la suerte suprema

la suerte suprema
Pepe Bienvenida / La suerte suprema

lunes, 26 de mayo de 2025

Es importante modificar la puya, pero mucho más es que se pique en su sitio / por Rafael Comino Delgado

Evolución de las puyas en el transcurso del tiempo

'..El 24 de octubre de 2010 hubo, en Zafra, un symposium sobre el toro de lidia, que concluyó: “Es urgente reformar la suerte de varas”. ¿Han reformado algo? Nada...'

Es importante modificar la puya, 
pero mucho más es que se pique en su sitio.

Rafael Comino Delgado
Estoy de acuerdo en que se cambie la puya actual por la que han diseñado don Manuel Sales y don Julio Fernández, que es menos lesiva, según han demostrado probándola en cientos de toros. Pero se pique con esta nueva puya, o se pique con otra todavía menos lesiva que pueda diseñarse, y se sigan poniendo los puyazos mucho más atrás de su sitio, que es el tercio posterior del morrillo (espacio que hay entre la cuarta y séptima vértebras cervicales) se seguirá lesionando, con frecuencia, la articulación de las manos del toro con la columna vertebral (equivale a nuestro hombro), y por tanto alterando su movilidad y forma de embestir. Y eso como mal menor, porque muchos de esos puyazos que caen muy traseros y/o bajos, llegan al pulmón y provocan un neumotórax, inutilizando al toro para la lidia, cosa que ocurre con frecuencia. Casi el 100 por 100 de los puyazos caen traseros y/o bajos, como han demostrado varios veterinarios que han estudiado en profundidad el tema.(Les remito a mi artículo, publicado el 23 de mayo pasado, en este mismo medio y titulado, “Los puyazos traseros estropean muchos toros”).

Por otra parte, mientras el arpón de la banderilla mida 6 centímetros, que pueden penetrar en la anatomía del toro, aunque el arponcillo solo mida 4 centímetros, con lo que si se ponen muy traseras, a veces en el costillar, llegarán al pulmón provocando neumotórax, e inutilizando al toro para la lidia, o disminuyendo mucho su capacidad de embestir, porque no puede respirar bien, se asfixia.

Y el problema es que nadie dice nada, todo el mundo se calla y vamos para adelante, cuando los perjudicados en el mundo del toro somos todos (desde los aficionados hasta los toreros) menos los picadores; aunque los ganaderos lo son más, pues cuando un toro sufre una de estas lesiones, los medios dicen que el toro era manso, sin casta, sin raza, y sin fuerza, o que no tenía fondo. Los matadores también son muy perjudicados, porque no pueden triunfar con buenos toros en principio. Los picadores, sin embargo, van más cómodos picando tan trasero y bajo, pues es más fácil coger al toro trasero que en el tercio posterior del morrillo.

Creo que ni unos ni otros saben lo que realmente está pasando, porque no hacen caso a los veterinarios que son los expertos. De hecho, yo entrevisté, hace unos 12 años a 29 picadores, y les pregunté, ¿por qué no pican en el tercio posterior del morrillo?, y 27 contestaron que ellos creían que el sitio de picar es el hoyo de las agujas (coincide con la unión de tercera y cuarta vértebras dorsales), que es muy trasero, uno contestó que en el morrillo la piel está muy dura, y por eso se iban muchos más atrás, y otro contestó que él picaba donde le decía su matador. Es decir, no pican en su sitio porque no saben donde hay que picar, y por comodidad. Pero es que la inmensa mayoría de los profesionales creen que se debe picar en el hoyo de las agujas, y aun así pican más atrás incluso, porque es más fácil. Entiendo que sea muy difícil coger al toro en el tercio posterior del morrillo, pero si lo cogen mal, deberían rectifica inmediatamente, y ocurre al contrario que, a veces lo cogen bien e inmediatamente rectifican para poner la puya más atrás. En lo que va de temporada he visto muchos festejos picados, y solo he visto poner un puyazo en su sitio, pero el picador rectificó y lo puso unos 25 centímetros por detrás del hoyo de las agujas, es decir traserísimo, y lo peor aun es que el comentarista dijo, “gran puyazo”.

En la lidia hay que hacerlo todo a favor de que el toro pueda desarrollar al máximo su bravura, casta y clase, pero si ya en el primer tercio le lesionamos su aparato locomotor, y puede que también el pulmón, mal vamos. Entiendo que poner una banderilla muy trasera o en el costillar es un accidente, pero picar fuera de su sitio es lo habitual, pues las autopsias en muchos toros, realizadas por veterinarios expertos (Fernández, J. Villalón, J. 1998; Barona, L. Cuesta, A. 1999 ) han demostrado que solo el 4-7 % de los puyazos se colocan correctamente, y eso siendo muy optimistas.

El 24 de octubre de 2010 hubo, en Zafra, un symposium sobre el toro de lidia, que concluyó: “Es urgente reformar la suerte de varas”. ¿Han reformado algo? Nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario