Oscar Wilde
"El tiempo nos ha demostrado que, votar socialismo es un error mayúsculo, pero no lo digo yo, lo dicen sus dirigentes y de forma muy concreta un tal Pedro Sánchez que, amparándose en la buena voluntad de sus votantes les traicionó a todos y, como digo, ha tenido que ser el tiempo el que le ha descubierto..."
El tiempo, ese juez inapelable que da y quita razones
Pla Ventura
Toros de Lidia/19 octubre, 2023
Muchas veces nos asalta la duda en torno a cualquier cuestión, es más, hasta dirimimos para entender entre la verdad y la mentira puesto que, la duda antes dicha es la que suele enloquecernos. Las gentes de buena voluntad siempre apelamos por lo mejor porque no creemos en la mentira ni mucho menos en la falsedad pero, si nos adentramos en el mundo de la política es ahí cuando se derrumban todas nuestras ilusiones. Menos mal que, a fin de cuentas, para lo bueno y para lo malo contamos con un juez inapelable que se llama el tiempo que siempre nos da la razón, cuando nos asalta cualquier duda.
Dice el refrán que el tiempo todo lo cura y, lo que es mejor, todo lo deja en su sitio cuando descubre esos fraudes de ley que nos quieren endilgan en el mundo de la política. Es cierto que, a la hora del voto todavía quedan gentes de buena voluntad que, por convicción, siguen creyendo en la idea que tienen concebida y, al final, yerran de mala manera. Las pruebas son contundentes en todos los órdenes. El tiempo nos ha demostrado que, votar socialismo es un error mayúsculo, pero no lo digo yo, lo dicen sus dirigentes y de forma muy concreta un tal Pedro Sánchez que, amparándose en la buena voluntad de sus votantes les traicionó a todos y, como digo, ha tenido que ser el tiempo el que le ha descubierto.
Yo amo el socialismo, pero el que yo entiendo que, como única finalidad no es otra que el bienestar común, que no haya tantas diferencias sociales entre unos y otros y que, en el peor de los casos la clase trabajadora viva con dignidad; como alguna vez, dije siempre habrán ricos y pobres pero, en su conjunto, esa clase media que es la que hace grande a un país, que nadie note esas diferencias abismales en la sociedad en que vivimos puesto que, si tiramos de estadísticas comprobamos que, con los impuestos que pagamos se pueden mantener dos Españas. Como es notorio, el tiempo le ha jugado una mala pasada a Pedro Sánchez puesto que, tras varios años de mandato socialista, que un veinte por ciento de la población española viva en el umbral de la pobreza, eso de socialismo tiene muy poco. Al final, como se ha demostrado por parte de los dirigentes socialistas no es otra cosa que una patraña en la que han engañado al pueblo español y, lo peor es que todos estamos dentro del mismo cesto; los correligionarios convictos y confesos de Sánchez como los que defendemos el trabajo como único remedio para todos los males.
Es obvio que Pedro Sánchez ha hecho de la mentira su forma de vida pero, al final, conforme pasa el tiempo, el tipo es prisionero de sus mentiras y, lo que es peor, de los videos grabados en que todos podemos ver lo que decía y lo que ha hecho; todo una mentira al más alto nivel para engañar a los hombres y mujeres de buena voluntad que, con sus votos le auparon al poder; con sus votos y con aquellos de los criminales de rigor que, como se ha demostrado, el Sánchez aludido no ha tenido el menor reparo en pactar con esa escoria con la que nadie le hubiera dado su mano.
Se puede engañar un día, una semana, un mes, pero no todo el tiempo porque al final quedas al descubierto y, eso es lo que ha hecho este personaje de novela canallesca que, como tal, le hubiéramos entendido pero, amigos, se trata de la más cruel realidad a la que nos ha sometido este individuo que nos ha hecho la vida imposible.
Barrunto que, la política debería de ser el arte por lograr el bienestar social de todos y, con sus impuestos, repartirlos de la forma más equitativa. Es cierto que, esa equidad que aludo no entra en los planes de este sujeto que, si creíamos que había hecho todas sus maldades estábamos equivocados puesto que, la zafiedad en la que vive va en progresivo aumento, todo para el detrimento de la sociedad española que, jamás hubiera creído tener un presidente de la calaña de este maligno ser; y creíamos que con Zapatero habíamos tocado techo. Somos muy ilusos y, como digo, el tiempo nos ha dado la razón a todos cuantos detestábamos de este sujeto que viste de “harapiento” en sus mítines y vive con más opulencia que el rey de España.
La sociedad, en su conjunto, siempre detestó ese aforismo de Oscar Wilde cuando nos decía: Procura que tu corazón no aplaste tu razón, sería como abrir las puertas de la locura. Y, para nuestra desdicha no existe peor castigo que la negación al filósofo irlandés en su axioma que, en honor a la verdad, nos revela una situación tremenda. Si decidimos cualquier cosa y le damos paso al corazón antes que a la razón, siempre nos abocaremos al fracaso, una prueba de lo que digo no es otra que saber elegir al candidato que nuestra razón nos indique puesto que, las veces en las que lo hemos hecho con el corazón siempre hemos fracasado, lo dicho anteriormente es la prueba de lo contado.
Yo soy el ejemplo de todo lo que digo puesto que, por mi forma de ser, siempre anteponía el corazón a la razón, algo que me llevó a la acumulación de enormes fracasos. Un día, cansado de todo, decidí cambiar; digamos que, aparqué el corazón y me aferré a mi razón y, nunca más me engañaron ni acaudalé más fracasos. Convengamos que, el éxito, en cualquier materia, siempre llega de la mano de la razón que, en definitiva no otra cosa que aplicar la lógica.
--En la imagen, el filósofo irlandés, Oscar Wilde que, hace tantísimos años ya nos daba lecciones a la sociedad puesto que, pasado el tiempo, su pensamiento sigue siendo tan válido como el día que lo pronunció.
No hay comentarios:
Publicar un comentario