La cuadrilla de Bedoya da la vuelta con la oreja del 3°. Foto: Camilo Díaz
La espada jugó en contra de la torería y el valor del mexicano San Román, premiadas a cambio de pelo con gran ovación y apoteósica vuelta al ruedo. Pundonor de Andrés Bedoya quien corneado mata y su cuadrilla pasea la única oreja. Gitanillo quien lidió tres, quedó en deuda. Encastada y seria novillada.
Emociones fuertes
Cali, Colombia, 1 05 20 / TODAS LAS FOTOS AQUÍ
Con sol esplendoroso, mucha gente y emociones fuertes La Monumental abrió su feria 65. Los siete novillos-toros (cuatreños o a punto de serlo todos) de Armerías, pusieron la esencia; su raza, seriedad y personalidad. Lastima que las fuerzas no fueron tantas para que la cosa les salieran completas. Así y todo exigieron a fondo pidiendo documentación a la terna. El sexto fue una tromba de codicia y prontitud. Todos se arrastraron aplaudidos, todos astifinos, todos vendiéndose caro. Dos colorados, dos castaños y tres negros, el tercero devuelto tras lesionarse y costalearse repetidamente de tanto humillar y clavar los pitones en la arena. Un abrebocas ganadero que deja un punto alto.
El mexicano Diego San Román, cautivó la plaza y de no haber calado a sus dos toros con el estoque, quien sabe si le hubiese hecho algo más. Los elementos de su discurso fueron: verdad, fraseo y variedad. Un capote florido en su verónicas y quites. Por tapatías y brionesa el primero y por altaneras el otro, interrumpido por caída del 5º bis. Con la muleta echó, temple (no infalible), dibujo, rima, planta sembrada, postura y composturas estatuarias y verticales ante un lote que le ponía en el borde. El quinto bis, veleto y puntudo le cogió dos veces y casi, varias más. Su respuesta fue irse arriba, ponerse y quedarse en el área de candela y obligar, y tragar, y exponer, y dominar las incertidumbres y violencias del más ofensivo de la tarde que a veces cazaba la tela y por milagro no la piel. Se tiró frontal en los dos volapiés, pero el acero salió por los bajos ambas veces, quitándole las orejas, mas no la pasión del pueblo, ni el ovacionado saludo y menos la vuelta de órdago en el otro turno, durante la cual cayeron prendas a montón, entre ellas, los sombreros de connotados aficionados. Este vuelve porque vuelve.
El manizaleño Andrés Bedoya mostró su decisión desde el paseíllo. “Galopo” el tercero, cuatreño, castaño, cornicorto pero astifino lució poco los capotes, fue mal picado por Hildebrando Nieto. Incierto, no tragaba más allá del cuarto muletazo. A fuerza de insistir y apostar sin rendirse Andrés logró articular un par de tandas de aplauso y un tres en uno de natural, farol y pecho. La faena estaba hecha. Pero en su excesiva porfía a toro quedado y avisado vino la cogida. Con la pierna derecha bañada en sangre se tira, hunde toda la espada arriba y mientras el animal agoniza, él es llevado a la enfermería. Su hombre de confianza Iván Darío Giraldo pasea la oreja por media vuelta, para ir a la enfermería con el resto de la cuadrilla.
Gitanillo de América II, lidió y mató media corrida. El grito de “toro” menudeó en sus bregas cuando la falta de quietud, embroque y templanza exacerbaban las disensiones. No obstante, matizó con toreo de efecto y ebullición; brindis llamativos, rodillas, quites, adornos, desplantes y desgloses. Mató al primero con estocada delantera y se dio una vuelta no pedida. Al cuarto le puso un fierrazo también adelante y fue silenciado. Igual con el bravo sexto, al cual pinchó antes de la espada honda y sin aplausos.
La novillada, pese a no ser poderosa examinó rigurosamente a los novilleros. Uno Salió herido y premiado, otro no pasó la prueba y el tercero, el mexicano, sin estar tan bien como en la primera de Cali, formó un lío. La plaza festiva pero sin frivolidad. Excepto en el sainete que interrumpió la corrida largamente montando por la populista devolución del quinto y la exótica salida a destiempo de dos raros especímenes cebú, que tenían de todo menos de cabestros de plaza seria y los cuales formaron un herradero indecoroso. Qué pena su señoría, que el autor intelectual del desatino haya sido usted, el más llamado a defender la reverencia del rito.
FICHA DEL FESTEJO
Domingo 5 de enero 2019. Plaza Monumental de Manizales. 1ª de feria. Sol. Tres cuartos de plaza. Siete novillos de Armerías (en Parladé), devuelto el 5° por lesión en la lidia. Encastados, astifinos, pero escasos de fuerza, cuatreños casi todos, muy bravo el 6º. Todos aplaudidos en el arrastre.
Gitanilllo de América II, vuelta espontánea, silencio y silencio.
Diego San Román, saludo y vuelta.
Andrés Bedoya, cornada y oreja.
Incidencias: Andrés Bedoya corneado en la cara posterior del muslo derecho pasa a cirugía y su cuadrilla recibe la oreja. Gitanillo de América II lidió el 6º en su reemplazo.
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