Esta mañana escuchaba a Herrera y, he quedado atónito ante la noticia que hoy nos ha sacudido por completo, aquello de un tal Koldo García, el que era el lazarillo de Ábalos en su época como ministro que, como se ha demostrado, han descubierto una trama delictiva en la que el tal Koldo era el alma mater de la misma con la anuencia de su jefe de filas, Ábalos que, ahora se hace el loco y no sabe nada de lo que su criado hacía.
Recordemos el primer eslogan del socialismo. CIEN AÑOS DE HONRADEZ que, pasado el tiempo se ha demostrado que eran honrados porque no manejaban nada; no tenían el poder y eran honrados por cojones. Normal ¿verdad? Pero ay, amigo, cuando cogieron las riendas del poder, hasta el mismísimo Felipe González cayó derrotado porque la corrupción era una norma en su partido. Y lo más sangrante de la cuestión es que todos los que éramos jóvenes en aquellos que, para colmo hasta le votamos, creíamos que era un hombre honrado.
Cierto y verdad que, pasados los años, los que le sucedieron en el poder, empezando por Zapatero y terminando por el indeseable que ahora rige los destinos de España, la corrupción ha sido la norma entre estas gentuzas, faltaba el asunto que hoy ha salido a la palestra en torno a la empresa del tal Koldo García que, de no facturar un céntimo, en un año pasó a facturar cincuenta millones de euros en la compra de mascarillas y demás productos sanitarios. Y, para salvaguardar al “compañero” Koldo, sale Pedro Sánchez aludiendo a Tomás García Ayuso, el hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid al que colgaron hasta una foto suya gigantesca en Madrid acusándole de haberse enriquecido con las mascarillas gracias a su hermana y, como el mundo sabe, la fiscalía archivo el caso porque no había el menor indicio de delito pero, repito, Pedro Sánchez sigue acusando a dicho señor mientras se queda silbando ante lo que le ha sucedido al que era el criado de Ábalos, bendecido por el socialismo sanchista.
Al parecer, la trama del susodicho tiene tintes de ser algo histórico si de delitos hablamos. Claro que, para estos malvados que nos rigen, con toda seguridad, como siempre dicen, la culpa de todas las maldades que en el mundo existen la tiene Feijóo. Se puede ser de todo en la vida, pero utilizar esa maldad tan ruin como hace Sánchez para mantenerse en el poder, eso es propio de criminales, nunca de hombres de estado.
Pensar que tenemos que convivir con estas gentuzas, eso descorazona a cualquiera. Si es sumamente grave que Dani Alves ofreciera a su víctima ciento cincuenta mil euros por comprar su silencio, más grave sigue siendo todo lo que ocurre dentro del socialismo reinante en España que, con el caso de Koldo García suman otra “epopeya” más para ensombrecer todavía mucho más a un partido que, al principio de la democracia nos parecía esperanzador y, la gran realidad es que no deja de ser una cueva de tunantes asquerosos que, con tal de mantenerse en el poder son capaces de todo, que se lo digan a Pedro Sánchez, el tipo que no ganó nunca ninguna elección, el que se ha pasado la vida mintiéndole al pueblo que le votó y, para rematar la faena, el muy indeseable está pactando con un hijo de puta fugado de la justicia de España, todo ello para seguir siendo presidente de una nación que le desprecia, la prueba no es otra que, como dije, nunca ha ganado nada, pero no es menos cierto que le sobran triquiñuelas para seguir mintiendo para lograr sus apocalípticos fines. El poder judicial ya está trabajando en torno al asunto de Koldo García y toda su trama corrupta, pero, sospecho que, como hablamos de amnistía, la misma igual se les aplica a estos hijos de puta y así todos quedan exonerados de los delitos que se les imputan. Ojalá caiga en peso de la justicia sobre esta trama criminal y, si Dani Alves tiene que purgar una pena de más de cuatro años de cárcel, estos delincuentes, de haber justicia, deberían de pudrirse entre rejas. ¡Válgame, Dios, como para seguir viendo el telediario!
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