Octavio Chacón, en el momento de la cogida que sufrió en la primera corrida de la Feria de Fallas
Herido, corta la oreja a un toro de Victorino Martín en la primera corrida de la Feria de Fallas.
Gesto y triunfo de Octavio Chacón
Andrés Amorós
ABC, 10 Marzo 2019
Comienzan las corridas de Fallas, la primera Feria de primera categoría, con un interesante encierro de Victorino Martín y el éxito grande de Octavio Chacón, que sufre una cornada en el escroto pero corta una oreja.
Por la mañana, «Día del Bou», del toro. Los aficionados valencianos reclaman «un trato justo, igualitario al del resto de los españoles». Los festejos taurinos populares viven en Valencia una auténtica Edad de Oro, lo que demuestra el arraigo popular de la Fiesta. Por la tarde, primera corrida de toros de una serie que durará hasta el día de San José. Me gusta ver corridas en todas las Plazas pero la categoría de una Plaza se advierte en los toros y en la exigencia del público (aunque ésta, en Valencia, sea ahora tan escasa, por el talante festero de mis paisanos).
Vuelven a Valencia los toros de Victorino, después de trece años de ausencia. ¡Un aplauso a la empresa! Con estas reses, recuerdo grandes triunfos, aquí, de Víctor Mendes, Dámaso González, Pepín Liria, Zotoluco… Y de Enrique Ponce, que mató seis victorinos, en 1999. ¿Qué primera figura hace eso hoy, sin necesitarlo? Silencio… Victorino ha empezado fuerte la temporada, triunfando en Vista Alegre. Esta tarde, toros encastados, de buen juego los impares (primero, tercero y quinto); más complicados, los otros. Después del paseíllo, se homenajea al doctor Zaragoza, cirujano de la Plaza.
El valiente Rafaelillo es un gladiador avezado a estas guerras. De la cercana Murcia acuden a aplaudirlo muchos paisanos. Brinda a los médicos –que le atendieron en la Feria de Julio– el primero, que humilla y embiste con clase pero no dura mucho. Rafael lo aprovecha en muletazos con torería pero el toro se apaga y la faena no se redondea. Se pelea con el cuarto, que embiste con genio; le arranca muletazos, le busca las vueltas y resuelve la papeleta con oficio.
Sustituye al valiente Fortes –que ha de operarse– el castellonense Varea, que triunfó con estos toros en su tierra, el año pasado. Tiene personalidad y buen concepto pero está poco rodado. Muleta con gusto y lentitud al tercero, de templada embestida, en un trasteo desigual. La espada es su punto flaco. Por la herida de Chacón, mata el quinto, que se mueve mucho: logra algunos lances y muletazos estimables, para lo poco que torea. Mata mal.
Debut
Debuta en Valencia Octavio Chacón, una de las grandes revelaciones de la pasada temporada. Me agrada especialmente su concepto clásico de la lidia, que hoy, por desgracia, suele estar tan olvidado. Acalla las protestas al segundo lidiando perfectamente con el capote. El toro se va quedando cada vez más corto hasta que lo prende dramáticamente un buen rato por el escroto. Aunque está herido, vuelve al toro, con valor y conocimiento, asustando al público: una labor de mucho mérito. Remata con una gran estocada, que tira al toro patas arriba: pasea una oreja –que podían haber sido dos– antes de pasar por su pie a la enfermería. A pesar de la herida, sale a matar el último, que luce dos «velas» y sale suelto. Sin chaquetilla, Octavio muletea suavemente, sabiendo perfectamente lo que hace. A toma y daca, mata a la segunda. Ha debido dar la vuelta al ruedo, antes de pasar de nuevo a la enfermería.
Toda la tarde, Chacón ha estado hecho un torero. Se parece al Manili de su gran época (no es pequeño elogio). Lo suyo no es ponerse bonito sino dar a cada toro la lidia adecuada. «Bordón» (su primer toro) me ha recordado a García Lorca: «Comenzaron los sones de bordón…». Y su elogio, que, esta tarde, Chacón se ha merecido: «La madurez insigne de tu conocimiento».
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