Creían, sin figuras, ver la plaza así, pero el viento sopló a favor
San Isidro: Viento a favor
Madrid,19 Junio 2019
Hace muy poco que acabó ese ciclo al que llamamos San Isidro y que ocupa más de un mes de festejos taurinos en la plaza más importante del mundo.
Largo ha sido en el tiempo, 34 días continuados, y largo también en las conclusiones que de él se pueden sacar. Dicho en castizo, también se puede largar mucho de lo que allí ha acontecido.
Podríamos hablar de cifras, lo que en general me gusta, pero prefiero señalar aspectos, en positivo o negativo. Toros y toreros han estado a un nivel por encima de las ferias precedentes; eso es un hecho y aquí lo constatamos de forma expresa.
Curiosamente titulo ‘Viento a favor’ precisamente cuando ese ha sido, el viento, el factor negativo de mayor impacto en casi todas las tardes. En eso también se han superado las ferias anteriores. Dificultó muchísimo tarde a tarde, impidiendo que los lidiadores pudieran plantear, eligiendo ellos, la estructura y los terrenos para desarrollar sus faenas.
Pero, curiosamente, el viento de la feria ha girado a favor de la propia Fiesta en general y en conjunto. El filtro que supuso el mini bombo para sortear diez de las ganaderías y diez de sus matadores, tuvo su mejor impacto en eliminar a quienes se negaron a participar en tan mínima pero imperiosa novedad. Ese filtro permitió acartelar toreros que de otro modo lo mismo ni habían podido hacer el paseíllo.
Veamos, la ausencia de Manzanares, Morante, Cayetano y Juli/Ponce, abrió automáticamente al menos diez puestos en los carteles. Sin esos diez puestos libres es casi seguro que no hubiéramos tenido la oportunidad de ver a David de Miranda, Juan Leal, Juan Ortega, Gonzalo Caballero, Tomás Campos, Eugenio de Mora, Manuel Escribano, Ritter, López Chaves, por citar solo a los que tuvieron una sola oportunidad.
Todos ellos dejaron su sello, su impronta de torería, de valor, su capacidad de triunfo. De Miranda salió en hombros, oreja cortaron Eugenio de Mora y Juan Leal, el mismo Leal, Caballero, Escribano y Ritter pagaron con sangre su valor y disposición, mientras que Ortega, Campos y López Chaves causaron una gratísima impresión entre los aficionados.
Si esos nombres se merecen el respeto y la admiración, añádanles los nombres de Ureña, Ferrera, Aguado, Urdiales, Emilio de Justo, Robleño, Román, Curro Díaz, que acrecentaron el crédito del que venían precedidos, y tendremos una baraja muy importante de toreros que, sin ser las llamadas figuras, pueden figurar en todos los carteles de todas las ferias.
Las figuras ya llevan el viento de cola, pero los antes citados se han ganado, por distintas circunstancias, ese viento a favor del que hablo con todo merecimiento. Se ha demostrado que con ellos se pueden hacer carteles que interesan, comprobado que más, que las figuras de siempre. Madrid así lo certifica con una asistencia superior a los ciclos que precedieron a esta feria de 2019. No echamos a Roca Rey, El Juli, Castella, Perera, Ponce, Manzanares, Morante, El Fandi, Cayetano e incluso Marín o López Simón, simple y llanamente constatamos una realidad.
Por cuanto al ganado también ha quedado claro que el encaste Albaserrada interesa y mucho. Además, ganaderías como La Quinta, Valdellán o Santiago Domecq, han estado por encima de las consabidas que inevitablemente han de venir cuando se anuncian solo figuras.
Todo esto conforma un cambio que hay que aprovechar, al que no se tiene que renunciar. Y si la empresa, con Simón Casas, tienen algo que ver en la programación, y lo tienen, habrá de reconocerse también en este resumen.
Nos alegramos mucho que ese viento de 2019 haya sido a favor.
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