Javier Castaño, torero de ley
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El salmantino, a gran nivel, corta una oreja del tercer miura del festejo en una faena de sobresaliente dimensión
Esfuerzo de Rafaelillo con un lote muy complicado;
seria y templada actuación de Robleño.
Estocada de ley
Oreja de ley
La inexcusable ignorancia de un Presidente y la falta de verdadera afición de gran parte del público de Pamplona, que parece que va a la plaza unicamente a beber, tragar y armar relajo sin el menor respeto para quien se está jugando su vida, explican el que no se haya dado la segunda oreja ganada a ley por un Castaño enorme, valeroso, de un conocimiento e intuición impresionantes para una gran faena, rematada muy bien con la espada, a un toro por el que nadie daba un duro. Así, la fiesta está condenada a desaparecer...
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