado.
El problema es que Facebook se equivocó y envió la notificación a usuarios alejados de Pakistán. Lo recibieron en Nueva York, Londres, Madrid, México DF, Buenos Aires o Roma. Y se ha liado, como cada vez que Facebook mete la pata.
Claro que, hay otra forma de verlo. Quizá no sea error, sino serendipia. Quizá se trate de una pregunta de lo más pertinente. 65 personas acaban de perder la vida por celebrar una fe que da testimonio del triunfo de la Vida. “¿Todo OK?”, pregunta Facebook a la humanidad. Pues no; para qué vamos a engañarnos.– V. Gago
[Con información de France Press, Actuall, PBS, Libertad Digital, El Mundo, ElDiario.es, y Quartz, en inglés y en español]
Un grupo de musulmanes, en su condición de musulmanes y en nombre de Alá, mataron ayer a 72 cristianos -30 niños- en Lahore, Pakistán, por el hecho de ser cristianos, que estaban reunidos en un parque infantil para celebrar la Pascual de Resurrección. Es fácil de decir, ¿verdad? Pues es difícil encontrarlo así escrito en la prensa occidental.
Decía Lenin que toda posición política se reduce a dos preguntas, quién y a quién, y cualquier periodista que valga su sal sabe que sin responder a ellas está haciendo un penoso trabajo. Y, sin embargo, al lector-televidente occidental le va a costar ver ese sujeto unido a ese objeto directo en las noticias sobre la masacre de Lahore, porque hay al menos dos ocasiones en las que no es ‘prudente’ señalar la adscripción religiosa: cuando los autores son musulmanes o cuando las víctimas son cristianas. Si se dan las dos circunstancias, estamos ante un caso de “alguien ha matado a alguien”.
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