López Simón parece mirar al cielo de donde viene la 'orden'
"...Símón, López Simón, y roca, Roca Rey, han sido señalados para reconducir esta nueve andadura que tanta falta nos hacía. Se necesitaban bases para asentar el nuevo proyecto y no parecen malos cimientos donde apoyarse esta pareja de toreros con ganas de devolverle a la Fiesta el esplendor que tuvo, pero fundamentalmente la verdad que ha de sostenerla..."
SIMÓN Y LA PIEDRA
España
Dicen las sagradas escrituras cristianas que Jesucristo llamó a Simón Pedro y le dijo que sobre esa piedra se construiría su Iglesia, cuya sede es Roma. Algo así ha sucedido en este último fin de semana en un coliseo romano ¿casualidad?
En el coliseo romano de Nimes un Simón y una Roca, que debe ser algo más que una piedra, constituyen la base para unos nuevos evangelios, en este caso referidos a lo taurino.
Parece que ha llegado el momento de darle una vuelta al desbarajuste que viene sufriendo la Fiesta y el coliseo romano ha sido el escenario perfecto para dar sentido a la parábola moderna de una nueva era.
Símón, López Simón, y roca, Roca Rey, han sido señalados para reconducir esta nueve andadura que tanta falta nos hacía. Se necesitaban bases para asentar el nuevo proyecto y no parecen malos cimientos donde apoyarse esta pareja de toreros con ganas de devolverle a la Fiesta el esplendor que tuvo, pero fundamentalmente la verdad que ha de sostenerla.
Dos jóvenes, que para mayor suerte no son del mismo continente, abriendo espacios para que entre el aire fresco, para renovar las ilusiones de las aficiones de ambos lados del charco. Estamos de enhorabuena.
Roca Rey, puede ser la piedra donde se asiente el nuevo camino
Cada uno con sus propias armas han abierto y recuperado las ilusiones de muchos aficionados que andaban descarriados sin unos pastores que les lleven por el buen camino, sin atajos ventajistas ni venta de sucedáneos. La verdad es la bandera y el compromiso es el respeto que se le debe a una Fiesta a la que le faltan muchas piedras, como esas del coliseo romano de Nimes, para sostenerse durante siglos, durante milenios.
Necesitábamos este golpe de timón para salir de la fiesta pagana en la que estamos anclados. Sin duda que con ellos se puede esperar un futuro distinto. Sabíamos que había otros toreros que los que con tan machacona insistencia nos enseñan. Lo sabíamos y la fe, cuando ya se agotaba, nos ha servido para encontrar piedras, rocas, simones, donde apoyar nuestra desmejorada fe.
Existe un toreo que puede y debe ser diferente, donde la verdad prevalezca sobre la mentira, donde la pureza tenga cabida. Con estos sacerdotes y otros, como Garrido, podemos seguir profesando nuestra fe sin complejos. Sin olvidar que el sumo sacerdote de La Rioja, Diego Urdiales, tenga las apariciones que confirmen la verdad que hemos de proclamar y difundir.
Con piedras así se puede construir de nuevo la iglesia del toreo.
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