Jesús Enrique Colombo ha colgado esta imagen en sus redes, con una mascarilla en la que señala que «la cultura no se censura»
La Fundación del Toro pide la dimisión del ministro de Cultura en una dura carta. Profesionales y aficionados muestran su indignación con el Ministerio en las redes sociales por su ninguneo a la tauromaquia.
Cayetano
El mundo del toro exige la dimisión de Rodríguez Uribes: «Llevamos demasiado tiempo discriminados y censurados»
ABC / 22 Mayo 2020
El mundo del toro ha exigido la dimisión de José Manuel Rodríguez Uribes como ministro de Cultura y «el comienzo de conversaciones con un ministro que entienda la cultura en toda su amplitud, un ministro que haga honor a su cargo». Harto de desprecios, la gota que ha colmado el vaso ha sido su discriminación a la tauromaquia, fuera de las ayudas que sí han dado a otras industrias culturales por la crisis del Covid-19. «Llevamos demasiado tiempo siendo discriminados e incluso censurados, algo incompatible con un estado democrático y de derecho, cuyos poderes públicos tienen la obligación de promover la cultura», advierte el presidente de la Fundación del Toro de Lidia, Victorino Martín. Y añade: «No vamos a aceptar más un papel secundario».
Enrique Ponce
Son muchos los profesionales taurinos y aficionados que han pedido la dimisión del ministro en las redes sociales. Con el hashtag#MinistrodeCensura, que se ha convertido en trending topic, toreros como Enrique Ponce, Cayetano Rivera, El Juli, Paco Ureña, Morenito de Aranda o Juan Mora, han puesto una foto con mascarilla en la que puede leerse «la cultura no se censura». «¡Basta de discriminación, #MinistrodeCensura. La tauromaquia exige el lugar principal que le corresponde entre las industrias culturales por su tradición, peso económico y respaldo social».
Paco Ureña
Victorino Martín, en representación del mundo del toro, exige que la tauromaquia tenga el sitio que le corresponde en la cultura de España, tanto por su historia, por su impacto económico y por su respaldo social.
El mundo del toro ha trabajado «paciente, respetuosa y lealmente» con el Ministerio de Cultura desde que comenzó la crisis, informan en una nota. «Su respuesta ha sido, sin embargo, el silencio y la discriminación continua de la tauromaquia», señala Victorino Martín.
Asimismo, se recalca en la carta: «El mundo del toro lleva demasiado tiempo siendo discriminado, siendo relegado a un segundo plano, cuando la realidad es que somos el segundo espectáculo cultural por número de espectadores, solo por detrás del cine extranjero. La realidad es que somos el segundo espectáculo en vivo, solo por detrás del fútbol. La realidad es que el 40% por ciento de los municipios españoles organizan festejos taurinos. La realidad es, en definitiva, que somos una de las principales industrias culturales de este país, y que hace demasiado tiempo que no recibimos un trato acorde con nuestra importancia».
A pesar de esta realidad, la presión ejercida durante los últimos años por una serie de grupos poderosamente financiados que buscan la imposición de su modelo cultural, ha logrado la paulatina relegación del mundo del toro del lugar que por derecho le corresponde.
«Exigimos un trato similar al del resto de las industrias culturales, teniendo en cuenta el peso relativo de la tauromaquia, un trato acorde con una de las principales industrias culturales de España. No vamos a aceptar más un papel secundario», advierte el presidente de la FTL.
Y añade el ganadero: «Somos millones de personas, aficionados en las plazas, en el campo o en la calle, que llevamos demasiado tiempo siendo discriminados e incluso censurados, algo incompatible con un estado democrático y de derecho, cuyos poderes públicos tienen la obligación de promover la cultura».
El mundo del toro exige por tanto el sitio que le corresponde en la cultura de España, tanto por su historia, por su impacto económico o por su respaldo social. «No podemos permitir que un ministro de Cultura ejerza la censura en todos los sentidos».
«La tauromaquia, es el segundo espectaculo de este país y no vamos a aceptar más un papel secundario», insiste Victorino.
Carta íntegra de Victorino Martín, presidente de la Fundación del Toro de Lidia, a Pablo Iglesias:
«Estimado vicepresidente segundo del Gobierno,
Vemos consternados que una vez más vuelve a amenazar con la censura cultural a los toros. Lo ha hecho muchas veces, es verdad. Pero esta vez lo hace como miembro del Gobierno de España y además en sede parlamentaria. El ataque, sin duda, sube de nivel.
Dice que le “incomoda enormemente que se reivindique como una práctica cultural a proteger”.
Estimado señor Iglesias, nosotros no reivindicamos que seamos una práctica cultural. Nosotros somos una práctica cultural. Punto.
«Los referéndums han escondido demasiadas veces en la historia imposiciones totalitarias, no es nuevo. Por favor, no juegue a eso, que es peligroso»
No es la primera carta que le escribo explicándole lo mismo, pero parece que es usted impermeable no solo a los argumentos jurídicos, también al estado de Derecho y la convivencia democrática.
No obstante, voy a tratar de explicárselo una vez más, de manera muy esquemática para que no haya ninguna duda:
- Son los pueblos, y exclusivamente los pueblos, quienes determinan libremente qué es cultura y qué no es cultura para ellos. Solo los regímenes totalitarios se atreven a decidir, modificar, “mejorar” o suprimir la cultura de un pueblo.
Mire por favor la definición que hace la RAE de cultura popular, como “conjunto de las manifestaciones en que se expresa la vida tradicional de un pueblo”.
Salvo que no nos considere pueblo, sujetos de derecho, a los millones de personas para los que la tauromaquia, ya sea en la plaza o como festejo popular, es la manifestación más importante de nuestra cultura.
- La propia Unesco, en su Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales, establece “el reconocimiento de la igual dignidad de todas las culturas y el respeto de ellas, comprendiendo las culturas pertenecientes a minorías y las de los pueblos autóctonos”, con el único límite del respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales.
Fíjese bien, el único límite que establece la Unesco para que una expresión cultural sea admisible son los derechos humanos y libertades fundamentales, límites que desde luego la tauromaquia no transgrede.
- Como no podía ser de otra manera, nuestro Tribunal Constitucional ya ha establecido expresamente que la tauromaquia es una expresión cultural propia de los españoles y, por tanto, protegida.
Ya que no parecen importarle los convenios internacionales, al menos respete los pronunciamientos de nuestro Tribunal Constitucional.
«¿Hay algo más que tengan en mente censurar? ¿Piensan establecer, quizás, algún tipo de índice de libros prohibidos? ¿Se van a promover piras con libros con temas que le “incomoden enormemente”?»
Por todo lo anterior, y un rosario de leyes y jurisprudencia que vienen a decir lo mismo, los toros no pueden ser objeto de un referéndum, como también ha promovido en su comparecencia de ayer. ¿Le parecería razonable un referéndum sobre si se permite el teatro o la ópera?, ¿le parecería bien que se hicieran consultas para permitir o no otras manifestaciones culturales que incomoden en cada momento al poder? Los referéndums han escondido demasiadas veces en la historia imposiciones totalitarias, no es nuevo. Por favor, no juegue a eso, que es peligroso.
Señor vicepresidente segundo del Gobierno de España, me preocupan enormemente sus palabras, tengo que decírselo. Porque en los últimos meses se han insinuado cosas que son alarmantes, como la conveniencia de censurar las redes sociales, la de censurar los medios de comunicación o la de hacerlo con la cultura taurina.
¿Hay algo más que tengan en mente censurar? ¿Piensan establecer, quizás, algún tipo de índice de libros prohibidos? ¿Se van a promover piras con libros con temas que le “incomoden enormemente”? Es más, ¿tenemos que preocuparnos los ciudadanos por tener en casa libros incómodos o seguir expresiones culturales que le incomoden a alguien?
Le ruego que abandone ensoñaciones totalitarias en las que la cultura se moldea a gusto del aparato del poder y limítese por favor a lo que marca la convivencia democrática y lo que establecen nuestras normas, su obligación es la promoción y la tutela del libre acceso a la cultura, a la que todos los ciudadanos tenemos derecho. A la cultura que le gusta y también a la cultura que no le gusta.
Permítame que termine recordándole que no es usted el primer representante del poder que en una ocasión u otra se ha sentido incómodos con la cultura. Pero es que la cultura no sirve para acomodar al poder, para que se sientan ustedes cómodos. Debe usted saber que la cultura no es cómoda, la cultura es libre.
Atentamente,
Victorino Martín, Presidente de la Fundación del Toro de Lidia»
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