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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

miércoles, 20 de junio de 2018

SAN ISIDRO 1947. PRIMERA DE FERIA / por José María Sánchez Martínez-Rivero




El inteligente y visionario empresario de la plaza de toros de Madrid, don Livinio Stuyck, había pensado que Madrid debería tener su feria y, como no, en la fiesta de su santo Patrón San Isidro. Y así organizó, en mayo del año 1947, se cumplen ahora 71 años, la primera de las ferias de San Isidro que habían de dar lustre a Madrid en cuanto a Tauromaquia se refiere. Esta primera feria estaba compuesta de cuatro corridas de toros y una novillada.

SAN ISIDRO 1947. PRIMERA DE FERIA 

La primera corrida tuvo lugar el día 15 de mayo 


José María Sánchez Martínez-Rivero
Junio de 2018 en Collado-Villalba
En el cartel Rafael Ortega, Gallito, Manuel Álvarez, Andaluz y Antonio Mejías, Bienvenida. Los toros lidiados fueron de Rogelio M. Del Corral, de Villavieja (Salamanca) Lleno. Cartel de No hay localidades.

El primer toro que pisó la arena de las Ventas se llamaba Capachero, número 29, negro bragado. Un toro manso que le correspondió a Gallito que vestía de lila y oro y al que trajo por la calle de la amargura. El diestro no hizo nada con el capote. El toro, grande y con poder, fue llevado por Gallito cuatro veces al caballo con objeto de “atemperarlo”; pero lejos de esto, el toro se descompuso y el matador, en la faena de muleta se limitó a darle pases por la cara. La cosa se puso fea cuando intentó matarlo, propinándole siete pinchazos huyendo, dos medias defectuosas y 30 golpes de descabello, pese a lo cual el toro seguía vivo. El Presidente Sr. Cartier, le dio los tres avisos y los cabestros se llevaron al toro al corral. Gran bronca para el matador.

Así pues, Capachero, fue el primer toro de la feria y el primero, también, en irse vivo a los corrales. Conste para la historia taurina de la feria.

Gallito, en su segundo, de nombre Granero, número 37, negro zaino, volvió a estar, lo que dice, desafortunado y no hizo nada con la muleta. Lo mató como pudo, de una estocada. Bronca. El diestro debió pensar lo que decía Belmonte cuando tenía una mala tarde: Dentro de una hora será de noche...
Andaluz, de celeste y oro, lidió a Bravo, número 24, lucero y calcetero, un toro bueno y con poder. Bien con el capote. Faena de muleta aseada y regular para pinchazo y estocada. Palmas.

Gran interés produjo en los aficionados la actuación de Antonio Mejías, Bienvenida en esta corrida.
Antonio, que vestía de rosa y oro, fue cogido cuando toreaba de muleta, muy valiente, a su primero toro de nombre Perillano, número 21, negro zaino. Bienvenida, dio unos pases por bajo de muleta para hacerse con el toro. Se cambió de mano la muleta y le esculpió dos naturales inmensos; pero al dar el tercero, el viento le descubrió y el toro le empitonó por la pantorrilla, levantándole y volviendo a meterle la cabeza ya en el suelo su matador. Fue retirado a la enfermería.
Despachó a Perillano el diestro Gallito de 16 pinchazos y 8 descabellos recibiendo un aviso.
Rafael Ortega, ya retirado, con excelente humor, en una entrevista para la televisión, al comentarle el periodista esta desastrosa tarde le dijo: Esas cosas pasan en el toreo..., pero pregúnteme algo sobre mis triunfos, ¡hombre!

Andaluz, se enfrentó a su segundo, de nombre Escobito, número 25, un toro de comportamiento regular y el diestro no consiguió meterlo en el capote. Con la muleta abrevió y mató de estocada. Palmas.
En el que mató por Bienvenida, de nombre Cantarerito, número 35, negro, entrepelado y bragado, silencio.

El parte facultativo firmado por Dr. Jiménez Guinea decía: Cornada de 15 centímetros en la pierna derecha que llega a contusionar los ligamentos de la rodilla que le impide continuar la lidia. Pronóstico grave.

Hasta aquí lo sucedido en esa primera de feria según el programa de mano de la corrida, cuyo cuadrante interior fue rellenado exhaustivamente por el periodista (padre del autor) y que permiten hoy volver a recordar esa efeméride, 71 años después. Esta es la fuente del ensayo.
El aficionado, el que por primera vez se adentra en la Tauromaquia, podría pensar que siendo la máxima figura de esa época Manuel Rodríguez, Manolete, porqué no toreó en esa primera feria. Esto se explica porque su apoderado, Sr. Camará, había planificado el comiendo de la temporada de Manolete para el día 22 de junio de 1947 en Barcelona. En esa temporada el diestro de Córdoba toreó 21 corridas incluida la fatal de Linares.


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