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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

martes, 22 de marzo de 2016

Atentados en Bruselas. El terror se ha puesto de largo y se ha convertido en Estado




"...Bélgica es también el país que más terroristas exporta al Califato islámico. Y en cualquier casos, la católica Bélgica ha dejado de ser católica y entonces es cuando el fanatismo ha cundido..."

  • Históricamente, al terror se le debía combatir con policía no con militares.
  • Desde el error de George Bush, no, porque los yihadistas se han vuelto visibles y han formado un Estado.
  • Ahora, es preciso enviar tropas de tierra.

Atentados en Bruselas. El terror se ha puesto de largo y se ha convertido en Estado


Martes, 22/03/2016 
Es la impunidad de los terroristas: habéis detenido a Abdeslam y apenas unos días después perpetran un ataque múltiple en, al menos, el Aeropuerto de Bruselas y en una estación de metro. Por el momento, en balance muy provisional, más de 25 muertos.

Bruselas es la capital de la Unión Europea y se supone que su aeropuerto internacional debería ser el más seguro del continente. Pero frente a un suicida es difícil actuar: como que no tiene intención de escapar.

Bruselas es la ciudad más islamizada de Europa, junto a París. No quiero extraer conclusiones fáciles, pero resulta que Bélgica es también el país que más terroristas exporta al Califato islámico. Y en cualquier casos, la católica Bélgica ha dejado de ser católica y entonces es cuando el fanatismo ha cundido. Ya saben, lo de Chesterton; las ideas revolucionarias no son nuevas: son las viejas ideas cristianas que se han vuelto locas.

Hasta aquí conviene resaltar las palabras, -en caliente, que tiene más mérito- del ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, quien recordaba que se precisan operaciones militares para echar a los yihadistas de las tierras que ocupan. En plata, para destruir el llamado Estado Islámico.

Y tiene razón: la tiene ahora, cuando hemos llegado donde nunca deberíamos haber llegado.

A ver si nos entendemos: contra el terrorismo no hay que luchar con ejércitos sino con policías. Capturar o neutralizar, o aniquilar, al terrorista es fácil, lo difícil es localizarle, porque el muy cobarde se esconde tras la población civil. Por eso, la guerra de Irak, que empezó George Bush fue un error, un gran error. Supuso matar moscas a cañonazos. Ahora bien, precisamente por el avispero que levantó ese conflicto, ahora resulta que ya no nos enfrentamos al terrorismo islámico: nos enfrentamos al Estado Islámico. El terror se ha puesto de largo y se ha convertido en Estado. Y entonces sí, hay que enviar un ejército, porque el terrorismo se ha vuelto visible. No en Bruselas, pero sí en Siria e Irak. Y he dicho tropas, no aviones ni misiles… porque entonces seguirán escondiéndose tras la población civil.

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