"..Gonzalo Bienvenida, además de periodista ha demostrado ser un gran aficionado, con la suficiente sensibilidad para elegir a sus personajes para dicha sección a la que se ha encomendado. Para este gran aficionado a la hora de la elección no le ha importado que el diestro elegido tuviera en su momento la condición de figura del toreo, pero sí que se tratara de un gran torero y, Sánchez Puerto ha sido uno de ellos como las pruebas han demostrado.."
Por la sección mentada han pasado diversos toreros que, cada cual, a su modo, ha tenido algo que decir, entre ellos, Juan Mora, Uceda Leal, Fernando Robleño……y, en el último de los programas colgado en la página encontramos a Sánchez Puerto, aquel torero de suma relevancia en la década de los ochenta. Está claro que, la dirección del programa que aludimos por parte de Gonzalo Bienvenida, se nota muchísimo que este señor es nieto de su abuelo, nada más y nada menos que de don Antonio Bienvenida, de casta le viene al galgo que solemos decir.
Gonzalo Bienvenida, además de periodista ha demostrado ser un gran aficionado, con la suficiente sensibilidad para elegir a sus personajes para dicha sección a la que se ha encomendado. Para este gran aficionado a la hora de la elección no le ha importado que el diestro elegido tuviera en su momento la condición de figura del toreo, pero sí que se tratara de un gran torero y, Sánchez Puerto ha sido uno de ellos como las pruebas han demostrado.
Es cierto que, para nosotros, los aficionados de siempre, poco nos han descubierto si de un gran torero hablamos, pero, convengamos que, la finalidad de estos programas no es otra que procurar que las generaciones de aficionados actuales sepan que, en su momento, sin tener la condición de figura del toreo, Sánchez Puerto fue la admiración de muchísimas plazas, siendo Madrid su santo y seña. Me gustó mucho el programa aludido puesto que, como era natural y obvio, basaron su contenido en las grandes faenas que Sánchez Puerto ha esculpido en Madrid destacando, en gran manera, aquella tarde de los Victorinos en que, junto a Paco Ruíz Miguel y Luis Francisco Esplá, dio una tarde memorable puesto que, aquel cinco de junio de 1989 no lo hemos olvidado jamás, cosa que corroboró en directo ese gran aficionado cabal llamado Domingo Delgado de la Cámara, toda una enciclopedia de la tauromaquia que, como bien confesó, en aquellos años ochenta descubrió a Sánchez Puerto y se hizo admirador eterno del diestro de Cabezarrubias del Puerto.
Como anécdota se contó en el programa aludido que, justamente aquel año que mencionamos en que Sánchez Puerto conmovió a la afición de Madrid, ese mismo año liberaron a Nelson Mandela que más tarde sería el presidente de Sudáfrica, sin duda el político más honrado que hemos conocido que, por vender su honradez se pasó veinte años entre rejas allí en Sudáfrica. Ese mismo año, para fortuna de todos los españoles, Camilo José Cela ganaba e premio Nobel de literatura, sin duda, un año importantísimo en muchos aspectos.
Varias fueron las faenas que nos mostraron del maestro que, en directo y frente a las cámaras, contó varias anécdotas hermosas, tanto de aquella tarde como de otras muchas, pero, centrándonos en lo que fue su actuación más relevante en Madrid, la citada con los toros de Galapagar, mató de forma espléndida al toro que no “correspondía” y pinchó al que le tenía cortadas las dos orejas. Son las paradojas del mundo del toro pero que, sus naturales allí quedaron esculpidos para la eternidad. Fueron emotivas las palabras de Sánchez Puerto cuando confesó que, el brindis que le hizo a Ruíz Miguel venía dado cuando, en su momento, compartiendo cartel juntos en Gijón, Sánchez Puerto sufrió una cornada gravísima de la que se temió incluso por su vida y, el citado Ruíz Miguel, no abandonó Gijón hasta que tuvo la certeza de que la recuperación del compañero iba por el camino adecuado, razón de aquella gratitud del brindis al que citamos.
Una hermosura de programa en el que se contó con su auténtico protagonista, Sánchez Puerto, un diestro que conmovía a los aficionados al socaire de su arte, de su gusto, su personalidad, su forma tan genial de interpretar el toreo que, pese a no llegar a la cumbre si ha perdurado en el corazón de los aficionados pasados los años, todo un mérito por haber sido un referente en aquella década gloriosa de los años ochenta que, sin lugar a dudas, el plantel que había de toreros era inmenso y, perdurar en el recuerdo pese a todo ello, sin lugar a dudas, debe ser una satisfacción del alma para Sánchez Puerto comprobar que, pasados los años su arte sigue siendo inmaculado, es más, todo un referente para aficionados nuevos y, por encima de todo, para tantos chavales que aspiran a la gloria de la torería que, con el maestro citado tienen el más bello concerniente.
Me fascinó la humildad del diestro frente a las cámaras, la alegría de su sobrino, Víctor Puerto que, como sabemos si ostentó el rango de figura del toreo y, como digo, la personalidad arrebatadora de Domingo Delgado de la Cámara que, para su suerte, es el “Cossío” de la actualidad, un hombre del que todos podemos aprender una gran lección, la disfrutamos en este programa aludido coordinado por Javier Mardomingo, y la gozamos en todas las retrasmisiones de la cadena que, si querían tener un comentarista de lujo lo han logrado por completo.
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