Tengo ya muchos años, he visto, oído y leído muchas cosas, y para mí la crueldad mayor, lo que más me ha impactado, ha sido el cautiverio y tortura a que fue sometido el Sr. Ortega Lara durante 532 días (del 17 de enero de 1996 al 1 de julio de 1997) en un zulo inmundo, sucio, frio, sin luz y esperando la muerte. No me explico cómo pudo subsistir tanto tiempo, en el que se incluyen dos inviernos, con el frio y humedad que hace en aquella región. Pienso que debe ser un superhombre para no haber muerto. Insisto, no conozco, ni de oídas, mayor tortura a un ser humano. Bien pues, ahora vienen unos señores (perdón por lo de señores, mejor hijos de pu…), si bien les llamo señores porque no les conozco, pero la verdad es que seguro no son señores, ni señoras, pues esas palabras se aplican a personas que merecen ser respetadas por su conducta, y quienes se han burlado del Sr. Ortega Lara en El Jueves, obviamente no merece ningún respeto. He buscado un calificativo apropiado y no he encontrado ni uno solo que exprese tanta maldad, y eso que nuestro idioma es rico en vocabulario, pero es que la mezquindad, la vileza, la bajeza moral de esas personas no tiene parangón en la historia. Son exactamente iguales que aquellos que le tuvieron cautivo y torturándole tantos días. Para mi merecen el mismo castigo.
No les deseo la muerte porque la vida nos la da Dios y el solo puede quitárnosla, pero pienso que merecen cadena perpetua, privados de libertad, y no voy a decir en las mismas condiciones que estuvo él, pero si parecidas. Sinceramente creo que no merecen los alimentos que toman, ni el agua que beben, ni el aire que respiran, pues son lo peor de lo peor. Lo más despreciable que alguien puede imaginar.
Estamos seguros de que algo así no se lo harían a uno de izquierda radical porque saben que lo pagarían muy caro, y como son muy cobardes solo se atreven con quien saben que no responderá.
Seamos muy claros: Si alguien, por ejemplo, un familiar o amigo del Sr. Ortega Lara se tomara la justicia por su cuenta y pagaran con su vida esta ignominia, yo no voy a decir que lo justificaría, pero si diría que tiene muchos atenuantes.
Pero vivimos en el país que vivimos y todo está permitido siempre que se ataque a gente decente. Si lo hubieran hecho a alguien de la izquierda radical las calles estarían ocupadas por los violentos, quemando contenedores, coches, cajeros de banco y, desde luego, el lugar donde se hace esa publicación.
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