'..Rafa Serna confirmó alternativa y a pesar de no torear casi nada desde que tomó alternativa en 2017, se le vio muy puesto, además de decidido. En el último, al que recibió a portagayola, estuvo por momentos muy torero y valiente. Recibió un pitonazo en el pómulo y tras de una estocada efectiva, se le pidió y concedió una oreja. Merecerá la pena volverle a ver..'
Después de lo de ayer, distintas varas de medir
Antolín Castro
Opinión Y Toros/ Madrid, 29 Mayo 2025
La tarde del 29 sucedía a la del 28, esa en la que la plaza quedó conmocionada por la actuación de Morante.
Nada podía ser igual, pero podía ser, de otro modo, de mucho interés y de manera diferente para los distintos aficionados y público en general que volvieron a llenar las localidades de Las Ventas.
Los aficionados de hueso colorado esperanzados con la llegada del riojano Urdiales, los del glamour y el clavel con la presencia del peruano Roca Rey, y muchos otros motivados con un joven confirmante sevillano, Rafa Serna. Los toros de El Torero en los chiqueros esperando repartir nobleza y bravura. Había mimbres para poder disfrutar una tarde más.
Salieron los toros y resultaron ser todos iguales pero diferentes. Noblotes y blandos al 50%. Como es costumbre el lote malo para quien es el más puro de los toreros, Urdiales, también el de más mala suerte. El primero gazapón, imposible de sacarle algo en claro. Su segundo parecía mejor en el embroque para de inmediato pegar un tornillazo y deslucir lo que bien empezaba. Imposible otra vez para construir una faena lucida a la altura del riojano. A lo mejor, o a lo peor, a otros les pueden servir para pegar mangurrinas, pero ese es un palo que no practica el de Arnedo.
Llegaba Roca con el cuchillo entre los dientes para no irse de vacío de la feria y le cayó el mejor lote, faltaría más. Arrebatado comenzó su primera faena de rodillas y pasándose el toro por la espalda, que es su especialidad. Y siguió obstinado en darle pases en cantidad, en aras de alcanzar el triunfo. La gente moderna, se iba haciendo eco de aquello y hasta llegó a pedir la oreja con ganas que el presidente denegó al no divisar mayoría. Lo curioso vino después, arrastrado el toro no lo sacaron ni a saludar, casi un silencio absoluto. Cosas de estas gentes para el toreo moderno, que se mueven a la velocidad y retroceso como el propio toreo que padecemos. Sucede mucho, pero los aficionados cabales no se terminan de acostumbrar.
Faltaba el quinto, que como dice el dicho ‘no es malo’ y efectivamente no lo era. Con él anduvo el peruano en plan superficial hasta que le obligó por bajo en una tanda de mando… a distancia. Aquello caló y lo repitió dos veces más y se llevó el gato al agua con dos circulares invertidos. Ahora si que iba a ser la buena. Petición más ruidosa y oreja. Dejemos dicho: oreja moderna también.
Rafa Serna confirmó alternativa y a pesar de no torear casi nada desde que tomó alternativa en 2017, se le vio muy puesto, además de decidido. En el último, al que recibió a portagayola, estuvo por momentos muy torero y valiente. Recibió un pitonazo en el pómulo y tras de una estocada efectiva, se le pidió y concedió una oreja. Merecerá la pena volverle a ver.
Es decir, dos toreros pasearon trofeo en el día de hoy, cosa que no había sucedido ningún día en la feria. Ayer no se paseó ningún trofeo y hoy por partida doble. Si lo medimos numéricamente se concluye que hoy fue mejor que ayer. Eso es así por las distintas varas de medir, ni de coña hubo más pañuelos que ayer. La respuesta, para quien suscribe es muy sencilla: ¡Y un jamón!
No hay comentarios:
Publicar un comentario