Y nueva gesta hizo Gómez del Pilar que volvió sin defraudar y aún con más fuerza, más cuerpo y más alma, por si faltaba. Impresionante la dimensión que tiene ahora mismo este torero. Si en mayo triunfó en este ruedo venteño con albaserradas, esta vez lo hizo con atanasios-lisardos del hierro de Valdefresno.
Las Ventas: Gómez del Pilar, un pedazo de torero
ean-Charles Olvera - España
Opinión y Toros / 4 Julio 2022
Regresaba Gómez del Pilar a Las Ventas tras su grave cogida con un toro de José Escolar el pasado 31 de mayo en San Isidro.
Cerrada ovación oyó este diestro tras finalizar el paseíllo, por parte de los raros aficionados que, así de pie, le homenajearon su hazaña y su casta de esa tarde isidril.
Y nueva gesta hizo Gómez del Pilar que volvió sin defraudar y aún con más fuerza, más cuerpo y más alma, por si faltaba. Impresionante la dimensión que tiene ahora mismo este torero. Si en mayo triunfó en este ruedo venteño con albaserradas, esta vez lo hizo con atanasios-lisardos del hierro de Valdefresno. Y mañana lo hará con otros encastes, como si poco le importase lo que le pusiesen enfrente.
Así estuvo en los inicios del segundo de la tarde que recibió a portagayola en el mismo terreno de su grave herida pasada y que brindó de hecho al doctor Máximo García Padrós.
Bordó el toreo en los medios con dos series iniciales de rodillas, sí, de rodillas, cruzándose con mando y firmeza frente a un toro manso que salió abanto de toriles. Siguió dando distancia al toro con series profundas rematadas por largos pases de pechos. Superiores sus series finales con la zurda. El toro estaba rendido, a la merced del torero. Lástima que finiquitó con media trasera y 3 descabellos, lo que emborronó lo que pudo ser un primer trofeo. Gran y unánime saludo en los tercios para el torero y el toro que terminó descubriéndose y a más, metiendo la cara y transmitiendo una nobleza encastada.
Al quinto, Gómez del Pilar se fue nuevamente a la puerta de toriles a recibir un toro que manseó en caballos y que cortaba los terrenos en banderillas. Lo que no fue un obstáculo para que Ángel Otero con dos grandes pares y el lidiador Candelas recibiesen una ovación del público en pie.
Tampoco fue eso un impedimento para el torero durante la faena, aunque el toro saliese solo. Gómez del Pilar supo parar al toro, interesarle y componer ligando series con la muleta en el hocico para evitar que se rajase el atanasio, y no se rajó el toro que terminó, al contrario, en su canasta. Gómez del Pilar finalizó con inspiración con una serie encimista, y no tremendista pues seguía cruzándose y mandando, rayando la cornada sin inmutarse, como en su final a piel de gallina con el Escolar Gil de la oreja isidril. Tuvo dificultades para cuadrar, enfriando a los aficionados y estoqueando después con pinchazo y entera fulminante en tablas. La oreja, protestada por el 7, que finalmente no paseó durante su vuelta al ruedo, fue más bien dada por el conjunto de la brillante tarde que nos dio este torero.
Estuvo muy bien David Galván con el sobrero de Montealto que sustituyó al abreplaza del lote anunciado de José Enrique Fraile de Valdefresno que llevaba el hierro familiar inicial de Valdefresno. Bellas verónicas rematadas por una media de cartel. El toro seguía molestando con la cabeza alta al iniciar la faena, pero Galván se percató de la nobleza del bicorne al que le dio preciosas series por ambas manos, calando así en los tendidos. Muy pulcro el gaditano. Terminó su obra con una cortesina gustosa pero no mató bien con un pinchazo y una casi entera atravesada.
El resto del festejo tuvo que ver con un presidente nuevamente protagonista que rehusó cambiar dos toros (4º y 6º) por inválidos. Como desgraciadamente viene ser costumbre estos pasados domingos, esa actitud cerrada del palco provocó en los tendidos fuertes discrepancias entre los que amenazan con insultos para que se calle el 7 pero que les gusta tragar estoicamente a estos inválidos y los ultras del 7 que siguen protestando durante la faena aunque el toro acabe a más (el 6º) no queriendo avalar los chanchullos del palco coludido con la empresa. Una tarde de estas, esto acabará con un lio o a puñetazos…
Falta reseñar a Francisco José Espada que quedó inédito con un flojo tercer toro sin transmisión, terminando mejor con el sexto inválido que supo torear a media altura consiguiendo que no afloje y acabando su larga faena con manoletinas muy ceñidas. Pero estuvo mal con los aceros (pinchazo y entera que hizo guardia), como lo fueron también sus paisanos de Fuenlabrada que se levantaban descaradamente y sin criterio entre tanda y tanda como si estuviéramos viendo a Morante o… Gómez del Pilar.
Ese mismo Gómez del Pilar que salió de Las Ventas con una gran ovación, con una oreja en su esportón por el conjunto de su tarde y con una nueva dimensión: la de un diestro maduro, firme, seguro y además artista. La de un gran torero, más bien dicho la de todo un pedazo de torero.
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