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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

lunes, 18 de mayo de 2020

Joselito y 'El Iglesias' / por Antolín Castro

Se han cumplido ya 100 años de la muerte de un grande, quizá el más grande, Joselito ‘El Gallo’. Respeto máximo.

Utilizando un término muy taurino ¡Tápese Sr. Iglesias, tápese! No haga coincidir el centenario de alguien tan grande con sus soflamas intolerantes y dictatoriales. Deje hacer y que el toro ponga a cada uno en su sitio. Ya veremos dónde queda usted. 


Joselito y 'El Iglesias'

Antolín Castro
Madrid, 18 Mayo 2020
Se han cumplido ya 100 años de la muerte de un grande, quizá el más grande, Joselito ‘El Gallo’. Respeto máximo.

Al tiempo, un pollo, no llega a más, vicepresidente del gobierno para más señas, se descubre a sí mismo como un incomodado con la defensa de la Tauromaquia, un intolerante y antidemocrático. Anda que no va nada de uno a otro.

Uno, en Talavera, entregó su vida a Dios, en pelea noble y sincera con ‘Bailaor’, el toro que pudo con él. Al todopoderoso Joselito le ganó la batalla un toro, un drama, pero una consecuencia lógica y posible, tras la pelea que han de librar toro y torero. No siempre gana el torero, demostrado queda, aunque éste fuera el Rey de los Toreros.

Aquel 16 de mayo ha pasado a la historia por la trágica noticia de la muerte de Joselito, si bien no fue el primero, ni ha sido, ni será el último en rendir tributo a esa exposición de tan alto valor. Murió haciendo lo que amaba, como también lo hicieron otros, en aras de poder crear mientras se producían sus enfrentamientos con las fieras. Un riesgo asumido y valorado.

Pero nunca nadie había osado despreciar tanto, sentirse incomodado, porque seamos muchos quienes sí somos capaces de entender lo que la Tauromaquia nos da. Lo de muchos, o pocos, solo lo considera si dirigen sus papeletas de voto en la dirección que él desea. Otras direcciones no son, para él, igual de respetables y democráticas.

Solo admite una doctrina, la suya. Aquello que la Unesco dijo sobre la cultura de los pueblos, no lo leyó. Lo que dijo el Tribunal Constitucional de España sobre el Bien Cultural que representa el mundo del toro, no lo escuchó. Solo se escucha a sí mismo.

Nadie puede ser apreciado si vive en un chalé, salvo cuando lo tiene él y pasa a ser, el suyo nada más, respetable. Por cierto, con el dinero de todos nosotros, que es de donde lo obtiene, incluido el de los impuestos que pagan los toreros, los ganaderos, los empresarios taurinos, los aficionados a los toros. Si le incomoda ese dinero bastaría con no cogerlo. Vivir de las cuotas de los afiliados a su partido es lo único a lo que debería aspirar.

Mientras haya un solo español que no bendiga sus ‘Iglesias’, las que ya compone con su familia numerosa, debería aspirar solo a las aportaciones de sus pupilos. Hacer uso del dinero público del mundo taurino, de los votantes del resto de partidos, a excepción de los que le permiten su situación, le daría para bastante menos que el palacio de Galapagar. Por cierto, con ‘alguacilillos’ en la puerta para poderle despejar ‘su ruedo’ si a los aficionados les da por bajarse a él.

Las casas que tienen los toreros salieron del valor y de la sangre derramada ante el toro, ni un ladrillo ni un euro público se dedicó para poder levantarlas. No puede decir usted lo mismo.

Utilizando un término muy taurino ¡Tápese Sr. Iglesias, tápese! No haga coincidir el centenario de alguien tan grande con sus soflamas intolerantes y dictatoriales. Deje hacer y que el toro ponga a cada uno en su sitio. Ya veremos dónde queda usted. 

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