César GIRÓN cortó el último rabo,
y Dámaso GÓMEZ la última pata
y Dámaso GÓMEZ la última pata
Por Alberto Lopera
A propósito del corte de rabo ayer en la Santamaría por parte del rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, mucho se ha escrito sobre el último rabo cortado en la plaza bogotana hace 54 años por el diestro español Dámaso Gómez.
La auténtica realidad es que ese día se cortaron dos rabos, en el cuarto toro por el diestro español referido, y en el quinto por César Girón, o sea que el último rabo lo cortó el venezolano.
Aquella corrida fue memorable, el 5 de febrero de 1956, fue el debut de la ganadería de Don Benjamín Rocha Gómez “Achury Viejo” y en el cartel además completaba la terna el diestro Chicuelo II .
Ha sido la corrida más apoteósica realizada en la plaza Santamaría, donde los toros permitieron grandiosas faenas que aún recuerdan los viejos aficionados.
Dámaso Gómez
Por su parte César Girón se mostró grandioso, a su primero le cortó las dos orejas y era tal la faena al segundo que los aficionados pidieron el indulto, pero el venezolano quiso rubricar con gran estocada al volapié y le concedieron las dos orejas y el rabo, este sí el último cortado hasta el pasado domingo, después de 54 años.
Chicuelo II no se quedó atrás y le cortó una oreja a cada uno de sus toros. El balance final, para la historia: nueve orejas, dos rabos y una pata.
A pesar de haber sido artísticamente la corrida más triunfal realizada en la Santamaría, tristemente ha pasado a la historia por los disturbios políticos registrados aquella tarde cuando enemigos del régimen militar de entonces bajo el mandato del General Rojas Pinilla lanzaron insultos y “abajos” al gobierno resultando muchos heridos entre los espectadores a causa de los tumultos generados.
Definitivamente, y a pesar de haber sido la corrida de toros más violenta por la cantidad de muertos y heridos en los tendidos, también fue quizás la mejor corrida de toros que ha habido en Colombia. Yo, siendo un adolescente, estuve en esa inolvidable corrida. Todos triunfaron rotundamente, pero el más destacado fue sin lugar a duda, ¡DÁMASO GÓMEZ!Así en mayúculas y con signos de admiración.
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