Miguel Criado Garrido, conocido como 'El Potra Hijo',
el responsable del toro de Pamplona veedor de la Casa de Misericordia
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Pamplona, toros, toreros, nombres y hombres
Por Pedro Javier Cáceres
Pamplona.-8 Jul 2012
Sanfermines ¿un modelo de gestión? sin duda. Y no un modelo más, posiblemente “el modelo”, junto con Bilbao. Hay similitudes: en su concepto (gestión directa) y como condición causa efecto la ausencia de intereses creados.
Fallas, fija. Sevilla, brilla y Madrid da esplendor. Pasado Madrid ¿qué?...Pues ahí están, por fortuna Pamplona y Bilbao, para ganaderías y toreros: nombres, por supuesto, y hombres.
Luego saldrá el toro, el de Pamplona y Bilbao, y pondrá a cada uno en su sitio, pero puede ser tarde para lo bueno y muy perverso para lo malo.
Y sin renunciar a las figuras que empezarán a aparecer en los 3 últimos días (sin complejos ni racanería para anunciar a Juan Mora -cogido el año pasado-, ajustarse a la nueva “vida” de Padilla ni renunciar al espectáculo de Fandi)
Los emergentes Fandiño y Mora que lo harán la víspera.
Pamplona desagravia a aquellos que se lo han ganado en el albero o arena: Castaño en las tres primeras citas. Nazaré en Sevilla. Morenito de Aranda y Eduardo Gallo en Madrid (sin más posibilidad que volver el 15 de agosto, por que los “celebros” de la Comunidad hicieron un pliego con los pies indigestando de novilladas —sin novilleros ni toros por novillos como gustan en Las Ventas de ciertas garantías- el calendario durante los meses de junio, julio y septiembre, no dejando hueco, como venía siendo hasta ahora para toreros notables de San Isidro y ausencias injustas de meritorios).
Bien sigamos con Pamplona.
Sitio para un Ferrera cuajado como lo demostró en su encerrona de Badajoz con los “victorinos”. Valorar el paso por Madrid de Robleño.
Respeto para los siempre cumplidores Rafaelillo y Joselillo. Agradecimiento de servicios prestado a triunfadores anteriores como César Jiménez y Rubén Pinar- que también destacó en San Isidro-. Como ser sensible a jóvenes con un buen pasar de novilleros como Jiménez Fortes. Y un guiño al localismo con Francisco Marco, siempre cumplidor, y nunca desentonando.
De estos 12, cinco estarán en Bilbao con otras exigencias de reclamo para llevar gente a la plaza que Pamplona tiene garantizado.
Pero, con todo y eso ¿dónde los vuelven a encontrar anunciados en las ferias de primer y segundo circuito, incluso de tercero con cierto nombre, a cinco, cuatro, tres, dos, uno o ninguno —que es la evidencia-?
Valencia y la feria de Abril fijaron a novilleros como Román y Gonzalo Caballero. Madrid dio alas a Gómez del Pilar y al mismo Caballero. Los tres en Pamplona (abro paréntesis para lamentar que en Bilbao no haya novillada, nadie es perfecto).
El Parralejo es por origen y filosofía lo que hace años significó Fuente Ymbro en su despegue a base de novilladas. Triunfó en Castellón y Valencia: puesta en Pamplona.
No fallaron ni novillos ni novilleros. Fuera de abono, 13.000 personas.
Encierro de juego dispar pero perfecto para escrutar en plaza de primera el presente y el futuro de los chicos. Todos con movilidad.
El más hecho, Gómez del Pilar, se encontró con el mejor ejemplar, pero le pudo la responsabilidad de arrollar a cualquier precio, en busca de un alternativa adecuada, y sobrevino la ansiedad. Más reposado, en el malo, sacó su gama de recursos par superar el trámite y cortar una oreja.
Román proyectó futuro halagüeño. Su primer enemigo tuvo movilidad y transmisión, le faltó más clase y entrega. Motor más que calidad. Pero bueno para triunfar.
Buen concepto: distancia, intenta por abajo, lo lleva largo con cierto temple y le deja la muleta en la cara ligando. Tiene sentido de la medida, recursos para adornos finales y el valor necesario para resolver problemas. Se entrega al matar. Así cortó otra oreja.
Poco hecho, le falta poso que no reposo, gustarse más, pero apunta condiciones.
El 5º descompuesto y violento, rajado al sentirse podido, dio otra versión optimista de Román por su capacidad: le hizo cosas algunas inverosímiles en el epílogo exprimiéndole en tablas. Lástima el descabello tras una decidida ejecución de la suerte de matar.
En hombros Gonzalo Caballero. Y lo hizo por un valor evidente que expresa en quietud. Falta oficio y técnica, debe depurar el estilo, pero lo suple con espontaneidad y no pasa desapercibido. Arrancó la oreja del manejable 3º al apurar la estocada al máximo y salir prendido por la entrepierna.
Salió a matar el 6º tras ser atendido en la enfermería de puntazo en el escroto.
Mermado pero sin un gesto evidente para la galería. Fue ovacionado al hacer acto de presencia. Coraje y garra suplieron facultades y oficio dejando credenciales de querer ser: a cualquier precio. Tanto así que no quiso perderse la foto de salir en hombros pese a la parte suturada.
Los tres novilleros, debutantes, reaparecían en Pamplona tras sendas cogidas o lesiones.
Román y Caballero lo hacían por cuarta vez con caballos, después de haber pasado Román, debutando en Valencia, y Caballero en Sevilla y luego Madrid.
Y un apunte: Pamplona es “La Feria del Toro”. No es un eslogan, está acreditado. Quizá el toro demasiado grande y basto. Pero, al contrario que “el circo romano” que se ha instalado en Madrid con las novilladas, todo el rigor con los matadores es sensibilidad con los aprendices y el propio reglamento navarro estipula que el animal no pese más de 500 kgs.
Madrid, tampoco es redondo, quizá cuadrado.
Pamplona tiene también su pecadillo: el chauvinismo en la corrida de rejones.
Al rebufo de la grandiosidad de Pablo Hermoso de Mendoza y los éxitos continuados, 8 Puertas del Encierro, de Sergio Galán, se ha afanado en buscar al “Pablo de los pobres” de entre los paisanos y así, por lo civil o por lo criminal, aupar a Armendáriz.
No estaría mal, si no fuera porque, pensando en renovar el cartel, y de una vez por todas programar el duelo Hermoso-Ventura con Galán, por méritos propios —en Pamplona y demás plazas de tronío-, quitarse de en medio al “gallo en corral ajeno”.
Las dos orejas de un voluntarioso navarrico a caballo es un agravio a las dos peticiones de oreja al conquense: la primera del segundo toro y la segunda del quinto.
Como Pablo, en su línea (para que explicar más) tras pinchar al primero, cortara las dos orejas del cuarto, el paletismo localista tenía su foto, un tanto forzada, pero la tuvo: la foralidad en hombros, el manchurriano a pie.
Y como siempre pasa no fue culpa del extraordinario público pamplonés sino de esos políticos sectarios como obró el concejal de turno en el palco.
A la fiesta se sumó Capea con un excelente y variado encierro que además cumplió con la premisa del cuatreño en Pamplona: acercarse a los 600 kgs. De promedio.
Ayer comenzaron las corridas de toros.
Dolores Aguirre no está marginada en Pamplona como en otras ferias dominadas por el taurinismo.
Pero algo ocurrió y los "doloresaguirre", flacos, con más hueso que carne y genio que bravura, siempre mansos, no respondieron.
Apenas los tercios de banderillas de Ferrera, algunos muletazos de buen trazo de Eduardo Gallo y el santo de cara de Joselillo que en una labor sobre las piernas, muy movida hizo vibrar a la solanera para después de una estocada cortar una oreja....de esas de ITV, que sirven para volver el año que viene; con la misma, por supuesto.
Queda toda la feria por delante ¡a Pamplona hemos de ir!
Ya les cuento en la próxima entrega.
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