Foto de archivo:
El Presidente Fernando Claramunt hace entrega a Luis Francisco Esplá
de la nominacón de "Socio de Honor"
=============================
El Presidente Fernando Claramunt hace entrega a Luis Francisco Esplá
de la nominacón de "Socio de Honor"
=============================
"LA DINASTIA BIENVENIDA EN TELEVISION"
"..¿Por qué impedir que vean los niños y jóvenes un modelo de hogar español, ejemplo del señorío natural del pueblo no convertido en masa, paradigma de caballerosidad y hombría de bien?.."
FERNANDO CLARAMUNT
Madrid 25 de Otubre de 2009.-
En la llamada España democrática se han dejado de fabricar, como juguetes, aquellas plazas de toros de cartón con toreros de plomo, vestidos de luces con purpurina.
Los toros de aquellos toreros eran de color negro zaíno y lucían una extensa mancha roja que correspondía a la sangre derramada en la suerte de varas. Nadie se escandalizaba ni se convirtió en vampiro.
Viene esta reflexión a cuento de las actitudes hipócritas que vedan en España, a los menores de cierta edad ser aficionados a los toros como lo fueron sus padres, abuelos y bisabuelos, incluidas las bisabuelas que iban a la plaza con mantilla.
El colmo ha sido que antes de proyectar documentales antiguos, a manera de complemento de la muy estimable retransmisión de corridas por vía digital en la Feria del Pilar del año 2009, sale un letrero que advierte:
"No recomendado a los menores de 13 años".
El documental en cuestión rememora la biografía del matador de toros don Manuel Mejías (1884 -1964) y de sus hijos varones, todos ellos toreros. Se refleja el entorno familiar caracterizado por una educación española y cristiana, ejemplo de caballerosidad, hidalguía, cortesía, hombría de bien y amor a España. ¿Se trata de valores "políticamente incorrectos"?
Nuestros gobernantes evitan en lo posible que aparezcan corridas de toros en la pantalla. Tal vez crean, como algunas gentes del tiempo del Desastre de 1898, que la Fiesta Nacional corrompe, envilece y desarrolla tendencias agresivas, crueles e inmorales.
Hace varios años el Defensor del Menor, con sólida formación psicólógica y bien asesorado desde el punto de vista científico por expertos, dejó constancia de que ver corridas de toros no degrada, ni embrutece, ni provoca violencia en los niños.
¿Es que los jóvenes españoles no pueden conocer cómo fue la España de sus mayores? ¿Es malo que los niños compartan idioma, religión, gustos y aficiones con sus padres y abuelos? ¿Será mejor que asimilen indefensos - con grave indefensión- los contenidos, hoy casi obligados, que se les sirven a través de la intoxicación por la televisión basura, que es la mayor parte de la que se ve?
Es muy cierto que España, desde hace algunos años, tiene el triste honor de ir en cabeza, en Europa, en cuanto a fracaso escolar y abandono de estudios. Se constata un aumento de la indisciplina, ofensas y agresiones a profesores y diversas formas de violencia, que han llegado, incluso en menores, a conductas homicidas.
¿Quién tiene la culpa? No creo que los toreros, ni la misa de los domingos. Más bien la ineptitud (puesto que no podemos pensar que se trate de maldad deliberada) de algunos dirigentes que , hoy por hoy, no parecen desear el bien de los niños y adolescentes españoles.
¿Qué pensar de las bandas de delincuentes juveniles cuya agresividad rebasa todo lo hasta ahora imaginable en España? Sus componentes no sabrían distinguir una chicuelina de un molinete. Podemos conjeturar que no han visto nunca corridas de toros. No parece que sus desmanes, incluida la violación en grupo, sean un invento español, ni estén influidas por la fiesta taurina, que forma parte de nuestras tradiciones y de nuestras señas de identidad.
Mientras no se demuestre lo contrario, da la impresión de que desde las alturas del Poder, se busca y promociona la permanencia de la sociedad en un caos sin valores humanos dignos de ese nombre. ¿Vamos hacia un lavado cerebral colectivo? Hoy no parece "políticamente correcto" establecer normas morales ni éticas.
¿No habrá, en esta España de los parados y de otros males de la Patria, tareas más urgentes que impedir a los niños ver el documental de la familia Bienvenida?
¿Por qué impedir que vean los niños y jóvenes un modelo de hogar español, ejemplo del señorío natural del pueblo no convertido en masa, paradigma de caballerosidad y hombría de bien?
Fernando Claramunt López.
Doctor en Medicina.
Profesor durante años de las asignaturas "Teorías de la Personalidad" y "Psicopatología" en la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid, Campus de Somosaguas.
Presidente del "Círculo Taurino Amigos de la Dinastía Bienvenida".
Don Juan:
ResponderEliminarEs que hoy en día "tenemos que facilitar a la juventud" las cosas, incluso, evitar que se "desgasten pensando", que para eso hay "líderes" que pueden hacer esa tarea por ellos.
Tengo casi 25 años de ejercer la docencia como parte de mi profesión y cada día resulta más evidente esa "forma de ver la vida".
En México hay un dicho popular que dice que "el que tiene más saliva, traga más pinole", igual, el que tiene más espacio mediático, tendrá más oportunidad de trastocar los valores de una comunidad determinada o de incluso, borrarlos e imponer los suyos.
La "idea" de que esta fiesta "no es apta para menores" sin duda que es de nacionalidad extraña a los pueblos hispánicos, pero como en todo lo demás nos hemos dejado avasallar, resulta "cool" el negarla como una de nuestras herencias culturales.
Si a muchos de nosotros, desde niños, no nos hubieran inculcado el amor por la fiesta, ni nos gustaría, ni la entenderíamos y eso es lo que se pretende lograr, ya no como una elección del padre de familia, sino como una imposición de "quién sabe donde".
Ya me excedí en el comentario, pero le felicito por publicar reflexiones que da pie para que "yo meta los míos".
Saludos desde Aguascalientes, México.