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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

jueves, 2 de junio de 2016

Volcán Benzema / por Juan Manuel Rodríguez




"...Lo que subyace en el fondo de esas declaraciones no es otra cosa que el monumental enfado de alguien aparentemente frío pero que lo ha pasado muy mal. El titular no es más que el fruto de la explosión del volcán Momotombo, el magma que este chico lleva aguantando diez meses en su interior. Tras ser abofeteado en público por el presidente de la federación francesa de fútbol, Karim puso la otra mejilla y fue entonces el primer ministro Valls quien le hirió definitivamente..."


Volcán Benzema

Resulta bastante sencillo explicar qué ha pasado con Karim Benzema y sus explosivas declaraciones al diario Marca: se ha cansado de poner la otra mejilla y ha dejado de tener claro que Lucas el Evangelista estuviera en posesión de la verdad cuando en su famosísimo versículo 29 del capítulo 6 dijo aquello de "al que te hiera en la mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, no le niegues tampoco la túnica". He leído completa la magnífica entrevista que Pablo Polo le hace al delantero francés del Real Madrid y aunque el titular es demoledor ("Deschamps se pliega a la presión de una parte racista de Francia") el tono general de sus declaraciones no deja de ser bastante conciliador, al más puro estilo personal, e incluso me atrevería a decir que también futbolístico, de Benzema.

Lo que subyace en el fondo de esas declaraciones no es otra cosa que el monumental enfado de alguien aparentemente frío pero que lo ha pasado muy mal. El titular no es más que el fruto de la explosión del volcán Momotombo, el magma que este chico lleva aguantando diez meses en su interior. Tras ser abofeteado en público por el presidente de la federación francesa de fútbol, Karim puso la otra mejilla y fue entonces el primer ministro Valls quien le hirió definitivamente. A Benzema se le ha juzgado y condenado en los medios de comunicación sin que haya decisión judicial y su selección le ha tratado como a un auténtico apestado; mientras el estado de Derecho saltaba hecho añicos por los aires en Francia, aquí, en España, su club, el Real Madrid, le ofrecía consuelo y, contra todo y contra todos, creía en él. El titular es terrible, sí, pero la fotografía de la portada del Marca, con Karim luciendo al cuello la medalla de campeón de Europa y señalándola sonriente y con orgullo supone un editorial en sí mismo.

¿Tiene razón Benzema? ¿Es posible que Deschamps haya cedido a la presión de una parte racista de Francia?... Supongo que Deschamps pensará que no tiene razón pero Éric Cantona, que ha sido santo y seña del fútbol francés, dijo más o menos lo mismo hace menos de una semana. Supongo que, siempre con una sonrisa en la boca, Karim Benzema habrá pensado que si a él le condenan en la prensa por chantajista sin que se haya pronunciado el juez y si, además, esa condena popular le cuesta ni más ni menos que quedarse fuera de la selección que va a jugar la Eurocopa en su país, él puede hacer lo propio y condenar también a Deschamps por el delito de racismo sin aportar ni una sola prueba que apoye semejante afirmación. A diez días del debut de Francia, y después de una temporada que ha sido terrible para él, Benzema se ha cobrado al fin su venganza. Imagino que antes de iniciar este peligroso viaje Karim habrá cavado por si acaso dos tumbas, la de Deschamps y la suya.

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