El 18 de mayo de 1960, el Real Madrid conquistaba su quinta Copa de Europa con una goleada al Eintracht por 7-3 en Glasgow, en un partido que es considerado como la mejor final de la historia.
Se cumplen 60 años de la quinta Copa de Europa del Real Madrid: el 7-3 al Eintracht en Glasgow
L. D. Mayo / 2020
El Real Madrid celebró el lunes, 18 de mayo de 2020, el 60 aniversario de su quinta Copa de Europa, un partido histórico para muchos considerado como uno de los mejores de todos los tiempos, al superar por 7-3 al Eintracht de Fráncfort en una final sin parangón disputada en el Hampden Park de Glasgow.
Con diez tantos, se trata de la final de la máxima competición continental en la que se han registrado más goles. De ellos, Ferenc Puskas logró cuatro y Alfredo di Stéfano tres. El Real Madrid lograba así su quinta Orejona consecutiva en una competición que nació en 1956. La Sexta llegó en 1966, con aquel Real Madrid ye-ye de Amancio, Pirri, Zoco, Grosso o Velázquez, entre otros, mientras que para la siguiente Copa de Europa, hubo que esperar 32 años, con aquella final de Ámsterdam en la que el conjunto blanco, dirigido por Jupp Heynckes, ganó contra todo pronóstico a la Juventus de Zinedine Zidane.
En aquella final de Glasgow, Miguel Muñoz hacía historia al ser el primer hombre que lograba el título como jugador y como entrenador. Se había hecho con las riendas del equipo aquella misma temporada 1959/60 y defendió con autoridad y brillantez su reinado europeo.
Los blancos, que habían derrotado en semifinales al poderoso Barcelona de Helenio Herrera —en sus filas había jugadores de la talla de Kubala, Kocsis, Czibor, Ramallets o el prometedor por entonces Luis Suárez—, se veían las caras en la final con el Eintracht, que venía de destrozar en la ronda previa al Rangers por un global de 12-4 (6-1 y 6-3).
Y aquel 18 de mayo de 1960, ante 128.000 espectadores, el conjunto alemán dirigido por Paul Osswald, que partía como favorito en las apuestas locales, comenzó mandando en el marcador con un gol de Richard Kress poco después del cuarto de hora.
Miguel Muñoz formó con Domínguez; Marquitos, Santamaría, Pachín; Vidal, Zárraga; Canario, Del Sol, Di Stéfano, Puskas,y Gento. Un once glorioso.
Pero el tanto despertó a la fiera. Di Stéfano llamó a rebato a sus compañeros y se desató el vendaval. Fútbol bello, veloz por las bandas con Canario y Gento. Fue una orquesta sinfónica. El hispano-argentino remontó la final con un doblete en tres minutos y Pancho Puskas comenzó su particular exhibición antes del descanso, al que se llegó con un marcador de 3-1 favorable a los españoles.
Luego logró tres más para completar su póker y Di Stéfano cerró su triplete. De nada le valió al cuadro de Paul Osswald un doblete de Erwin Stein. Como recordó años después Puskas, el Eintracht tan sólo pudo asistir impotente a una de las mayores exhibiciones que se recuerdan en la historia del deporte rey.
Así viví la Quinta: Canario
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