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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

lunes, 23 de septiembre de 2013

Divisa blanca, gris plomo y negra en Madrid / José Ramón Márquez


 Concha y Sierra en Madrid

"...Corrida interesante en conjunto, que se ha salido de los habituales comportamientos del descaste, la bobería y la estulticia tan caros a los defensores del mal llamado «toreo de arte», presentando el ganado comportamientos de más inteligencia, viveza y casta de lo que se suele ver por aquí y por allá..."

Divisa blanca, gris plomo y negra en Madrid

José Ramón Márquez
Ciento veintiún años después ahí sigue Concha y Sierra en los carteles de Madrid, y que sea por muchos lustros. Ahora la vacada anda en manos francesas en su peregrinar de mano en mano, aunque estos seis que hoy salieron en Las Ventas son aún de los que criaron los de «María Luisa S.A. Explotaciones Agropecuarias». Y lo que salió de chiqueros hoy en Las Ventas fueron seis novillos serios, lustrosos y bien criados, con trapío y con las características capas de la casa. Acaso el tercero, Mañico, número 17, bajó un poco en su presentación, y un jubilado de la andanada de los viejos expuso esa circunstancia de forma pública algo abrupta, pero ya es sabido el poco crédito que solemos darle a esos ancianos.

Corrida interesante en conjunto, que se ha salido de los habituales comportamientos del descaste, la bobería y la estulticia tan caros a los defensores del mal llamado «toreo de arte», presentando el ganado comportamientos de más inteligencia, viveza y casta de lo que se suele ver por aquí y por allá. El novillo más «claro», por decirlo en la deprimente terminología que han ido imponiendo, fue el primero, un castaño salpicado que era una lámina de Pereay que atendía por Pingüino, número 18. El más cambiante fue el sexto, Coscorrón, número 41, bastante manso en su comportamiento y que cuando embestía lo hacía a oleadas y con bastante mala leche. Entre medias de esos dos tuvimos a Florido, número 37, un sardo para llevar a una exposición, que demandaba delante un torero con mando y oficio, al Mañico antes dicho, que fue cobrando dimensión de toro serio a medida que avanzó su lidia y especialmente después de los dos buenos pares de banderillas que le puso Manuel Ángel Gómez, a Bermellón, número 45, que recibió dos buenas varas de Juan Gil que, deseoso de hacer bien las cosas, citó de largo echó la vara de detener y castigó con justeza, y a Recogedor, número 3, que adoleció de algo de falta de fuerzas de salida pero que cambió por completo tras su paso por las manos de Santiago Pérez, que agarró dos sobrios puyazos muy bien puestos y en los que midió perfectamente el castigo.

Para despachar esa corrida llena de complicaciones la Banda de Taurodelta escribió en los carteles los nombres de Fran Gómez, nuevo en esta plaza, Andrés Jimémez «Gallo Chico» y Sergio Salas «El Pijorro», también nuevo en esta plaza, tres toreros que en conjunto sumaban una, cinco y ninguna actuaciones con caballos el año pasado. Vamos, que «El Pijorro» hacía hoy su debut con caballos en su presentación en Las Ventas, convertida por la mano de esta inmunda Taurodelta con la aquiescencia del olímpico Abella, conocido por todos los miembros del COI comoAbeya, en la plaza de la oportunidad o, más aún, en la estación del último tren.

¿Y cómo estuvieron los chicos? Pues como todos. ¿Qué queremos? Si los jefes de la movida han puesto de moda el toreo light, toreo donde no se echa la muleta adelante, donde no se echa la pata adelante, donde no se remata el muletazo, no vamos a pedir a estos tres que se pongan a hacerlo, que a lo mejor ni saben que aquello se puede hacer.

Lo que resulta claro a la vista de la corrida de hoy es que esas mañas que forman el toreo moderno, no resultan nada útiles en el momento que el toro tiene una mínima iniciativa propia, y esta tarde quedó demostrado que ese dar pases sin ton ni son, ese acompañar sin mandar que se practica a mansalva ni sirve para corregir defectos ni sirve para ahormar embestidas. Al final lo único que pudieron presentar los muchachos frente al encierro de Concha y Sierra fue su valor: están hueros de oficio lidiador, porque les enseñan a estar con el toro colaborador -o colaboracioniosta-, y les inculcan que el toreo se reduce a que el bicho vaya y venga de acá para allá. El otro día en Morata unos novillos fuertes de Zacarías Moreno desnortaron por completo a tres muchachos bastante más placeados que estos de hoy, que bastante trago han pasado con tener que vestirse de toreros para hacer el paseo en La Monumental a jugarse sus carreras a una carta con divisa blanca, gris plomo y negra. / CLICK /

La papela de Abella

Gómez, Jiménez y Salas

Pingüino

2 comentarios:

  1. Estimado JR al que tuve el gusto de conocer una tarde isidril, llevas toda la razón, el otro día con la de Prieto de la Cal los chavales intentaron hacer el toreo julianesco que tan buenos resultados da con el Domeç/la tonta del bote. El ridículo fue de aquí te espero (el July probablemente tenga otros recursos debajo de la manga aunque hace tiempo que no los usa, los chavales nuevos no) No, en este ciclo no están saliendo buenos novillos, pero al menos son novillos, con las cosas de un animal bravo y salvaje. La fiesta de hoy en día lleva fecha de caducidad, esto se acaba, no por los antitaurinos sino por la selección ganadera, el monoencaste y el destoreo.

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  2. De acuerdo. Esto está dando las ultimas boqueadas. Los taurinos son los auténticos enemigos y ejecutores de la fiesta.

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