¿Los de Castellón fueron Miuras más manejables de lo que cabía esperar?
Depende de con qué ganaderías se compare… Incluso entre los toros de la misma corrida hubo de todo. El segundo de mi lote de manejable tuvo poco. Pero es cierto que los tres primeros resultaron más manejables de lo que es habitual en este hierro. Lo importante fue que dieron espectáculo.
¿Te esperabas la presentación que tuvo la corrida?
Sin duda los seis toros tuvieron una presencia sobrada para una plaza de primera categoría. El público de Castellón lo valoró y lo disfrutó, y acabó resultando una tarde importante en todos los aspectos.
Se nota que sobran toros en el campo.
Por culpa de la pandemia así es, y los ganaderos están enviando animales de gran trapío a plazas de segunda y tercera. Los toreros estamos haciendo un esfuerzo sobrehumano, quizá los que matamos divisas duras más todavía. Nos tenemos que apretar el cinturón económicamente y encima estamos lidiando astados con cinco años, a punto de cumplir seis. Lo estamos dando todo en la arena porque queremos torear, pero en los despachos es otro cantar…
¿Le concedes una importancia especial a este éxito tuyo en Castellón por tratarse de la primera feria en la que tomas parte tras la pandemia?
Sin duda, y por muchas más razones. Se trataba de una de las primeras ferias del año, era televisada, la respuesta del público fue fantástica, sabía que marcaría mucho para el resto de la temporada… Pero además se juntaban mis circunstancias personales: cómo estaba hace un año, de dónde vengo, había que aclarar cualquier duda que se pudiera tener sobre mí… Al final Castellón me ha dado mucha confianza, mucha moral, mucha seguridad, y queda claro que he superado el percance que sufrí en 2019 en Pamplona con un toro de Miura.
Después de una dura recuperación reapareciste en marzo en Jaén con Victorinos. La segunda fue en junio con Miuras en Cuéllar, y ahora otra vez Miuras. ¿Cuándo te toca una de Juan Pedro?
Creo que los dulces sólo me tocan en Navidad (risas). La verdad es que no me lo están poniendo fácil. No está siendo una reaparición con cariño ni amable. Diría que está faltando sensibilidad, pero no soy torero de quejarme. Cuando decidí volver lo hice con todas las de la ley, sin renunciar a lo que he conseguido y con las ganaderías que lo he hecho. Cada día me siento más orgulloso de las estadísticas que llevo en las más de 60 corridas de Miura que he matado.
Al menos tu éxito en Castellón ha tenido mucha repercusión.
Sí, me lo ha cantado mucho la prensa y los aficionados. Pero a día de hoy no he firmado una sola corrida para el mes julio. La siguiente será en agosto, y de nuevo con Miuras.
¿Y cómo se presenta el resto de la temporada?
Va a ser un año atípico. No se toreará mucho, por eso era tan importante para mí triunfar en Castellón. He dado un golpe sobre la mesa y espero que mi situación mejore. Además se trata de un año muy especial para mí porque cumplo 25 años de alternativa. Así que se junta todo: mi recuperación, la reaparición y el aniversario. Estoy en un momento de extraordinaria madurez y felicidad, y creo que eso se nota en la plaza.
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