EL JULI EN VALENCIA: ESTABA CANTADO / Lázaro Echegaray

Fotografía La Loma

"...¿qué hace El Juli por el toro? Sabemos que apoya a chavales que quieren ser toreros, que tiene una fundación, que promociona la afición con los más jóvenes… Pero ¿y el toro? ¿Cómo ayuda El Juli al toro de lidia?..."

EL JULI EN VALENCIA: ESTABA CANTADO

Lázaro Echegaray
España

Vuelve a estar El Juli en boca de todos y lo hace por razones que no le avalan como la máxima figura del toreo que el diestro aparenta ser. En este caso ha sido la feria de Valencia la que le ha puesto en la picota del comentario. Qué triste y desalentador tiene que ser que habiendo obtenido méritos para salir por la puerta grande de una plaza de primera categoría de lo que se hablé en las tertulias inmediatas sea del torito (hay que llamarlo de alguna forma) que el figura se ha llevado debajo del brazo. Para ser honestos, hay que meter también en este saco a Manzanares, que participa con él de estas tropelías y las hace también a solas en cuanto tiene ocasión, que son muchas veces. 

Lo que más me ha llamado la atención del escándalo de Valencia no ha sido el atrevimiento para presentar en una plaza de primera esa becerrada. Sabíamos que tarde o temprano pasaría una cosa así. Estaba cantado. Como dicen los ingleses “Give them enough rope” que viene a ser algo así como que si se les deja ellos mismos se ahorcan. Y no nos estamos excediendo en nuestro juicio: el torero que llamándose figura se presenta en plaza de primera con una corrida como esa ha perdido todo respeto a la afición y a la profesión. Lo que más me ha llamado la atención, como decía, han sido los comentarios que entre bastidores han hecho los periodistas de la prensa on demand, es decir la encargada por el interesado (todo lo que se escribe de toros salvo contadas excepciones). Sin embargo, uno no entiende de qué se sorprenden y al final termina comprendiendo que verdaderamente terminaron creyendo las mentiras y los inventos publicitarios que venían contando sobre el diestro. Quizás ahora su mundo se está desmoronando porque lo de Valencia ha significado la caída del mito. Sin embargo tienen que seguir cantando las glorias de batallas sin enemigo pues éste no es el toro y tampoco el diestro adversario que se anuncia en el cartel. Sin toros y sin competencia la vida del torero se convierte en algo así como una tertulia de mesa camilla en la que lo más grave que puede pasarte es que te quemes un dedo con el brasero. 

Es interesante analizar la concepción que tiene este torero del toro. El Juli anduvo medio involucrado con las corridas de Victorino cuando todavía no tenía cicatrices de espejo. Pero entonces pasó aquello de las declaraciones del de Galapagar que dejaban al diestro en un lugar más que dudoso y que ya destapaban lo que iba a ser el futuro. El Juli era capaz de rondar los toros de Victorino en los corrales. Bueno, en palabras del ganadero no lo hacía él pero sí su gente. Eso hasta entonces había sido impensable. O mejor, había sido pensable pero no ejecutable. Una vez la polémica pasó, El Juli no volvió a ver una corrida un poco seria a menos que metamos Fuente Ymbro en ese saco. Como remedio a las críticas que se le hacían a este respecto, el torero tuvo ‘el gesto’ de querer matar la de Miura en Sevilla. Era un solo gesto para toda una temporada. Las circunstancias lo impidieron y el aficionado continua esperando a que el torero anuncie dónde y cómo tendrá lugar lo que debió haber sido y no fue. Pamplona hubiera sido una plaza ideal para ello. Así se habría impedido que este año se anunciaran algunos hierros que de no haber sido por su exigencia no hubieran pisado jamás el coso navarro y hubiera colaborado a la vez a limpiar toda la falta de respeto que ha tenido para con esa plaza tan emblemática donde durante años ha salido el toro-toro día a día hasta que ha llegado él. Claro, lo del Juli en Pamplona tenía que tener una repercusión: si en la feria del toro puedo llevar un torito como el que llevo, qué no podrá llevar en una plaza como Valencia. Todo estaba cantado. 

Por otro lado ¿qué hace El Juli por el toro? Sabemos que apoya a chavales que quieren ser toreros, que tiene una fundación, que promociona la afición con los más jóvenes… Pero ¿y el toro? ¿Cómo ayuda El Juli al toro de lidia? La única respuesta que se nos ocurre pasa por Pamplona y por Valencia. Eso no es ayudar al toro de lidia, ni a la tauromaquia. No obstante, él sigue viendo sus faenas como encomiables, arremete contra la crítica si un día el público se pone en su contra, vive convencido de que el futuro del toreo depende de él, le preocupa el devenir de su profesión y no se olvida del toro, lo degrada más cada día y defiende a ultranza el toro que torean las figuras. Ser torero nunca ha sido ser enemigo del toro. Cuidado con eso porque es imprescindible tenerlo en cuenta y más en los tiempos que corren.

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Opinión y toros